Claudia Iveth Robles
Emocionadas por poder decir “sí” perpetuamente a Dios, Sor Idelisa Villarruel y Sor Marcela Ríos, religiosas de la congregación de Dominicas de la Doctrina Cristiana, profesaron sus votos perpetuos el pasado sábado primero de julio.
Compartieron este momento en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, acompañadas de familiares amigos y hermanas de la congregación que vivieron emotivamente cada uno de los momentos de la misa presidida por el padre Alfonso Bonilla, sacerdote dominico, y concelebrada por el padre José Ríos y el diácono Víctor Vega.
En un primer momento el sacerdote nombró a las profesas: hermana Idelisa Villarruel Briseño, de Santo Tomas de Aquino, y la hermana Marcela Ríos Chavarría, de San Antonio de Florencia.
Ambas se presentaron: “Heme aquí Señor, porque me has llamado” y luego el sacerdote les preguntó: ¿Qué piden? y ellas respondieron: “La misericordia de Dios y la fuerza”.
Un mensaje de amor
En su homilía, el padre Alfonso dijo a las profesas que siempre se deben hacer distinciones. Empezó distinguiendo lo que significa una promesa, y recordó que en la Sagrada Escritura, las promesas sólo le corresponden a Dios, pues sólo Dios hace promesas que verdaderamente se cumplen.
“Podemos decir que yo siento que quiero casarme, quiero ser religioso, sacerdote, y a veces en el sentimiento, no ubicamos muy bien si eso va ser nuestra vida”, dijo el sacerdote.
Pero explicó que luego del sentimiento, vienen el discernimiento y el deseo.
“Deseo casarme, ser religiosa, ser sacerdote… deseo algo”, dijo.
Señalo que del deseo surge el camino que se va a transitar y luego asume una identidad y actitudes y en el proceso de la vocación se va del consejo, a una expresión de voluntad.
“El voto viene de la voluntad, y la voluntad actúa movida por la libertad de nuestro ser entonces vamos encontrando y definiendo nuestra vida como religiosa, matrimonio o vida de solteros, pero ya la vamos definiendo”, dijo.
Tras explicar la diferencia entre votos temporales y perpetuos, el sacerdote encomió la decisión de estas dos mujeres para profesar perpetuamente.
Profesión de fe
Después de la homilía, las religiosas expresaron su voluntad de ser consagradas, y ante la comunidad de rodillas, se postraron en el suelo en forma de cruz, en señal de donación total, mientras se cantaron las letanías de los santos, pidiendo su intercesión para que sean siempre fieles al Señor.
Frente a la superiora provincial Sor Mónica Patricia Terrazas Ruelas, las religiosas hicieron su profesión según las Constituciones de las Hermanas Dominicas de la Doctrina Cristiana y al final las profesas reciubieron un abrazo de su superiora y sacerdote celebrante.
Al concluir la misa, la comunidad compartió el pan y la sal con las religiosas.