Esto atestiguó el obispo sobre el padre Hesiquio Trevizo en su misa de exequias, que se realizó en presencia del presbiterio, diáconos, amigos y familiares que le dieron el último adiós…
Diana Adriano
Con una profunda tristeza, pero con esperanza en la resurrección, la comunidad diocesana de Ciudad Juárez despidió al padre Hesiquio Trevizo, párroco de Jesús Maestro, quien la madrugada del 1 de mayo fue llamado a la presencia de Dios.
Fue el obispo, don José Guadalupe Torres Campos, quien presidió la misa de exequias el pasado martes 03 de mayo, con la presencia de todo el presbiterio, seminaristas, diáconos y religiosas.
La celebración se realizó en la parroquia El Señor de la Misericordia, a la cual acudieron también familiares del presbítero y decenas de feligreses, bienhechores y amigos cercanos que compartieron con él su servicio y entrega a Dios.
Testimonio de Cristo
Al comienzo de la celebración, se encendió el cirio, símbolo del cuerpo glorioso de Cristo Resucitado, y se colocaron las vestiduras sacerdotales en el féretro.
«Mira Señor con misericordia a tu hijo, Hesiquio, que mientras presidía en tu nombre la asamblea a los fieles, llevaba estas vestiduras de fiesta y concédele que ahora, revestido con tu Santa Gloria, te celebre con tus santos, eternamente”, mencionó el obispo.
Después de la lectura del Evangelio, el obispo dirigió su homilía ofreciendo sus condolencias a los familiares del sacerdote, quien era muy querido por toda la comunidad.
“La vida eterna consiste en conocer y amar a Dios, a su Hijo Jesucristo, y esa vida comienza aquí. Nuestro hermano Hesiquio Alfonso Trevizo, desde su bautismo vivió esa comunión con Dios, y hoy, como decimos, está gozando en plenitud esa vida eterna de amor que inició aquí en la tierra”, reflexionó el señor obispo.
De la misma forma, don Guadalupe resaltó cómo el padre Trevizo fue un testimonio vivo de Cristo.
“Desde sus primeros pasos allá en Matachí y después como seminarista, como presbítero y durante todo su ministerio, el padre se dedicó a predicar y anunciar a Cristo con amor”.
Seguir en oración
Dirigiéndose a su pueblo, monseñor Torres dijo que el padre Hesiquio siempre procuró un encuentro muy íntimo con Dios, y esa cercanía, combinada con su amor a la Sagrada Escritura, lo llevaron a ser un gran conocedor de la Palabra.
“Ese conocimiento tan grande que tenía, no solo se lo quedó él, sino que lo hizo testimonio y predicó a Jesús; como misionero lo dio a conocer. Vivió la Vida Eterna desde aquí y sabemos que hoy goza de esa Gloria”, añadió el obispo.
Por otro lado, explicó que en la confianza de este Tiempo Pascual, Dios da a los cristianos la esperanza por la Resurrección y por una nueva forma de vida, por ello, invitó a todos a seguir en oración por el presbítero.
Concluida la celebración, don Guadalupe agradeció a Dios lo que ha dado a la diócesis a través del ministerio sacerdotal del padre Hesiquio, quien fungió por muchos años como su vocero.
Acto seguido recitó las últimas oraciones del rito de exequias, e hizo la aspersión del agua sobre el féretro.
Familiares del presbítero, confirmaron que las cenizas del querido padre Hesiquio, reposaran en su lugar de nacimiento en Matachí, Chihuahua.
Descanse en paz.
Frases
“Primero, quiero dar un agradecimiento muy grande por su sacerdocio. En nombre de la diócesis y de todos los fieles y de los sacerdotes, un agradecimiento a él y a Dios por su capacidad, sus enseñanzas, sus participaciones y porque pasó muchos años en el presbiterio preparando las homilías para nosotros.
Personalmente, quiero darle mucho agradecimiento porque siempre me manifestó aprecio, cariño y mucho respeto. Y finalmente, una petición a nuestro Señor, para que le premie todos sus esfuerzos por todo el bien que hizo en su nombre, amén.”
Monseñor Isidro Payan, sacerdote fundador de la diócesis
“Estamos aquí porque le tenemos mucho agradecimiento al padre. En muchas ocasiones, cuando lo necesitábamos nos apoyó económicamente y espiritualmente, siempre estaremos en deuda con él.
Hoy en un gesto de agradecimiento y cariño, oramos por él y por toda su familia, para que Dios los consuele y los conforte”.
Sor Clara Saucedo, Clarisa Capuchina
“El padre Hesiquio me dejó un legado en toda mi vida, yo lo admiro desde niño. Un gran formador, muy cariñoso cuando tenía que serlo y muy duro cuando tenía que serlo, y se le agradece. Sabía cómo nadie educar, formar y hacernos personas de bien, sin duda deja un gran vacío. Siempre se mostró muy estudioso, y no faltaba un día en el que no nos enseñara algo.
Fue mi párroco, mi pastor, padre espiritual y siempre va a formar parte de mi vida. Me deja muy marcada su gran devoción a María Niña, recuerdo con gran cariño como enseñó a todos los de la comunidad a amar a María Niña».
Ing. Julio Fernández/ Colaborador del padre Hesiquio
Servicios en su ministerio sacerdotal
1975-1976: Maestro en el Seminario de San Juan de los Lagos.
1976-1977: Vicario cooperador de la Diócesis de Ciudad Juárez.
1977-1982: Párroco en San Buenaventura, Chihuahua.
1982-1984: Estudio licenciatura en Teología Bíblica en Roma, Italia.
19 Noviembre 1984: Llegó a la Diócesis de Ciudad Juárez.
08 de febrero 1992: Párroco de la parroquia Jesús Maestro.
1994: Canciller y notario en el tribunal eclesiástico.
1995: Director de la escuela de teología para seglares.
18 de marzo 1995: Prosecretario.
10 agosto 1995: Secretario particular de don Renato Ascencio León.
13 diciembre 1995: Responsable para tramite de terrenos.
2001: Misas en Canal 44
2002: Maestro de teología en el Seminario.
29 septiembre 2003: Solicitó su incardinación.
23 febrero 2004: Indulto de exclaustración de los Misioneros de la Natividad de María.
25 abril 2007: Miembro del consejo ciudadano de seguridad
15 octubre 2009: Director espiritual del Movimiento Familiar Cristiano.
09 de marzo 2015: Incardinación a la Diócesis de Ciudad Juárez.
13 marzo 2017: Encargado diocesano de la oficina de prensa.