La comunidad católica de Ciudad Juárez se reunió de nueva cuenta en El Punto, para dar gracias a Dios por el regalo de la presencia del Santo Padre en tierra juarense, hace un año…Y el papa se queda en Juárez…
Ana María Ibarra
Con una misa de acción de gracias presidida por el obispo diocesano, don José Guadalupe Torres Campos, y la develación de una escultura del Papa Francisco, la comunidad diocesana conmemoró el primer aniversario de la visita del Santo Padre a Ciudad Juárez.
Decenas de sacerdotes, diáconos y seminaristas, así como religiosas y más de dos mil personas se dieron cita el pasado viernes 17 de febrero en El Punto, lugar donde Su Santidad el Papa Francisco, presidió la misa multitudinaria en esta frontera, para participar la fiesta de este día, declarado como Día de la Hospitalidad y Fraternidad Juarense.
Alegría y fiesta
En un ambiente de alegría y de fiesta diocesana, antes de la celebración eucarística, se contó con la participación de la Orquesta Infantil Esperanza Azteca. Además un grupo de Matachines danzaron durante algunos momentos.
Al iniciar la Misa, monseñor Torres Campos leyó una carta enviada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, quien a través del escrito, hizo extensa la alegría del Santo Padre al conocer que en la frontera se llevaría a cabo una celebración conmemorando su visita.
Al concluir el obispo la lectura de la carta, la comunidad ahí reunida desbordó su entusiasmo en aplausos, para enseguida continuar con la Eucaristía.
Enviado a traer misericordia
El obispo, en su homilía, resaltó la alegría que la Iglesia diocesana sigue albergando en sus corazones a un año de la visita del Papa Francisco, y a la luz de la Liturgia de la palabra reflexionó sobre la figura del Santo Padre como enviado de Dios.
“Todos nosotros hemos sido ungidos por el Espíritu Santo y esa unción tiene una misión que todos estamos llamados a vivir. El Papa Francisco es enviado, el Señor lo ha puesto al frente de una Iglesia y ha venido a traernos un mensaje de paz. El papa se acerca porque tiene una misión: mostrarnos el rostro misericordioso de Dios”, dijo el obispo.
En su reflexión, el obispo habló del amor de Dios que debe llevar a cada uno de los cristianos a mostrarlo en el amor a los demás, en el servicio, misión que cumple el Santo Padre.
“El Papa Francisco vino a los alejados. A la frontera sur en Chiapas, a la periferia en Ecatepec, a Morelia, con nosotros para acercarse a los que están en la cárcel, en el mundo del trabajo, a los migrantes y nos dejó una palabra de aliento”, resaltó el obispo.
Compromiso
Ante la alegría de quienes llamó “el pueblo fiel”, el obispo motivó a los fieles a expresar su amor al Señor y pedir su luz, su fuerza para que, juntos como hermanos, se sumen esfuerzos y realizar los compromisos de misericordia que la visita del Santo Padre dejó en la diócesis.
“Tenemos la tarea, el compromiso de misericordia y amor a los demás para seguir construyendo la paz. Debemos tener conciencia de lo que sigue”, expresó el obispo.
Estar aquí esta tarde no es como un mero recuerdo, sentir bonito. Me invito a mí, los invito a ustedes a trabajar. Sintámonos enviados a anunciar la buena nueva y ayudar al necesitado.
Mons J. Guadalupe Torres Campos/ obispo de Ciudad Juárez