Dirigido a servidores del Movimiento de Renovación, para refrescar su corazón y su alma con el Espíritu de Dios.
Diana Adriano
Seguir motivando a los servidores a que continúen en el camino apostólico para lograr frutos abundantes y de calidad para el Reino de Dios, fue uno de los objetivos del pasado retiro diocesano de avivamiento “Yo soy Yavé, el que te sana”.
Este primer evento presencial luego de la pandemia, fue organizado por la Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo (RCCES). Participaron alrededor de 500 personas divididos en dos grupos, que se reunieron el sábado 26 y domingo 27 de febrero en las instalaciones del CECADE.
Refrescaron su corazón
El padre Vicente Eliamar Vega Carrales de la Diócesis de Saltillo, fue el encargado de guiar a los servidores durante los dos días de retiro, en los que compartió lo hermoso que es difundir el mensaje de Jesús.
“Me invitaron a compartir con los servidores un mensaje de parte del Señor para retomar con fuerza el servicio y con un mayor impulso en el nombre del Señor”, compartió el presbítero invitado.
Durante las reflexiones, el padre abordó la importancia de cómo un cristiano debe de estar lleno del ánimo y la alegría que caracterizan a un hijo de Dios, para poder predicarlo y llevarlo a los demás.
En el primer tema “No tengas miedo, yo estoy contigo”, el sacerdote explicó a los asistentes por qué en Dios se encuentra a un Padre que siempre está al pendiente de sus hijos.
“Cuando Dios nos ve, no ve a servidores, trabajadores, ve a sus hijos amados”, reflexionó el padre Vicente durante su charla.
“Yo he visto a los servidores dispuestos y entregados. También hablamos un poco de los conflictos en el mundo actual, particularmente el engaño de la ideología de género y del aborto pero desde una visión de fe”, dijo el sacerdote.
Durante el encuentro de avivamiento, los servidores vivieron diversos momentos de regocijo en el Señor con alabanzas, dinámicas, Hora Santa y la celebración de la Santa Misa.
Concluyeron con Eucaristía
La misa de conclusión estuvo presidida por el padre Jorge González, párroco de la Santísima Trinidad y asesor del Movimiento de Renovación, quien agradeció al padre Vicente por su servicio en este retiro, que sin duda dejó muchos frutos.
Además, compartió la importancia de estos encuentros que pretenden ser experiencias únicas para los servidores, pues son ellos los que con su servicio dan testimonio de Jesús.
“Pude darme cuenta que existe mucha hambre y mucha sed, pues me compartieron que cuando se abrió la taquilla se agotaron las entradas en dos días. Eso nos enseña que hay una sed tremenda de volver a encontrarse no sólo personalmente con el Señor, sino en comunidad. Y en ese sentido se les ha visto muy edificados”, concluyó el padre Jorge.