Frase…
¿Dónde está tu hermano/a? Gen 4,9
Blanca A. Martínez
Testigos de lucha constante de muchas mujeres que recurren a la prostitución para sobrevivir, religiosas Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor realizan en Ciudad Juárez una valiosa intervención social y acompañamiento integral a mujeres en situación de prostitución y de trata con fines de explotación sexual.
En entrevista con Presencia, las hermanas María Enriqueta Valdés Leyva y Ma. Genoveva Ochoa Castrejón compartieron su visión sobre el flagelo de la Trata de personas, por cuyas víctimas hoy -y siempre- todos los católicos estamos llamados a orar.
Ellas hacen presente en Ciudad Juárez el carisma de sus fundadores, el Obispo José María Benito Serra (Benedictino) y la Madre Antonia María de Oviedo y Schonthal (Educadora), consistente en “caminar al lado de las mujeres inmersas en contextos de prostitución, recorriendo juntas/os sendas de redención y liberación”.
Su misión en Juárez
La acción pastoral que estas religiosas realizan está inserta en el Proyecto llamado Cihuatl, que en lengua náhuatl significa “mujer” y cuya persona jurídica en México es el Instituto Pro-Infancia y Juventud Femenina A.C.
“Es un proyecto de intervención social y acompañamiento integral a mujeres en situación de prostitución y de trata con fines de explotación sexual, junto con sus hijos/as. Desde esa intervención y acompañamiento integral tenemos como objetivo contribuir a su empoderamiento espiritual, psicológico, político, social y económico, garantizando así el cumplimiento y la apropiación de sus derechos como ciudadanas y mujeres”, dijeron en la entrevista.
Explicaron que la misión del proyecto es “Sensibilizar a la sociedad, grupos e Instituciones con respecto a la realidad de las mujeres vulnerables en situación de prostitución y de trata con fines de explotación sexual, junto con sus hijos/as, creando una red que posibilite responder de una forma más eficaz y eficiente a las necesidades de esta población”.
La misión incluye promover acciones: socio-educativas, de espiritualidad, de organización solidaria, de lucha por sus derechos humanos y por políticas públicas.
En su trabajo ¿Ha sido común encontrar casos de explotación sexual/laboral?
Si retomamos la palabra “común” no es fácil encontrarlos, ya que las personas inmersas en Trata con fines de explotación sexual no lo expresan abiertamente ni están conscientes de que son víctimas de este flagelo. Tenemos conocimiento de algunos casos y las personas afectadas no se atreven hablarlo abiertamente, mucho menos denunciarlo, por tanto nosotras respetamos su momento, ya que trabajar este problema requiere tiempo, comprensión, dedicación y amor.
En cuanto a lo laboral y desde la experiencia de varias mujeres que han trabajado en algunas maquilas y en algunas empresas de limpieza, podemos afirmar que en Ciudad Juárez existe la explotación laboral, y puede verse desde los bajos salarios, las incompletas prestaciones sociales, los horarios de trabajo que rebasan las 8 horas reglamentadas, la retención del salario, los contratos que les obligan a firmar cada cierto tiempo para que no generen antigüedad, la facilidad con que les suspenden o corren de sus trabajos. Al final, esta presión económica es tan fuerte que termina colocándolas en un estado de mayor vulnerabilidad ante el crimen organizado y ante el sórdido mundo de la prostitución. Opinamos que es importante estar al pendiente de dicha situación laboral, ya que se podría llegar a legalizar esta forma de explotación sin que nos demos cuenta.
¿Qué atestiguan desde su servicio?
Vemos la lucha constante de un sinfín de mujeres que recurren a la prostitución para sobrevivir y parte el alma observar que va en aumento el número de personas ejerciendo prostitución, tanto mujeres como hombres, sin embargo predomina la presencia de femenina. A la par se va acrecentando el consumo de drogas, ya que algunos clientes pagan para que les acompañen solo a consumir. Asimismo, percibimos un grave peligro para nuestros/as jóvenes, pues se escucha de que en varias colonias, personas abordan a chicas jóvenes de cierto perfil y les invitan directamente a ejercer la prostitución prometiéndoles que ganarán mucho dinero. O sea, les manejan la prostitución como un trabajo más, y esto no es así. La prostitución no es un trabajo, tampoco es el «oficio» más antiguo del mundo, sino es la explotación, la esclavitud y la violencia de género más antigua que los hombres inventaron para someter y mantener a las mujeres a su disposición sexual. Por tanto, la prostitución es una forma de explotación que debe ser abolida y no una profesión que hay que reglamentar. Creemos que esta situación amerita un mayor análisis, reflexión y debate público.
