Soledad, sosiego, silencio, serenidad. Vida interior es algo que todos necesitamos y que podemos encontrar en los retiros espirituales, un verdadero encuentro con Dios.
Javier MartĆnez/ Universidad de Navarra
Hacer unos Ejercicios Espirituales, un Curso de retiro, es una manera eficacĆsima de acercarse a Dios, una oportunidad estupenda para tratarle con paz, con mayor intensidad. Conocerle y conocernos con la luz que El nos da, de modo que ese conocimiento influya en nuestra vida, mejorĆ”ndola, amando mĆ”s a Dios y al prójimo. Muchas veces serĆ” el inicio de una sincera conversión.
Hay momentos en la vida en que es necesario pararse; épocas en las que hay un nuevo despertar, en las que surgen -con la fuerza de la primera vez-, pasiones e iniciativas, afanes nobles que necesitan un cauce; periodos en que las necesidades espirituales se agudizan, y se mira la vida cara a Dios, y uno se plantea las grandes cuestiones de todos los tiempos: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿CuÔl es nuestro origen? ¿CuÔl es nuestro fin? ¿De dónde viene y a dónde va todo lo que existe?
Muchas veces vamos por la vida como a galope. MĆ”s que ir nosotros, nos traen y nos llevan las cosas, las situaciones, las circunstancias. Ā”Siempre con prisas! ĀæQuĆ© estoy haciendo con mi vida? ĀæPara quiĆ©n trabajo de esta manera?⦠”Que se detenga el mundo un par de dĆas! Ā”Necesito pensar! Pues bien, en cierto sentido un Curso de retiro hace realidad ese āmilagroā.
Poner en orden las ideas
En muchas ocasiones nos limitamos a actuar como dice San JosemarĆa EscrivĆ” en el nĀŗ 837 de Camino: āĀ”Galopar, galopar!ā¦Ā”Hacer, hacer!⦠Fiebre, locura de moverse⦠Maravillosos edificios materialesā¦
Espiritualmente: tablas de cajón, percalinas, cartones repintados⦠”galopar!, Ā”hacer! āY mucha gente corriendo: ir y venir.
La paz de unos dĆas de retiro sirve para pensar con calma en lo importante, y poner un poco de orden en las ideas. Familia, trabajo, vida cristiana, amistades⦠¿EstĆ” cada cosa en su sitio? ĀæTengo que redimensionar algĆŗn aspecto de mi vida?
Esto es lo que incluye realizar el tan necesario retiro espiritual, y sacarle el mejor provecho posible.
- Soledad, sosiego, silencio, serenidad. Vida interior
Buscar la soledad es una constante en la historia de la espiritualidad, porque en la soledad acontece con mƔs facilidad el encuentro del alma con Dios.
āSiempre empiezo a rezar en silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. Dios es amigo del silencio: necesitamos escuchar a Dios, porque lo que importa no es lo que nosotros le decimos, sino lo que El nos dice y nos transmiteā (Beata Madre Teresa de Calcuta. Camino de sencillez).
Para oĆr la voz de Dios se necesita un ambiente apropiado. Un clima de silencio, de recogimiento interior, que facilite el diĆ”logo personal con El. Hablarle y escucharle. Eso es la oración. Y en ese ambiente, podemos preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida, y preguntĆ”rselo a Dios, que es quien nos la ha dado.
Retirarnos algunos dĆas a un lugar solitario, para descubrir los valores del espĆritu y ejercitarlos mĆ”s en nuestra vida. Para ahondar hasta llegar a las raĆces de lo que somos, de la grandeza y dignidad de ser y sabernos hijos de Dios. Para meditar sobre nuestro destino eterno.
āDistraerte. āĀ”Necesitas distraerte!ā¦, abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imĆ”genes de las cosas, o cerrĆ”ndolos casi, por exigencias de tu miopĆaā¦Ā”CiĆ©rralos del todo!: ten vida interior, y verĆ”s, con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarĆ”s a Diosā¦, y conocerĆ”s tu miseriaā¦, y te endiosarĆ”s⦠con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te harĆ” mĆ”s hermano de tus hermanos los hombres.ā (San JosemarĆa EscrivĆ”, Camino, nĀŗ 283).
- Eliminar excusas
Sin cesar aparecerĆ”n razonadas excusas para dilatar, o no hacer un Curso de retiro: āserĆa estupendo, lo reconozco, peroā¦ā āno es que no quiera hacerlo, es queā¦ā Siempre habrĆ” algo urgente que nos impida encontrar tiempo para lo importante. Y unos dĆas de retiro āprocura que sean cada aƱo- son muy importantes para tu vida. Las mayores dificultades son la pereza, no querer rectificar y evitar enfrentarse consigo mismo.
Piensa..ĀæNo sientes que a tu vida -tan llena de ciertas cosas- le falta sentido? QuerrĆas cambiar y, Āæno sabes cómo? Haz un Curso de retiro.
- Meditaciones y charlas
El Curso de retiro consta de distintos actos de piedad, -charlas, meditaciones, etc.- y de muchos momentos de silencio dedicados al examen personal y a la oración.
En las meditaciones y charlas se suelen recordar las verdades fundamentales de la fe y de la moral cristiana, -de acuerdo con lo que el Magisterio de la Iglesia ha declarado doctrina segura-, para que nos lo apliquemos y mejoremos personalmente. Se procura que descubramos a Dios que se nos da a conocer en medio del trabajo, en la vida familiar o social, por la calle⦠que nos invita a participar de su felicidad, y que pide nuestra correspondencia.
En el Curso de retiro no se plantean temas discutibles. Por eso no vamos para opinar o a hacer debates; vamos a aprovechar el tiempo, a aprender y a adquirir la doctrina cierta, en la que se fundamenta la vida espiritual y de la que se desprenden los criterios prƔcticos de conducta.
