- En agosto, cuando además del Día del abuelo también se celebra el Día del joven católico mexicano, Presencia quiso presentar una historia de encuentro generacional que nos enseña sobre cómo las raíces y el amor pueden guíar el futuro de la juventud actual.
Presencia
Actualmente son cada vez más los abuelos que se quedan a cargo de los nietos, pues los padres deben salir a trabajar. Esto los convierte en personas clave en el buen funcionamiento de la familia, pues no sólo se hacen cargo del cuidado material, sino que con su experiencia de vida enriquecen a las nuevas generaciones.
Y aunque cada vez más se hace visible la necesidad de que se asuma este cuidado como una actividad remunerada para los abuelos, lo cierto es que en la cultura mexicana converge de uma forma muy natural y desinteresada este encuentro de generaciones.
No obstante, también se reconoce el esfuerzo que aportan los abuelos a la familia y a las nuevas generaciones, y en buena parte debido a ello, en México cada año se festeja el Día del Abuelo (28 agosto).
Abuelos y jóvenes
Este encuentro de generaciones a través del cuidado abuelo-nieto en ocasiones se prolonga hasta la edad adulta de los nietos, y hay experiencias en las que la convivencia intergeneracional construye verdaderas historias de amor.
En agosto, cuando además del Día del abuelo también se celebra el Día del joven católico mexicano, Presencia quiso presentar una de estas historias.
Una historia
Aide Margarita Escobedo tiene 62 años de edad, y ella ha cuidado a su nieta Diana Laura desde que era una bebé, pues su mamá tenía que salir a trabajar
Hoy, cuando Diana Laura tiene 24 años de edad, ella y su abuela viven juntas y han compartido un sinnúmero de experiencias que les han permitido crecer en espíritu y amor filial, también gracias a la fe y formación católica que comparten.
A pesar de ser dos generaciones distintas, podría pensarse que Aide y Diana están condenadas a no entenderse, sin embargo, como ellas mismas lo aseguran, se atraen como imanes que se buscan y encajan a la perfección.
“Mis abuelos me cuidaban desde que era una bebé, ya que mi mamá salía a trabajar. Desde entonces comencé a tener una relación muy cercana con ambos”, relató Diana Laura, quien es servidora en la pastoral Juvenil de la diócesis local.
“Ellos son mis segundos papás, al fallecer mi abuelito, mi relación con mi abue se hizo más fuerte y ahora la veo como mi mejor amiga”, agregó.
“Mi nieta me ha ayudado a comprender muchas cosas de la actualidad, como la tecnología, por ejemplo. Ella tiene ya seis años que se vino a vivir conmigo y cada día es una oportunidad para brindar mi ayuda y mi experiencia en el inicio de su vida adulta”, explicó por su parte Aide a quien, como dice, tampoco le estorba la ayuda extra que le da su nieta en las labores del hogar, a pesar de que aún las fuerzas suficientes para realizarlas.
Preguntas para dos generaciones
Aidé y Diana respondieron a estas preguntas de Presencia, para darnos una idea del pensamiento de dos generaciones distintas, a quienes les ha tocado vivir diferentes realidades, pero hallan enseñanza mutua que las ayuda a superar los retos que les presenta la vida en la etapa que viven.
¿A qué edad comenzó a trabajar y se hizo independiente?
Aide– Comencé a trabajar cuando tenía 20 años, ya que ya tenía a mis bebés y necesitaba para brindarles el alimento y la vestimenta, su papá me ayudaba, pero pues así ya conseguíamos un dinero extra.
Diana.- Mi primer trabajo fue a las 12 años siendo cerillita en un centro comercial y a los 18 años comienzo más mi independencia metiéndome a trabajar en una maquiladora para juntar el dinero que me faltaba para entrar a la universidad.
¿Qué piensa de cómo los jóvenes de hoy entran al mundo productivo?
Aide– Está muy bien, porque como jóvenes quieren traer dinero para comprar sus cosas, lo malo está cuando comienzan a trabajar y les gusta el dinero y debido a eso dejan los estudios. O cuando les ofrecen un trabajo donde obtienen mucho dinero, pero no es correcto lo que hacen.
Diana.- Yo creo que los jóvenes de hoy en día tratamos de ya no depender tanto de nuestros padres, y por esta razón buscamos diversas maneras para conseguir lo que deseamos y hacerles la carga un poco menos pesada.
¿Qué posibilidades había de estudiar y cómo lo hizo?
Aide– Mi familia gracias a Dios si tenía a la oportunidad de mandarme a la escuela, que era algo que no todos podían hacer, sin embargo, a mí no me gustaba ir. Recuerdo que me alistaba para ir, pero me escapaba al parque todo el día y regresaba a la casa hasta que ya se terminaban las clases para que mis papás no sospecharan, pero un día mi mamá me descubrió y decidieron ya no mandarme así que sólo llegué a tercero de primaria.
