El domingo 27 de agosto el padre Roberto Luna participará en una gran eliminatoria para el programa televisivo Master Chef México de Televisión Azteca…Busca este domingo la entrevista que nos comparte cómo llegó a este peculiar reto…
Blanca Alicia Martínez
Hace unos días la comunidad católica de esta diócesis recibió una simpática y alegre noticia: uno de sus sacerdotes participará en una eliminatoria del famoso programa televisivo “Master Chef México”, que por cierto, ya ha albergado a miembros de la Iglesia católica.
La noticia sorprendió a más de tres, pero no a quienes conocen la personalidad de quien entra en esta periferia existencial de la televisión abierta: un sacerdote inquieto que ama los retos y las nuevas oportunidades, tanto como comer…y cocinar.
El padre Roberto Luna, actual párroco de Corpus Christi, entrará el próximo 27 de agosto en millones de hogares para, desde la cocina, tratar de conquistar los paladares de los jueces de este reality show y poder avanzar a las siguientes fases, pero también para ganar espíritus para Dios.
Periódico Presencia platicó con el padre “Beto”, como todos en la diócesis le conocen, acerca de sus motivaciones para participar en este peculiar desafío.
Te presentamos una parte de la charla, que puedes encontrar completa en nuestra edición impresa:
¿Cómo empezó su gusto por la cocina?
Bueno, pues cuando, de chiquito, veía a mi papa cocinando, descubrí que la cocina también es para hombres y me animé. También veía a mi mamá cocinar, pero me llamó la atención y yo creo que eso rompió así como un enigma prohibido ¿no?… y me empecé a aventar a hacer los huevos en torta, me empecé a aventar a tocar los sartenes. Tengo un hermano y él también cocina, entonces yo creo que es esa imagen del papá que se mete a la cocina ayudó, y pues ¡órale! también uno como hombre… y pues el hambre también te acerca a la cocina, porque ya en 20 años de vida sacerdotal al menos ya 17 años de ellos viviendo solo, sin cocinera, eso también te da familiaridad y te da confianza para realizar algunos platillos que se te antoja comer, comer lo que se antoja. Creo que eso también te acerca más a la cocina, deseas algo y ¡órale! ¡te dejas caer!.
¿Cómo aprendió a cocinar? ¿a que edad empezó?
Me acuerdo que alcanzando la estufa, todavía no terminaba la primaria y calentaba tortillas de harina que hacia mi madre y comencé a hacer un huevo en torta… me fascinaba hacer huevo en torta con queso o huevos a la mexicana, con chile, tomate y cebolla. Bueno, sin chile, mi madre no nos daba chile, yo conocí el chile hasta que entré al Seminario a los 17 años, pero precisamente el primer acercamiento a la cocina fueron los huevos torta y el huevo revuelto.
¿Con la guía de su mamá?
No, a veces mi mamá no estaba porque salía o algo así, o los días libres de escuela pues se me antojaba y me hacía de almorzar, claro con la indicaciones de la jefa, de la patrona, porque si desobedecías, pues el chanclazo. Entonces como que ese fue el contexto del crecimiento y la familiaridad en la cocina. ¿Y luego empezó a hacer qué más? ¿Sopa de arroz? ¿Cosas que le pedía su mamá? Todas las sopas las aprendí a hacer viendo, o sea, lo que sé hacer ahorita de sopa, lo aprendí viendo a mi madre: la sopa de arroz, la sopa de fideo, la sopa de coditos, la lasaña, el espagueti. Viendo a mi madre que cocía todo, lo cocía o lo freía, viendo cómo hacia las cosas o viendo a la razilla que cocinaba. En ese contexto fue como yo fui familiarizándome con la cocina y el manejo de la estufa. Nunca he tenido una flameada que me asuste o una quemada así bárbara, nunca, y eso te da más confianza y certidumbre.
¿Y quién lo motivó a audicionar para Master Chef?
En noviembre del año pasado, una familia de la parroquia me dijo “oiga padre, van a venir a hacer las audiciones en Master Chef en el Instituto de Alta Cocina, entonces me animó la familia. Había un sitio, un correo electrónico y me avente al correo electrónico y buscamos ahí cita para la audición y sí llegaron con esa cita para recibirme en diciembre, en la segunda mitad de diciembre a las 2 de la tarde.
¿Audicionó usted solo?
