El 2020 fue un año sin duda difícil y hay muchas expectativas sobre lo que vendrá en el 2021 que ya se asoma. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué actitud debemos asumir ante el Año nuevo 2021, qué esperar?
Como signo de esperanza para el futuro Jesús les dice a los discípulos de Emaús: «¡No tengan miedo! Yo he vencido a la muerte». Y es así como debemos esperar este 2021; con esperanza, tomados de la mano de Jesús resucitado, Él nos dará la fuerza para afrontar los problemas que se vienen después de esta crisis consecuencia del Covid-19. Como jóvenes, tal vez nos hemos sentido desorientados en nuestro trabajo pastoral, desgastados física y mentalmente pero no debe de ser motivo para soltar la mano de nuestro Salvador, al contrario, sigamos trabajando para construir un mundo mejor, sigamos siendo esa generación de esperanza . El Papa Francisco citaba: «El peligro de contagio de un virus debe enseñarnos otro tipo de ‘contagio’, el del amor, que se transmite de corazón a corazón”. Hemos descubierto que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino unidos y cuidándonos unos a otros, seguiremos remando en esta barca que en ocasiones se ve lastimada, pero nunca hundida. Construyamos sobre la roca del bien común, abramos nuestro corazón al Amor de Cristo y dejémonos abrazar por el consuelo de Dios que nos sostiene día a día. Que este año nuevo que hoy el Señor nos regala dedicado a San José, patrono de la Iglesia Universal, nos impulse para seguir fortaleciendo nuestra vida de fe, y que nuestra Señora de Guadalupe interceda por todos nosotros para que desde hoy nos acompañe y nos guíe para que este trabajo pastoral 2021 traiga abundantes frutos para todo el pueblo de Dios.
Gabriel Guzmán Pérez/ Coordinador Diocesano de Pastoral Juvenil
Honestamente cómo sobreviviente de Covid 19, la única actitud que puedo tener es la de humildad y respeto por la fragilidad de la vida humana, resurgiendo de este terrible contagio me es evidente que debo contrarrestarlo con otro contagio, el que se transmite de corazón a corazón, el contagio de la Esperanza de que esto va a pasar y vamos a resurgir mejores, más fuertes y con mayor sabiduría, sobre lo que es el bien común, la importancia del prójimo en mi vida y de que el amor y servicio al hermano son la mejor arma ante cualquier crisis y tempestad que se venga. Sobre ¿qué hacer? Considero que lo principal es no engañarnos pensando que todo va a volver a ser como era antes. Es indispensable abrirnos al cambio de los tiempos, resurgir quitando rutinas de individualismo y saber que el espíritu solidario es el camino, que hay otra opción que enriquece lo que ya teníamos que es: incorporar a la tecnología como un nuevo espacio de oportunidad para el servicio, el trabajo, las relaciones familiares y de amistad, la formación y evangelización. Como nos dice Papa Francisco: “… que está crisis sirva para sacudir nuestras conciencias dormidas y nos lleve a una conversión que ponga la dignidad y la vida en el centro de todo”.
Mtra. Laura Patricia González/ Profesora universitaria/ Catequista
El 2021 nos ofrece ya un panorama muy diverso, si bien esperanzador por los arduos trabajos que se han logrado para mitigar la pandemia, con sentimientos encontrados y con grandes retos que como cristianos tendremos que afrontar, pero también con grandes gracias que nos fortalecerán para eso y más: el Año de san José.
Creo que nuestra actitud debe ser de esperanza, alegría, encuentro, sencillez, humildad, contemplación, discernimiento, silencio y parresía. Este año nuevo nos reta a dar lo mejor de nosotros mismos, a ser hombres y mujeres del Espíritu, pues necesitaremos el don del discernimiento ante las próximas elecciones, en la participación social, los avances tecnológicos y científicos; asimismo la esperanza para seguir afrontando esta crisis sanitaria con paciencia, los trabajos pastorales y las preocupaciones de cada día; la alegría para darle un sentido fresco a nuestra fe y la sencillez para que no perdamos lo que hemos valorado y aprendido.
Busquemos ser humildes, para reconocer que nos necesitamos unos a otros como hermanos; aprendamos a contemplar a Dios en la cotidianidad y en la naturaleza, sepamos guardar silencio para escuchar su voz en la Palabra; y vivamos la parresía, es decir, la audacia, el empuje evangelizador que deja una marca de Dios en este mundo tan diverso y tan complejo.
Este 2021, tenemos un itinerario con san José, quien dejándose llevar por el Espíritu, nos enseña a custodiar el don de Dios y a santificarnos en lo cotidiano. Será, pues, una oportunidad para ser mejores seminaristas, sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos, laicos, familias, matrimonios, jóvenes y niños, para que “encendamos” a nuestra diócesis con el fuego de Cristo que llevamos en el corazón. ¿Cómo? Vamos a descubrirlo en este ¡Feliz año nuevo 2021!
David Hernández/ Seminarista 4to Teología
Este próximo 2021 se encuentra rodeado de incertidumbre en varios aspectos causados por la pandemia. Si bien es cierto el gobierno de México ha manifestado tener un plan de vacunación entre la población, este tardará seis meses, cuándo menos, en abarcar al grueso de la población. El sistema económico en México es incierto y preocupante ya que debido a esta pandemia los cierres parciales de los negocios provocaron una ola de desempleo y de recesión en el país; son varios los negocios que se vieron en la necesidad de cerrar sus puertas al no poder pagar más las nóminas, los servicios, las rentas sin la obtención de ingreso alguno.
Este próximo año estaremos enfrentando grandes retos los cuales debemos de asumir de una manera positiva, pero con gran responsabilidad y madurez. No será un año fácil para el país y por ende para los ciudadanos. Como Cámara Nacional de Comercio estaremos brindando todo el apoyo a los negocios locales para iniciar la reactivación económica que tanto necesita nuestra ciudad y nuestro país; es por eso que debemos apoyar al comercio de manera responsable consumiendo productos locales sin caer en el consumismo. La recuperación económica de México, según los expertos, será hasta a mediados del 2024 es por eso que la responsabilidad la tenemos todos generando alianzas con gobiernos y sectores para salir lo antes posible del embate económico que nos ha traído la pandemia de Covid-19.
Rogelio González Alcocer/ Director de CANACO