Diana Adriano
La comunidad del movimiento de la Virgen de Schoenstatt en la parroquia Mater Dolorosa vivió una jornada de fe, alegría y compromiso misionero con la visita del padre Sajan Puthur, sacerdote originario de la India, quien actualmente presta su servicio en la Arquidiócesis de Monterrey como asesor nacional del movimiento de Schoenstatt en México. 
Durante su visita, el padre Sajan se reunió con los miembros del movimiento en la diócesis y feligreses de la comunidad parroquial, compartiendo una charla introductoria sobre el carisma y la misión de Schoenstatt.
Habló igualmente sobre el significado del apostolado de “las peregrinas”, imágenes de la Virgen que visitan hogares y familias llevando consigo un mensaje de esperanza, oración y cercanía maternal.

Modelo para los misioneros
Tras la charla del sacerdote, se celebró la Santa Misa presidida por el padre Sajan y concelebrada por el padre Javier Calvillo, párroco de la comunidad.
Durante la homilía, el sacerdote invitado ofreció un mensaje centrado en la disponibilidad y humildad de María como modelo para cada misionero de Schoenstatt.
Con un lenguaje sencillo, el sacerdote invitó a los presentes a “ser como María, siempre disponibles para escuchar y responder al llamado de Dios”. Señaló que, así como la Virgen visitó a su prima Isabel, cada misionero está llamado a salir al encuentro del otro con un corazón dispuesto y lleno de amor.
“Cada día debemos aprender a descansar en Dios, encarnando en nuestra vida la espiritualidad, la humildad y el servicio. Somos instrumentos sencillos -como el burrito que lleva a Jesús- llamados a cargar nuestra cruz con alegría y esperanza”, expresó el padre Sajan durante su homilía.
El asesor nacional recordó que la cruz no es sólo símbolo de sufrimiento, sino también de transformación y misión, y animó a los asistentes a vivir su fe con entusiasmo y entrega, especialmente en sus comunidades y familias.

Bendición de envío
Al concluir la celebración eucarística, el padre Javier Calvillo invitó a las mujeres integrantes del movimiento de Schoenstatt a ponerse de pie para recibir una bendición especial de envío, en la que fueron encomendadas como misioneras de la Virgen, comprometiéndose a llevar su imagen y su mensaje a diferentes lugares de la diócesis.
En un momento de gran emoción, los sacerdotes bendijeron las imágenes peregrinas de la Virgen de Schoenstatt, las cuales fueron entregadas una a una a las misioneras, símbolo de su misión evangelizadora y de su fidelidad a la Mater María.


































