Si yo iba solo, bueno llevé a tres seminaristas conmigo porque esa tarde teníamos retiro pero les dije “¿saben qué? tengo un compromiso primero, si quieren vamos al compromiso que tengo. ¿Pero había más gente en esa audición? Estaba abierto, era pública, se veía que le habían dado cita a la gente y se veía que iban llegando así como les habían dado cita. A mí me la dieron a las dos de la tarde y bueno, fue un primer encuentro con esta realidad, con este horizonte de la cocina y me atrevería a decir, con la alta cocina, porque uno está acostumbrado a cocinar sencillito, planito, pues ahora ya ver qué más se le puede ir haciendo. Mi idea de acercarme a Master Chef fue de enseñar platillos baratos, sencillos y rápidos. Nuestro modo de vivir aquí en Juárez es para la industria maquiladora. Ahí en la parroquia, que llegan apuraditos y tienen que irse a la iglesia… mi idea era hacer platillos sencillos, con un sazón rico y baratos también, yo creo que en ese sentido, como buscar rescatar también una oportunidad del tema social, de conciencia social, no gastar tanto, pero hacer algo rico y merecer todo lo rico de la comida. Porque muchas veces comemos tan aprisa que no saboreamos lo que nos comemos.
¿Cuál platillo cocinó?
Hice un sopa de coditos con un jugo de tomate y atún. Venden el atún en lata y se puede hacer con atún ahumado, entonces se hace el jugo de tomate, se combinan, se sazona, y se hace una sopa de codito asi rápida.
¿Es la receta que nos compartió en Presencia para la Cuaresma?
Precisamente en Cuaresma, también ustedes en Presencia probaron el plato. Y me acordé de un sacerdote, don Odino, un sacerdote del norte de Italia que un día me dijo: “tú puedes tener preparado tu zuco o jugo de tomate, coces cualquier tipo de pasta, sacas el jugo de tomate, lo hierves un ratito y lo echas otra vez a la pasta, lo puedes hacer de mariscos, lo puedes hacer de carne, lo puedes hacer de verduras o simplemente puro tomate asado. O sea, como una cuestión práctica el uso de la pasta, y pues esa era mi idea, llevar esa pasta así, practica, a ver si pegaba el chicle y corrimos con mucha suerte. Creo que gustó la idea, gustó el platillo, gustó la perspectiva, porque yo sé que no soy un gran cocinero, no es una de mis grandes virtudes, (todavía las estamos buscando, esperemos encontrarlas), pero yo creo que es algo que tocó el corazón del chef, y se me hizo muy rico y muy positivo.
¿Y qué pasó después de esa audición, lo citaron de nuevo?
Efectivamente a partir de ahí hay una pre selección. Entonces me mandaron llamar en mayo para notificar resultados. Fue algo muy padre buscar entrar al concurso y estar ahí, dándole, dentro de toda la racilla que buscábamos participar para poder entrar al concurso. Ya veremos cómo nos va y esperemos que bien.
Le hablaron en mayo para decirle: vas a estar en una eliminatoria y ¿qué hizo? ¿le avisó al obispo?
Efectivamente, bueno, mientras me aseguraban ellos, yo no hable con el señor obispo, no lo quise inquietar hasta que estuviera seguro que iba poder entrar a algo, porque a fin de cuentas no lo iba a traer con que ahora sí, ahora no, sino quería darle cierta certeza… y se dió de que pude estar en los 54 y entonces ya ahí pedí permiso para decirle al señor obispo, a ver si me da ‘chanza’ y desde luego que sí me dio la oportunidad.
¿Qué le dijo el obispo?
El señor obispo me dijo ¡adelante!, adelante. Él explicaba que soy un sacerdote, yo creo que muy inquieto, y cuando el papa Francisco pide una “Iglesia en salida”, a mí me conmueve mucho ese aspecto, porque conceptos como apoltronamiento, Iglesia en salida, búsqueda de nuevas oportunidades, presencia de la Iglesia en realidades diversas del hombre, pues pienso que todo lo ha redimido Cristo, entonces no veo por qué no pueda entrar uno en todas las realidades humanas que ha redimido el Señor… entonces muchos aspectos así que uno visualiza desde el espíritu de la fe, bueno, son acciones de fe. El obispo es Cristo, es Cristo que gobierna la diócesis, que con su pastoreo indica el camino. Si el obispo me hubiera dicho que no, es no y ya, pero el obispo me dijo que sí y yo vi ahí la voluntad de Dios. Y vamos a darle hasta que patee la burra y ya nos metimos con todo, y bueno esperemos en Dios a ver cómo nos va.
En la edición impresa puedes enterarte cómo relaciona el Padre Beto este tema de la cocina con la espiritualidad y con su ser sacerdotal. ¡Búscala en tu parroquia!
Qué: Programa de eliminatoria Master Chef
Quién: 54 participantes, entre ellos el padre Roberto Luna, párroco de Corpus Christi
Cuándo: Domingo 27 de agosto
Dónde: Canal 13 TV Azteca
Hora: 8.30pm (hora de Juárez)