Fue colocado ya en la Plaza de San Pedro el monumental árbol de Navidad y nacimiento, que este año es dedicado a revivir el ambiente de la Navidad de 1223, cuando san Francisco de Asís instaló lo que se considera el primer nacimiento o belén…
Agencias
Al recibir a la delegación de los donantes del árbol de Navidad y del nacimiento o belén colocado en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a hacer silencio y oración ante el nacimiento -también el que está en cada casa- para escuchar a Jesús.
En este 2023, cuando se cumplen 800 años desde que San Francisco de Asís escenificó el primer pesebre en el pueblo montañoso de Greccio, a unos 50 kilómetros al norte de Roma, los Nacimientos del Vaticano en la Plaza de San Pedro y en el Aula Pablo VI buscan «revivir el ambiente de la Navidad de 1223.
El pesebre del Vaticano es diferente cada año. Este 2023 fue revelado en una ceremonia en la Plaza de San Pedro el 9 de diciembre, cuando fue encendido el árbol de Navidad.
Habla el papa
Ese día, en el Aula Pablo VI, el Pontífice saludó “a la delegación de Rieti, en cuyo territorio se han realizado las representaciones de la Natividad, y a la del municipio de Macra, en la provincia de Cúneo, de donde -Valle Maira-, procede el abeto blanco elegido como árbol de Navidad”.
“El belén instalado en la Plaza de San Pedro quiere evocar, después de ochocientos años, el ambiente navideño del año 1223 en el Valle de Rieti, donde estuvo San Francisco. Su viaje a Tierra Santa aún estaba vivo en su mente y las grutas de Greccio le recordaban el paisaje de Belén”, continuó el Santo Padre.
Por ello, San Francisco de Asís “pidió representar la escena de Navidad en aquel pequeño pueblo: llegaron muchos frailes de diversas partes y también hombres y mujeres de las casas rurales de la zona, realizando un belén viviente. Así nació la tradición del pesebre tal como la entendemos”.
Indulgencia por 800 años
Como se sabe, al cumplirse este 2023 los 800 años de ese primer nacimiento, el Vaticano ha dispuesto que entre el 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, hasta el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación del Señor, los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria si rezan ante un pesebre en una iglesia franciscana.
Tras señalar que mirar el pesebre debe llevar el recuerdo a Greccio, el Pontífice resaltó que este dirige a Belén, a Tierra Santa, donde aún muchos sufren por la guerra, personas que esperan “nuestra cercanía y nuestro apoyo espiritual” porque “son ellos quienes pagan la verdadera cuenta de la guerra”.
“Ante cada pesebre, también los realizados en nuestras casas, revivimos lo que sucedió en Belén hace más de dos mil años; y esto debería despertar en nosotros la nostalgia del silencio y la oración, en nuestra vida cotidiana, con frecuencia frenética”, subrayó.
El Papa Francisco destacó que el silencio es necesario “para poder escuchar lo que Jesús nos dice desde esa singular ‘cátedra’ que es el pesebre” y la oración permite “expresar el asombro agradecido, la ternura, tal vez las lágrimas que nos suscita la Natividad. Y en todo esto, María es nuestro modelo: ella no dice nada, pero contempla y adora”.
Sobre el nacimiento y árbol…
Además de las figuras tradicionales de María, José, el Niño Jesús, el buey y el asno, las coloridas estatuas de terracota de tamaño natural colocadas en el nacimiento en el Vaticano, representan a San Francisco y a algunos de los personajes principales que lo ayudaron a crear el primer belén en vivo.
La estructura detrás de las figuras es de la roca todavía presente en el santuario católico de Greccio y el fresco pintado sobre él. También se representó el paisaje circundante y los cuatro santuarios franciscanos de esa área.
El pesebre dentro del Aula Pablo VI, donde el Papa Francisco tiene sus audiencias de los miércoles con el público durante los meses del invierno del hemisferio norte, fue hecho de miles de azulejos de vidrio veneciano.
El abeto blanco de 25 metros de altura que se colocó como árbol navideño en el Vaticano proviene de los Alpes italianos, cerca de la frontera con Francia.
En lugar de adornos tradicionales, el árbol está decorado con miles de edelweiss, una flor blanca de montaña que crece en los Alpes y otras zonas de gran altitud y a la que también se le conoce como “flor de las nieves”.