Pbro. Abraham Betancourt
Dios también oro por mí y me abrazo.
Me imagino que la oración del Hijo
es como una poesía en prosa,
con pocas rimas, pero profunda.
Quisiera saber que dijo
porque realmente me he sentido mejor.
¡Tiene en acto puro
el don de la oración!
También mi madre oro por mi
de ella me encanto la familiaridad
que tiene Dios
al momento de platicar de mi
(¿Qué tanto dirían?)
me siento rotundamente bien.
La oración es la mejor arma
para cualquier mal
y la mejor receta para todos.
Formemos un lenguaje de oración
para toda la humanidad
eso también es amor.