Diana Adriano
Bajo el lema ‘Habla Señor que tu siervo escucha’ tomado del libro Primero de Samuel (3,10), la Pastoral Vocacional de la diócesis organizó un evento el pasado 9 de marzo.
El Retiro Vocacional Teens de Cuaresma, dirigido a varones de 11 a 14 años de edad, se llevó a cabo en las instalaciones del Seminario Conciliar, convocando a jóvenes con inquietudes vocacionales.
El padre David Hernández, promotor vocacional, destacó la importancia de este retiro como un espacio dedicado a los adolescentes que buscan explorar su sentido de vida y vocación.
Explicó que el evento está especialmente diseñado para aquellos que han participado en grupos de monaguillos y otras actividades parroquiales, brindando un ambiente propicio para reflexionar y discernir sobre su llamado espiritual.
El Retiro Vocacional Teens no solo ofreció momentos de reflexión y oración, sino también actividades dinámicas y formativas que ayudaron a los participantes a profundizar en su fe y en la búsqueda de su propósito de vida.
“Además, este retiro permitió que los adolescentes compartieran experiencias e inquietudes entre ellos”, dijo.
Ambiente de reflexión
Los participantes del Retiro Vocacional Teens fueron guiados a través de la vida y el legado de santos adolescentes como San José Sánchez del Río, Santo Domingo Savio y el Beato Carlo Acutis.
Junto al equipo de Pastoral Vocacional, el padre David invitó a los jóvenes a considerar cómo estos ejemplos de santidad respondieron al llamado de Dios en medio de sus propias realidades, limitaciones, proyectos e ilusiones.
“Al tomar como referencia las vidas de estos santos, se animó a los adolescentes a contemplar cómo, al igual que Samuel en la Biblia, desde una edad temprana, Dios les llama y les invita a seguirle”, dijo el sacerdote.
Asimismo, se les instó a reflexionar sobre cómo pueden discernir su propia vocación, reconociendo que cada uno tiene un papel único en el plan divino.
Momento frente al Santísimo
Uno de los momentos más destacados del retiro fue la adoración en la Eucaristía.
En este momento sagrado, los participantes se unieron en la contemplación y el silencio, permitiendo que sus corazones se abrieran a la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
Fue un tiempo de encuentro íntimo con Dios, en el que los adolescentes pudieron ofrecer sus oraciones y preocupaciones.
“Este es un momento para acompañar desde temprana edad las vocaciones que van surgiendo en nuestra diócesis”, concluyó el padre David, también pidiendo oraciones de la comunidad por todos los adolescentes de la diócesis.