El cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano envió un video mensaje al Santo Padre Francisco, a unos días de su llegada a México.
Ciudad de México, 10 de febrero de 2016
Santo Padre Francisco:
Al aproximarse el momento de su visita a nuestra patria, los obispos de México, llenos de emoción y de esperanza, al tiempo de darle desde ahora la más cordial bienvenida, le transmitimos la alegría y la gratitud de los católicos que peregrinamos en esta noble nación, así como de muchos hombres y mujeres de buena voluntad.
Estamos contentos y agradecidos por la generosidad y el cariño que nos muestra al venir a nosotros como misionero de misericordia y paz, para confesar junto a nosotros la fe en Dios y su amor que ha de llevarnos a ser misericordiosos como él.
Vemos en su Viaje Apostólico una clara manifestación de la ternura de Dios, que quiere, a través de su servicio apostólico, acercarse a los mexicanos y mexicanas para consolarnos en estos momentos difíciles que estamos viviendo, a causa de la inseguridad, la inequidad, la pobreza, la corrupción y la violencia, y mostrarnos el camino que hace posible un desarrollo integral que no excluya a nadie, en el amor misericordioso.
Sabemos que ante la milagrosa imagen de Santa María de Guadalupe, además de presentar sus intenciones por toda la Iglesia y por el mundo, usted pedirá la intercesión de la Madre de Dios para que su Hijo Jesús nos de la fuerza de su Amor y hagamos lo que a cada uno corresponde en la construcción de una familia y de un México mejor para todos.
Estamos seguros que a su paso por México, Ecatepec, San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Morelia y Ciudad Juárez, además de contemplar la rica biodiversidad con la que Dios ha bendecido a nuestro país, usted, al tiempo de transmitir a todos el amor de Dios, recibirá el cariño y el testimonio de muchísimas personas de diferentes grupos étnicos, edades y estratos sociales que procuran hacer las cosas bien. En México son más los buenos que aquellos que han elegido el camino del mal, provocando sufrimiento y muerte.
Las familias, los enfermos, los indígenas, los ancianos, los pobres, los jóvenes, los migrantes, las víctimas de las violencias, los laicos, las y los consagrados, los diáconos, los sacerdotes y los obispos esperamos con ansia escuchar su palabra, rezar y celebrar junto a usted al Señor y caminar unidos, pueblo y autoridades, dando lo mejor de nosotros para ir alcanzando un desarrollo integral y una vida en paz.
¡Gracias Papa Francisco por querer estar con nosotros! ¡Aquí lo esperamos!