Ana María Ibarra
Después de diez meses de estudio, doce mujeres se graduaron del Diplomado Desarrollo Humano y Espiritualidad Ignaciana que ofreció el Centro Familiar para el Desarrollo y Crecimiento (CFIC). La misa de graduación y entrega de diplomas se realizó el pasado domingo 9 de febrero en la parroquia San Mateo.
Diez de las doce mujeres que concluyeron su diplomado, entre ellas una religiosa, se hicieron presentes en la misa de acción de gracias por haber logrado concluir satisfactoriamente la formación en Desarrollo Humano y Espiritualidad Ignaciana.
Fue en la primera misa dominical donde el padre Aurelio Saldívar, párroco de la comunidad de San Mateo, felicitó a las graduadas y les dirigió unas palabras de reflexión.
“Dios actúa en ustedes en el desarrollo humano para los que necesitamos ser acompañados”, dijo el sacerdote, para luego retomar las palabras del evangelio que muestra a los apóstoles confiando en Jesús y echando las redes al mar.
“Nos tenemos que dejar moldear y guiar por Dios. Debemos dejar nuestros propios esquemas. En ese momento, viene el llamado para los apóstoles y ahora para nosotros. Como Pablo decía: por la gracia de Dios soy lo que soy”, expresó.
Añadió que cuando cada cristiano encuentra su propia humanidad, se encuentra con los otros y es ahí donde acontece el caminar en un ambiente diferente.
“Que esta humanidad, no solo en lo humano, se quede. Para ser cristiano se debe ser primero humano, somos materia y somos espíritu, ojalá y cada día seamos más humanos, más espirituales, más nosotros, más de Él”, sentenció.
Misión humanista
Al concluir la celebración, la hermana Rosa María Moreno Rodríguez, de la congregación Hijas del Espíritu Santo, maestra de la Universidad Iberoamericana, compartió que hace algunos años CFIC hizo un convenio con Universidad Iberoamericana y desde ahí se proyectó el diplomado en Desarrollo Humano y Espiritualidad Ignaciana.
“Este es el séptimo diplomado en Ciudad Juárez y su finalidad es formar personas en una misión humanista, porque la gracia actúa sobre la naturaleza”, señaló la religiosa.
La hermana Rosa María felicitó a Silvia Aguirre, directora del CFIC, y a las doce graduadas.
“Jesús nos recuerda que somos discípulas misioneras. Les dejo el lema de la universidad: amar y servir en todo. Que esa sea nuestra misión en esta pesca”, motivó la religiosa.
Enseguida, Silvia Aguirre entregó a cada una su diploma, felicitándolas e invitándolas a servir.
El programa de los módulos del diplomado incluyó temas como Autoconocimiento y comunicación, Psicología y espiritualidad, Los Ejercicios Espirituales: camino psico-espiritual, Discernimiento personal y comunitario, entre otros.