Ana María Ibarra
Con el compromiso de retomar las reuniones semanales, el grupo Lucas Médico Querido se unió en acción de gracias el pasado 26 de junio para participar de la misa mensual presidida por el padre Benjamín Cadena, asesor del grupo, quien dirigió su reflexión sobre el llamado a una misión.
Llamado y respuesta
Con la intención de pedir a Dios por los integrantes de Lucas Médico y sus familias, así como pedir la fortaleza para el grupo, el padre Benjamín Cadena presidió la Eucaristía en la capilla de Teología en el Seminario Conciliar.
En su homilía el sacerdote reflexionó sobre la vocación de los cristianos como discípulos de Jesús, quienes, dijo, al decidir seguir a Jesús siempre enfrentan dificultades.
“En este llamado el Señor toma la iniciativa, nos ha invitado a formar parte de su Iglesia, nos ha llamado por nuestro nombre. Al seguir a Jesús siempre habrá pruebas. Jesús pide a sus discípulos disponibilidad. Nos pide disponibilidad a su llamado, que no pongamos pretextos”, expresó.
El sacerdote añadió que en ese tiempo se necesita que los cristianos vivan la misión que Él pide, por lo que invitó a los médicos a pedir a Dios la gracia para responder a su llamado.
“Que el Señor nos conceda esa libertad interior para responder a ese llamado sabiendo que el Señor cuenta con nosotros para edificar y construir su Reino”, pidió.
Retomar reuniones
Antes de terminar la celebración, el padre Benjamín agradeció a los médicos y a sus familias por hacerse presentes en la celebración y los invitó a tomar el compromiso de retomar las reuniones semanales los sábados a las cinco de la tarde para iniciar el trabajo de formación y trabajo en las cinco dimensiones que conforman al ser humano.
“Las dimensiones a trabajar son la fraternidad, la humanística, la espiritual, la intelectual y la misión”, compartió.
Estas dimensiones tienen como punto de partida la fraternidad hasta llegar a la misión, específicamente como médicos católicos.
El padre Benjamín compartió con los médicos su salida del Seminario, donde fungió como vicerector, y les ofreció puertas abiertas en su próxima destino de servicio, la parroquia San Pedro y San Pablo, con el compromiso de seguir con ese encuentro con los médicos, en la medida de lo posible.