¿Cómo enfrentan desde su trabajo pastoral la trata de personas?
Primero, nos nutrimos de la oración para llevar a cabo esta misión confiada, pidiendo a Dios fe, sabiduría, amor, fortaleza, paciencia y esperanza. Segundo, en el trabajo cotidiano del Proyecto Cihuatl, si detectamos algún caso, primero comenzamos a crear un vínculo de confianza con la chica, de tal manera que se produzca una empatía y ella se sienta apoyada y respaldada, que no está sola. Posteriormente, abordamos este problema en conjunto y para ello articulamos esfuerzos con otras Instituciones que trabajan este problema, favoreciendo de esta manera un proceso de acompañamiento acorde a la realidad de la víctima.
También aprovechamos los medios a nuestro alcance para sensibilizar sobre este grave problema y así ayudar a prevenir que más personas engrosen la lista de víctimas. Actualmente buscamos acercamiento con grupos parroquiales sobre todo con jóvenes y niños/as.
¿Ha habido algun caso en especial que las haya marcado?
Todos los casos nos dejan un aprendizaje fuerte en todos los aspectos. Pero hubo uno que nos enseñó que sí es posible hacer justicia en medio de tanto dolor y sufrimiento. Aconteció en Guatemala, donde un grupo de chicas adolescentes fueron rescatadas de un bar donde eran explotadas sexualmente. Las jovencitas estuvieron en el proyecto que teníamos en esa zona fronteriza y se animaron a denunciar al matrimonio que las tenía en situación de trata con fines de explotación sexual. Gracias a Dios se mantuvieron firmes y nosotras las respaldamos hasta que se emitió la sentencia contra dicho matrimonio. Fue un caso que dejó precedentes en cuestión de víctimas de trata en dicho país centroamericano y a nosotras Dios nos mostró con esa experiencia el camino a seguir.
Lo que debemos saber
sobre la Trata de personas
Para las religiosas OSR, es importante que los católicos en esta diócesis, y toda persona, conozcan qué es la Trata de personas y cuál es la diferencia con el tráfico de personas, cómo ocurren estos delitos y aprender a identificar quiénes son los más vulnerables y posibles víctimas. Igualmente conocer las leyes y saber cuáles instancias atienden a las víctimas.
“Aquí tenemos el gran desafío de ser más conscientes de que la trata de personas está cerca nosotros/as y que es importante saber cómo enganchan y controlan a sus víctimas. Tristemente hay muchos casos en que están envueltos familiares y amigos cercanos de las víctimas”, dijeron.
Una invitación
Destacaron que además de la oración, que es vital para esta misión, se necesita también la acción.
Dijeron que es importante promover la cultura de la denuncia y que la Iglesia: congregaciones religiosas, sacerdotes y organizaciones católicas, unan fuerzas para tejer redes y enfrentar juntos este terrible flagelo.
“Se podrían aprovechar los espacios de catequesis y encuentros diversos en las parroquias y colegios. En general, es apostar por la sensibilización y prevención ayudando con ello a que muchas personas no caigan en las redes de estas mafias. El trabajo es arduo pero el Dios de la vida nos anima (Ex. 3,7-8)”, agregaron.
También con la esperanza en que surjan vocaciones tanto laicales como para la Vida Consagrada Oblatas del Santísimo Redentor en esta diócesis, las religiosas pidieron la oración de la comunidad por su proyecto, e invitaron a todos a conocerlo y “sentirlo suyo”.
“Seguimos invitando a hombres y mujeres que se quieran sumar a esta causa y que deseen formar parte del actual equipo de voluntariado; asimismo solicitamos de forma permanente donativos diversos: económico, en especie, artículos para venta de segundas, entre otros”.
Comunidad de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor
Contacto: 656 6124869
Pueden escucharlas en Radio Guadalupana 1240AM
Jueves 11.30am