Por primera vez, ante la mirada de decenas de fieles, el Sábado Santo se realizó en Catedral la “Quema de Judas”, acto en el que los fieles colocan sus pecados en un papel para ser quemados junto a la figura de Judas Iscariote, representado en una piñata.
Al inicio del acto, el padre Eduardo Hayen, párroco de la Catedral explicó que Judas dejó pervertir su corazón y traicionó a su maestro por 30 monedas de plata, con lo que Jesús fue condenado a muerte.
Tras la explicación, dos piñatas con la imagen del apóstol traidor recorrieron la Plaza de Armas entre danzas de matachines y ante la mirada de personas asombradas por el acto de religiosidad popular que se realiza desde la antiguedad.
“Tomando esta tradición muy cristianamente en realidad no queremos quemar a Judas, queremos quemar el pecado… queremos celebrar la Pascua condenando nuestro propio pecado y resucitando con Jesus a una vida nueva”, explicó el sacerdote.
Después del recorrido, el sacerdote leyó el “decreto” para condenar a Judas y entregó a los presentes papeles para que escribieran sus pecados. Los papeles fueron colocados en las dos piñatas, una de las cuales representaba los pecados cometidos y otra las pasiones desordenadas.
Al grito de “¡Muera el pecado…Viva el resucitado!” pronunciado por el sacerdote, se encendio fuego a las figuras de Judas y así los pecados fueron simbólicamente destruidos, con lo que los fieles se preparaban para vivir la Vigilia del Sábado Santo.