Es posible que, en alguna ocasión necesitemos tratar con mayor detenimiento algún aspecto de las meditaciones o charlas, o que tengamos alguna duda que nos interese aclarar. Entonces, para no distraer la atención de los demÔs, con sencillez, podemos acudir en privado al sacerdote o a alguna de las personas encargadas de atender el Curso de retiro.
- Santa Misa y Sacramento de la Reconciliación
En el Curso de retiro se celebra diariamente la Santa Misa, y tenemos la oportunidad de recibir al SeƱor. La Santa Misa es lo mĆ”s importante en la vida de un cristiano; es āel centro y la raĆz de la vida interiorā. Porque es el mismo Sacrificio de la Cruz. Cuando se celebra una Misa, se hace presente lo que sucedió en el Calvario, aunque de una manera incruenta āsin derramamiento de sangre- y misteriosa.
Para vivir esta aventura estupenda de tanta intimidad con el SeƱor ālo tocamos, lo comemos, nos āendiosamosā al recibirle-, hay que estar en gracia, haber conseguido antes el perdón de nuestros pecados. Este es otro de los grandes dones que el SeƱor nos hace en el Curso de retiro.
Con la Confesión bien hecha, Cristo perdona los pecados. Cuanto mejor se confiesa uno, mĆ”s gracia recibe y mĆ”s se aproxima a El. Y acercarnos a Dios es encontrar la alegrĆa y la paz. Por eso es muy importante aprovechar el sosiego y el recogimiento interior de esos dĆas, para preparar y hacer una buena Confesión.
- Visita al SantĆsimo y exposición con el SantĆsimo
En el retiro, se hace la Visita al SantĆsimo. Consiste en devolverle con todo cariƱo, esa visita que El antes hizo a nuestra alma, cuando le recibimos en la Comunión. Es un detalle de delicadeza humana y sobrenatural.
La ceremonia de la exposición con el SantĆsimo es sencilla y solemne, y mueve mucho a la piedad. AdemĆ”s de la estación a JesĆŗs Sacramentado, se cantan diversos himnos, p.ej. Pange lingua (Ā”Canta, oh lengua!), Tantum ergo (Veneremos, pues) y Laudate (Alabad al SeƱor), cĆ”nticos antiquĆsimos y llenos de significado. Se termina con unos actos de desagravio a Dios y a sus santos.
- Lectura espiritual, VĆa Crucis y trato con MarĆa
Aprovecha el Curso de retiro para conocer mejor a Jesucristo, y asà poder tratarle y quererle mÔs. ¿Cómo? AyudÔndote, en los ratos libres, de algún libro sobre su vida; o haciendo lectura meditada de los Evangelios, o del Catecismo de la Iglesia Católica.
Durante el Curso de retiro harĆ” mucho bien a tu alma, dedicar todos los dĆas algĆŗn rato a hacer el Via Crucis. Recorrer la vĆa dolorosa hacia el Calvario junto a JesĆŗs, nos da la oportunidad de contemplar los dolores fĆsicos y morales del SeƱor y, verlos como lo que realmente son, fruto de nuestros pecados, de los tuyos y de los mĆos. San Pablo lo explica con claridad cuando dice que cada vez que el cristiano peca, renueva la Pasión de Cristo. Por esta razón, la devoción del VĆa Crucis nos ayuda a arrepentirnos de nuestros pecados, a pedirle perdón y a desear no volver a actualizar sus sufrimientos.
Busca modos personales para tratar a la Virgen. Es propio de buenos hijos querer mucho a su Madre, y demostrĆ”rselo con detalles de cariƱo. Algunos son tradición antiquĆsima de la Iglesia: como el rezo del Angelus y la Salve. Entre las oraciones y devociones que son mĆ”s gratas a la Virgen, el rezo del Santo Rosario es, quizĆ”, la mĆ”s popular.
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- Hacer examen. Sinceridad. Propósitos de cambio
En el retiro te ayudarÔ asistir a las meditaciones, charlas, lectura, etc., pero no basta con participar en estos actos, sino que lo fundamental y prioritario estarÔ en examinar la conducta y la conciencia: repasar nuestra vida reciente y pasada, con relación a Dios y al prójimo.
El encuentro con Dios en esos dĆas, consiste esencialmente en una sincera y profunda apertura del alma, que muestra la situación de la propia vida, la fe y la confianza en Jesucristo, el arrepentimiento de las culpas, la rectificación de la vida y las necesidades que agobian o pesan.
Porque no es suficiente no desear ofender a Dios, sino que tenemos que llegar a quererle como se quieren los amigos de verdad. Si faltase la sinceridad, desaparecerĆa la posibilidad misma de la intimidad con JesĆŗs, que no puede hacer nada con la doblez, con quien se oculta, con aquella persona que no quiere abrirle de par en par su interioridad. (publicado en Catholic.net)
āLos hombres estĆ”n siempre dispuestos a curiosear y averiguar vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sĆ mismos y corregir su propia vida.ā (S. AgustĆn, Las Confesiones).
Aprovechar el retiro
VĆ©ncete, y trata de aprovechar bien los dĆas de retiro, y vendrĆ”n los frutos: propósitos de cambio -grandes o pequeƱos- en algĆŗn aspecto de tu vida. Y con la gracia de Dios -y tambiĆ©n, si queremos, con la ayuda del sacerdote- cambiar lo que haya que cambiar; mejorar lo que haya que mejorar. DespuĆ©s vendrĆ” la vida ordinaria, en la que tendremos que poner por obra, luchando, lo que con la gracia de Dios hemos visto durante esos dĆas.