Ana María Ibarra
Con un corazón dispuesto a la escucha de la voz de Dios, servidores parroquiales del Decanato Dios Padre, vivieron un retiro kerigmático de reavivamiento, donde, a través de varios temas, se reencontraron con el amor de Dios, además de vivir un encuentro de unidad y fraternidad entre hermanos.
Encuentro con Dios
Fue el pasado fin de semana, 19 y 20 de agosto, cuando aproximadamente mil servidores de las parroquias Dios Padre, San Martín de Porres, La Virgen de la Luz, El Señor de los Afligidos, Santa Teresa de Jesús, Santo Toribio de Mogrovejo y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se reunieron en el gimnasio del Instituto México para el retiro.
Durante el evento, los asistentes participaron de momentos de alabanza, oración, meditación y temas que los hicieron volver al primer amor y al compromiso de entregar su vida y su servicio a Dios, a quien reconocieron como el Señor de sus vidas.
David Blancas, José y Cecilia Medrano, Francisco y Margarita Contreras, y Erika Meza, fueron quienes, con sus reflexiones, adentraron a los servidores al encuentro con el Señor.
Además, el evento contó con la presencia de los párrocos de cada una de las comunidades. La organización y ambientación del retiro estuvieron a cargo del padre Jorge Iglesias, párroco de Dios Padre, y su equipo de evangelización, quienes amorosamente asumieron el compromiso y lograron un ambiente propicio para el encuentro entre Dios y sus servidores.
Antes de concluir el evento, el padre Mario Manríquez, párroco de Santa Teresa de Jesús y vicario diocesano de pastoral, mostró a los servidores el Plan Diocesano de Pastoral, motivándolos a trabajar con entusiasmo en las Comisiones y dimensiones que les corresponde, primeramente a nivel parroquia, para lograr un trabajo a nivel decanato y, por consiguiente, a nivel diocesano.
Los servidores y líderes parroquiales salieron del evento con toda la disposición de continuar con su servicio, pero también consientes de los grandes retos que implica seguir a Jesús y trabajar por su Reino.
Motivados por el obispo
Para concluir el retiro, los asistentes participaron en la celebración eucarística presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos, quien vio a bien la iniciativa de los sacerdotes del decanato para llevar a cabo el evento.
A la luz del evangelio, el obispo resaltó que en su infinito amor, Dios elije a su pueblo y sale al encuentro de todos, para que a través de él se abran las puertas de la salvación.
“Hoy Jesús se encuentra con esa mujer cananea. Esa mujer se encuentra a Jesús con fe. Debemos tener una fe como esa mujer, que Jesús diga qué grande es la fe de este decanato, que no te desanimes ante las dificultades, ante los silencios de Dios. Él quiere que esa fe crezca”, expresó el obispo.
También motivó a los servidores a confiar en Cristo, a acercarse a Él con amor y con fe.
“Hoy estamos ante Jesús. Hay que pedirle ser una Iglesia, un decanato en salida, ir a misionar, ir más allá, que como decanato salgamos a otras regiones. Abrámonos a la gracia de Dios en nuestra diócesis, en nuestro decanato, en nuestra parroquia. Hay que ir a predicar el evangelio, testimoniarlo con amor”, motivó el obispo.