Diana Adriano
El pasado 29 de diciembre, el presbítero Alfredo Abdo Rohana celebró junto a los feligreses del Santuario de San Lorenzo nada menos que 30 años al servicio de esta comunidad.
Con la presencia de un significativo número de servidores y una representación de fieles, el sacerdote dio gracias a Dios por su ministerio sacerdotal y por su caminar como rector del Santuario de San Lorenzo.
En la emotiva celebración el padre Abdo recordó con mucho cariño su historia al frente del templo dedicado al co-patrono de la diócesis local y, una por una, nombró a las personas que han estado cerca de él a lo largo de estas tres décadas.
Un vistazo al pasado
La homilía fue una amena y humana valoración del ministerio y el trabajo sacerdotal que el padre Abdo ha realizado en estos años, que sirvió para hacer notar las grandes cualidades de este servidor y de la comunidad que encabeza.
“Fue por encomienda del entonces obispo don Manuel Talamás que llegue como rector a este Santuario en 1991. Yo me sentía nervioso pues el padre Aristeo, mi antecesor, llevaba haciendo un muy buen trabajo”, recordó el padre Abdo.
De la misma forma trajo a su memoria a don Juan Sandoval, obispo que le permitió realizar las primeras remodelaciones en el Santuario, específicamente en el altar.
“Fue don Juan Sandoval quien me recomendó construir las criptas en el templo”, explicó el rector.
Fue así que comenzaron los trabajos de remodelación, los cuales duraron seis años, tiempo en el cual también se construyó el comedor, pues el Santuario no contaba con uno, mencionó el padre Abdo. Las construcciones fueron concluidas y bendecidas en el año 1999.
“Son muchas las historias que tengo por compartir, que el tiempo no me bastaría. Pero agradezco a Dios por cada uno de los momentos que me ha permitido vivir y de los laicos que me ha permitido conocer a lo largo de este tiempo”, añadió.
Con un gran cariño y notable alegría, el presbítero también recordó a servidores que lo han acompañado y que ya han partido a la Casa del Padre, por quienes ofreció la celebración, pidiendo su eterno descanso.
Agradece a la Virgen
Como un detalle especial, el padre Abdo entregó una ofrenda floral que colocó a los pies de la Virgen de Guadalupe, como forma de agradecimiento por el cobijo que, dijo, le ha dado la Morenita en su caminar sacerdotal.
De forma solemne, el sacerdote se arrodilló delante de la imagen y durante unos minutos de silencio y en oración personal, siguió pidiendo su intercesión.
Acto seguido, los servidores con mucho cariño entregaron una placa conmemorativa por su aniversario como rector, con la leyenda “Tú, Señor, estás conmigo, me has elegido, me has pedido permanecer en tu amor” de San Juan Pablo II.
Al finalizar, todos ofrecieron un fuerte aplauso y se dispusieron a felicitar al sacerdote.