- La pandemia del Coronavirus es una realidad global que nos ha tomado por sorpresa y que nos ha hecho cambiar nuestro estilo de vida en un abrir y cerrar de ojos.
Aquí algunos consejos para salir avantes en este cambio de vida.
Dr. Oscar Esparza del Villar/ profesor-investigador
Entre los cambios están que nos han pedido que nos quedemos en casa y salgamos lo menos posible para protegernos de este virus. Este aislamiento que debemos de guardar puede llevar a algunas personas a sentir algún tipo de ansiedad o tristeza. Por esta razón ofrecemos esta serie de consejos para ayudarnos a adaptarnos mejor a este encierro, sobre todo para aquellos que están batallando más con esto.
1.Prevención
La mejor cura actual para el coronavirus es la prevención. El coronavirus se ha hecho presente en varios países, incluso en países de primer mundo, en donde el resultado siempre es el mismo; la mayoría de la gente sobrevive, pero una fracción muere, y aunque este porcentaje es mínimo, es suficiente para saturar los hospitales. A pesar de que algunos países ya están poniendo a prueba algunas vacunas, hasta ahorita no hay cura para este virus. Como dicen los médicos, la mejor cura para cualquier enfermedad es la prevención, esto mismo se aplica al coronavirus. Hasta el día de hoy la única cura es la prevención, así que hay que tomar en cuenta las indicaciones que nos dan, y estar conscientes de que si estamos encerrados es por que estamos previniéndonos, curándonos, del coronavirus. No hay que alarmarnos, pero sí hay que protegernos. Como dice el dicho, “A Dios rogando y con el mazo dando”: pedimos a Dios que nos proteja, pero también hacemos lo que está de nuestra parte para protegernos.
- Orar y rezar
La oración, los rezos, y vivir la misa por televisión, traen tranquilidad a nuestra alma. Es necesario que durante el día apartemos un momento en donde podamos sentarnos, sin distracción alguna, y podamos entablar una plática con nuestro Padre Dios, con nuestro Señor Jesucristo, con el Espírito Santo y con nuestra madre la Santa María Virgen. Es bueno que en un lugar de la casa haga un altar con imágenes religiosas, algún cirio o vela, y nos acostumbremos a rezar en ese lugar. El rezo del Rosario ayuda bastante a fortalecer más nuestra relación con Dios y la Virgen María, además de que también trae paz a nuestra alma. Cuando lo rece, no lo haga apurado, tómese su tiempo, y si es de ayuda, vea en Youtube videos del rezo del Rosario que cuentan con cantos y música de fondo que ayuda en nuestra plática con Dios y su madre. Ponga en las manos de Dios este tiempo, sus preocupaciones, sus inquietudes, a su familia, a las personas que se encargan de cuidar a los enfermos, y dele gracias a Dios por todo lo que tiene y le ha dado hasta ahorita.
- Tener una rutina diaria
Siendo algo tan sencillo, la rutina puede ayudar a sentirnos mejor. La ciencia nos indica que la felicidad en el ser humano se puede aumentar al cumplir metas, al obtener logros. Entre más grande sea la meta que se alcanza, más es la satisfacción, por ejemplo, el haber terminado alguna licenciatura nos da una sensación de logro grande. Sin embargo, las metas pequeñas también dan una sensación de logro y satisfacción, y levantan el ánimo de las personas. Por esta razón es importante hacernos una rutina diaria. Acostúmbrese a levantarse, así como dormirse, siempre a una misma hora. Después programe su desayuno, o un baño. Vístase como si fuera a salir y ponga una hora para hacer comida, recoger la casa, hacer trabajo, jugar o ver televisión, etc.. Cada uno, según sus necesidades y sus costumbres, programe su día. Si usted tiene un programa de actividades diarias, cada vez que las vaya cumpliendo, va a sentir un pequeño logro que puede levantar el ánimo. Por ejemplo, si lavar los trastes es las 11am, cuando termine de lavarlos, va a sentir que cumplió con su plan y se va a sentir bien con ello mismo. Planee su día, y si los fines de semana es cuando usted acostumbraba a relajarse o divertirse, entonces siga con esa misma rutina en los fines de semana y descanse haciendo cosas distintas al resto de la semana.
- Procurar y fortalecer nuestras amistades
El ser humano es un ser social que no debe de estar solo, sobre todo en estos tiempos difíciles. Las redes de apoyo social, como la familia y las amistades, levantan nuestro estado de ánimo y fortalecen nuestra alma. Si bien no podemos visitar físicamente a las personas que no viven con nosotros, sí podemos llamarles por teléfono o utilizar las redes sociales para hacer una video llamada, la cual puede ser muy divertida si usamos los filtros en la comunicación. Busque a las personas en las cuales confía más, o las cuales le dan paz y le hacen sentirse mejor. Aprovechemos las nuevas tecnologías para sentirnos más cerca de las personas que más extrañamos. Cuando conversemos, no sólo hablar del coronavirus, busque tener otros temas de conversación para que le ayuden a distraer su mente en otras cosas y pueda sentir un poco más de paz.
