Ana María Ibarra
El pasado ocho de julio dio inicio la formación de catequistas por decanatos, impartido por la Dimensión Diocesana de la Nueva Evangelización y Catequesis. El primer decanato visitado fue Cristo Rey, teniendo como sede la parroquia Verbo Encarnado, a donde acudieron más de cien catequistas de las distintas parroquias que lo conforman.
La Formación para Catequistas Verano 2024 se estará llevando a cabo en ocho de los diez decanatos de la diócesis. Concluirá el 23 de agosto en el decanato de El Valle.
Esta formación consta de cinco encuentros catequéticos mediante los cuales los asistentes de cada decanato reflexionan sobre distintos temas.
“Los temas son Iniciación a la vida cristiana; Catequesis de antaño y de cambio de época, esto es un repaso de cómo era la catequesis antes, el cambio en la sociedad y en la familia que ya no son como eran antes”, explicó María de los Ángeles Murillo, integrante del equipo organizador.
Dijo que otro de los temas ayudará a los catequistas a tomar conciencia de su ser de catequistas mistagogos, siempre dentro de la comunidad cristiana.
«Reflexionaremos también en la espiritualidad del catequista”, añadió.
Dentro de la formación, el padre Jorge Pablo Lozano, coordinador de la Dimensión Diocesana de la Nueva Evangelización y Catequesis dirigió la hora santa guiando a los catequistas a meditar sobre su llamado ante el Santísimo Sacramento.
Asimismo, los invitó a preguntarse y reflexionar sobre las maneras en las que invocan al Espíritu Santo para obtener fuerzas e inspiración en su llamado o ministerio como formadores.
Se realizaron algunos momentos de silencio y las reflexiones también estuvieron acompañadas de cantos de meditación y adoración.
“Hagamos una pausa para abrir el corazón a Jesús, presentar nuestras necesidades y deseos, para ir formando nuestra identidad como catequistas. Meditemos sobre nuestro encuentro con Jesús”, invitó el sacerdote.
De igual manera, los llamó a reflexionar sobre las formas en las que han dado testimonio de esta vida nueva delante de los hermanos.
“Recordemos la manera en la que ayudamos a otros a que se acerquen a Dios. Y demos gracias a Dios que nos ha llamado a la catequesis. Gracias por la vocación de catequistas”, expresó.
Al concluir la formación en cada encuentro, se entregó a los asistentes su constancia de participación.