Diana.- Gracias a Dios mi familia me brindo todas las posibilidades de estudio perdiéndome llegar hasta la universidad, respetado la carrera que elegí a pesar de que al principio no estuvieran de acuerdo.
¿Qué son para usted sus amigos y cómo se divertía con ellos?
Aide– Al haberme casado a los 17 años tuve muy poco tiempo para salir y divertirme con amigos en mi juventud, ya que ya tenía a mis hijos, una casa y un marido del cual me tenía que encargar. Pero yo creo que un amigo es aquel que te da su confianza, su afecto y no tiene un interés de por medio, es la familia que tú eliges.
Diana.- Para mí, mis amigos son mi tesoro, como dice la Palabra, son las personas que me motivan a hacer cosas nuevas y que juntos nos apoyamos, nos divertimos y a pesar de saber que tienes defectos no le interesa señalártelos.
Antes de la pandemia nos divertimos saliendo de fiesta, organizando reuniones, yendo al cine y ahora que no nos podemos ver, todos los viernes e la noche realizamos nuestras videollamadas en grupo.
¿A qué edad tuvo novio?
Aide– Mi primer novio lo tuve a los 15 años, Jesús Espiridión Adriano y fue con la persona con la que estuve casada 32 años, hasta que falleció.
Diana.- Mi papá me dijo que hasta que cumpliera los 15 me iba a dejar tener novio, así que durante mi fiesta de XV se lo presenté.
¿Qué piensa de los noviazgos de hoy?
Aide– Yo pienso que los jóvenes de hoy se toman un poco más su tiempo para saber qué es lo que realmente quieren de la persona con la que compartirán el resto de su vida y no sólo se casan por salirse de su casa, como fue mi caso. Y eso es bueno.
Diana.- Los noviazgos en la actualidad se viven en coherencia a los valores que tienen como personas, muchos son los noviazgos jóvenes que son libres de demostrar su personalidad, su amor de una manera sana, tratando de encontrar a la persona con la que se pretenden casar, pero siempre hay las excepciones.
¿Qué piensa de cómo los jóvenes de hoy ven la sexualidad?
Aide– Hoy se han perdido un poco los valores de antes, quizá ya soy muy anticuada, pero en mis tiempos la persona con la que se entregaba uno era para toda la vida, que había sus excepciones. Hoy hay tantos métodos para prevenir embarazos y cosas para cuidarse, y está bien, pero pienso que sólo incitan a los jóvenes a iniciar con su vida sexual a una temprana edad.
Diana.- Para los jóvenes en la actualidad yo creo que es un poco más complicado vivir en la castidad, ya que cada vez la sociedad lo vende como algo común, algo natural que no tiene nada de malo, sin embargo, debido a esto cada vez vemos a más jóvenes embarazadas a temprana edad.
¿Cómo se veía en su tiempo de juventud la homosexualidad?
Aide– Era un tema que no se tocaba tanto como hoy en la actualidad, era una sociedad muy conservadora y por ello la persona que se proclamaba homosexual abiertamente, era vista de mala manera y discriminada.
Diana.- En la actualidad las personas de la comunidad LGBT cada vez más van consiguiendo apoyo y respaldo de los jóvenes, quienes tratan de eliminar la homofobia en la sociedad y se han abierto más al tema. Sí bien muchos no comparten sus ideologías, están de acuerdo de que el respeto debe ser para todos.
¿Consumió drogas? ¿Cómo podían conseguirse en su tiempo? ¿Qué piensa de las adicciones?
Aide– No consumía drogas ilegales, pero desde muy chica comencé a fumar y hasta la fecha aún lo sigo haciendo, es algo que a pesar de que lo he intentado dejar, no he podido.
El alcohol y los cigarros los menores los conseguían muy fácil, sólo era cuestión de tener un amigo mayor que te los procurara. Yo comencé muy joven con el cigarro y no sabía la dependencia que iba a tener. Las otras drogas yo no sé si era fácil o no conseguirlas, pero creo que era un poco más complicado que ahora. Lamentablemente en mi colonia ahora no pueden pasar ni cinco minutos para que veas a un joven drogándose con agua celeste o que te llegue el olor de un cigarrillo de marihuana.
Diana.- Lamentablemente en la actualidad es muy fácil conseguir drogas, ya que las encontramos en todos lados y ahora con las redes sociales se facilita mucho más.
¿Qué es para ti tu fe?
Aide. – Mi fe para mí es la manera de estar cerca de Dios y estando bien con él, todo lo demás en tu vida lo estará
Diana. – La fe para mí es la certeza de que hay un Dios que nos ama y que tenemos que confiar plenamente en él
¿Cuál es la importancia que le das en tu vida?
Aide.-Para mí es muy importante y trato de darle el tiempo que se debe, a pesar de que estamos en cuarentena siempre buscamos de encontrar un momento de encuentro con él desde nuestro hogar.
Diana.-Es demasiado importante porque mi vida gira al rededor de Cristo y trato de siempre ser un testimonio vivo de él.