- Amar
Jesús nos pidió que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. También nos pidió amar a todos inclusive a nuestros enemigos, porque para Jesús el amor trasciende el sentimiento y se basa en un compromiso de dar sin esperar nada a cambio, de ser buenos con los demás, aunque nos hayan hecho algún daño. En este sentido, Dios nos pide que amemos a los que se encuentran en casa junto con nosotros, a tenerles paciencia, a dialogar con ellos, a perdonarlos, a no ser enojones y no molestarlos por cualquier cosa. Debemos de llevarnos bien con las personas de nuestra familia que viven con nosotros y pedirle a Dios que nos llene de su amor para amar como él ama a los demás, y así nosotros amar a los que están a nuestro lado. Sea paciente, sea amoroso, perdone, busque la reconciliación, y busque llevar la fiesta en paz, en el nombre de Jesús.
- Buscar proyectos nuevos
En caso de que se encuentre aburrido, busque algún proyecto que pueda emprender, como intentar cocinar con una receta nueva, leer un libro, recoger o arreglar algo en la casa, tomar algún curso en línea, o terminar ese proyecto que tiene mucho tiempo que no termina debido a la falta de tiempo. Cultive su espíritu leyendo la biblia, libros de santos o de la Iglesia, de los cuales podemos aprender y pueden fortalecer nuestro espíritu.
- Ver este encierro como una oportunidad y no una desgracia
Cuando Jesús estuvo en la cruz había dos ladrones a su lado. Uno de ellos retó a Jesús en su desesperación y el otro le pidió a Jesús que se acordara de él cuando estuviera en el paraíso. El que renegó de Dios murió en la desesperación y el que se encomendó a Jesús ese mismo día fue recibido en el Reino de los Cielos. Tome este tiempo como un momento de aprendizaje, cambie el chip negativo que pueda traer en su mente, e intente de vivir este tiempo como un tiempo de acercarse más a Dios, de confiar más en Él, y de estar agradecido por todo lo que él nos ha dado en nuestra vida. Todo eso que ahorita no puede hacer o no puede tener porque no puede salir, valórelo, porque muchas veces estas cosas pequeñas, cuando no las tenemos, vemos la gran importancia que tienen. Una vez que pase todo esto, déle gracias a Dios por que nuevamente puede disfrutarlas y valore hasta lo más pequeño que a veces nos parece que es algo sin importancia. Pídale a Dios paz, esperanza y fortaleza para salir de este momento, fortalecido en el Señor.
- Recordar que la libertad viene de adentro y no de afuera
Para ser libres nos liberó Jesús, y esa libertad libera nuestra alma y no se nos quita al estar dentro de nuestra casa. La libertad es también cuestión del corazón y nuestra mente, y por esta razón no piense en que no puede salir. Más bien piense en que sí puede salir, pero ahorita no, por protección de su salud, y que ya llegará el momento de salir a donde le plazca. Aunque esté en casa, aprenda a sentirse libre decidiendo cómo es que usted quiere aprovechar su vida. Decida qué comerá, qué vestirá, con quién hablará, qué música escuchará, entre muchas cosas, cada día, y sea libre en el interior de su casa.
- Controlar la información
En estos tiempos de grandes avances tecnológicos tenemos acceso a gran cantidad de información, como nunca se había tenido. Podemos enterarnos de las noticias por el periódico o agencias noticiosas, pero también por la información que las personas comunes y corrientes comparten en las redes sociales de primera mano. Sin embargo, también es cierto que, así como hay mucha información al alcance de nuestras manos, también hay mucha desinformación, cosas que no son ciertas o cosas que son parcialmente ciertas, las cuales pueden ser igual de dañinas. Le aconsejo que busque una fuente confiable como la página de la Organización Mundial de la Salud o la página del Gobierno Federal del Coronavirus, las cuales cuentan con información precisa y verídica de acuerdo al tema del virus. Si la información que usted recibe no se encuentra en estas páginas confiables, es probable que lo que esté escuchando o leyendo no sea cierto y pueda ser contraproducente para su salud.
- Hacer cosas que nos gustan
Por último, usted se conoce mejor que cualquier persona y sabe qué cosas le gustan hacer para distraerse o para edificarse. Hágalas y disfrútelas. Fomente sus hobbies y permita que estos le distraigan o le traigan paz aprovechando el tiempo que antes no tenía y que ahora lo tiene e