Se realizó por primera vez en la diócesis y se espera mantener la experiencia en los siguientes años…
Claudia Iveth Robles
Para cerrar con broche de oro el Mes de la Biblia (septiembre), el Instituto Bíblico San Jerónimo, realizo el Primer Encuentro con la Palabra, un evento consistente en una lectura contínua de la Palabra de Dios, cuya experiencia se tomó de otras diócesis y ahora se busca hacerlo tradición en Ciudad Juárez.
El evento especial se realizó el pasado viernes 29 de septiembre en la parroquia La Sagrada Familia. Comenzó a las 5.30 de la tarde y concluyó a las 5.30 de la tarde del día siguiente, por lo que fueron 24 horas contínuas de lectura de la Biblia, culminando con la celebración de la Eucaristía.
El padre Cesar Campa, director del Instituto Bíblico San Jerónimo, habló de la importancia de dar realce a la Sagrada Escritura.
“Quisimos hacer esta actividad para poder meditar con el corazón la Palabra, y qué mejor que sea 24 horas proclamando la Palabra de Dios. Quisimos cerrar de esta forma, el mes de la Biblia”, dijo el sacerdote.
Dinámica especial
Para realizar este Encuentro, estudiantes del Instituto Bíblico San Jeróimo y fieles de la diócesis se anotaron para leer la Biblia en bloques de 20 minutos, empezando con el libro del Génesis hasta donde se alcanzara a leer.
Pero antes de iniciar la lectura, como un gesto simbólico, se entronizó la Biblia y fueron colocados algunos símbolos de lo que significa la Palabra de Dios: un pan, que hace referencia a la frase ‘no sólo de pan vive el hombre…’; miel, que simbolizó la dulzura de la Palabra de Dios, y finalmente sal y una vela, que simboliza el deber cristiano de ser “sal de la tierra y luz del mundo”.
El primer turno de lectura correspondió al padre Cesar Campa, y luego otras personas continuaron con la lectura de los Textos Sagrados.
Al finalizar las 24 horas de lectura, el padre César invitó a todos a no olvidar que Dios habla de muchas formas, pero una manera muy eficaz, es a través de la Sagrada Escritura, por lo que invitó a todos a no descuidar la práctica de la lectura.
“No busquemos mensajes de Dios en otros lados que no son ni propios, ni católicos. Años atrás las personas se organizaban en círculos bíblicos…qué mejor que agarrar nuestra Biblia con mucha humildad, con mucha sencillez y empezarla a leer y que Dios ilumine nuestra vida con su Palabra”, puntualizó.