Presencia
Estudiantes adolescentes en México reprobaron en matemáticas, lectura y ciencia, de acuerdo a los puntajes obtenidos en la Prueba PISA que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo 2023. Esta prueba evalúa los conocimientos y habilidades de estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias.
Los resultados, dados a conocer a inicios de este mes de diciembre, revelan que los estudiantes mexicanos obtuvieron puntuaciones inferiores al promedio de la OCDE, y que retrocedieron en los datos recopilados en 2018, por lo que México ocupó el lugar 51 de 81 países en estas tres materias
Diversas reacciones han causado estos resultados y por ello la pregunta de esta semana es:
¿Cómo podemos interpretar estos resultados y cómo se podrían revertir?
La prueba PISA es un evaluación internacional que mide a los estudiantes en las materias indicadas, y con base en esto, a los sistemas educativos de cada país. La evaluación presenta una calificación objetiva de conocimientos y la capacidad de utilizarlos en los problemas prácticos. No hay que interpretar nada. Reprobamos.
Al evaluar el sistema educativo mexicano, esto responde a la pregunta de a qué se debe. El sistema está mal. En esto hay que distinguir entre el sistema, y los maestros, que a pesar de las deficiencias del sistema cumplen su vocación magisterial.
La solución es más compleja, porque no solamente es un asunto del sistema educativo, o de las escuelas. Comienza en los padres de familia, en la misión educativa de los papás, en ello está la educación informal, en la que la educación se trasmite en la vivencias de los valores familiares.
En la escuela se realiza la educación formal con la trasmisión de conocimientos de una forma gradual, sistemática, armónica, proporcional e integral, conforme a las disciplinas científicas. Esto es lo que define el arte educativo en la pedagogía y las técnicas educativas en la didáctica.
El Episcopado Mexicano presentó un documento que se llama “Educar para una nueva sociedad”, el cual responde a lo que el Papa Benedicto XVI llamo la emergencia educativa.
Este documento comienza con el fundamento de la educación que es la persona, la cual debe ser educada de manera integral en todos los aspectos de su naturaleza. Señala las obligaciones de los involucrados en la tarea educativa, papás, maestros, escuela, Estado e Iglesia y los retos a los que en esta época se enfrenta la educación. El documento es más actual que nunca. Habría que releerlo.
Pbro. Antonio Cerda, CCR/ Pastoral Educativa DCJ
Son evaluaciones estandarizadas, son datos muy duros pero el detalle que tenemos específicamente para nuestro país, como no tenemos vinculación entre escuelas oficiales y particulares respecto a sus resultados, por eso es que en parte salimos en ese lugar. Los efectos post pandemia los tenemos con los padres de familia que no logran todavía ubicar cómo hace tres años estaban trabajando con sus hijos, cuesta mucho la situación emocional en cuanto a que no han sacado toda esa presión a la que estuvieron expuestos trabajando los niños en casa.
Claro y preciso: sentimos que todavía estamos en ese proceso psicoemocional del efecto post pandemia, tanto papás, como niños, eso es uno de los factores que nos afectan.
El otro es que la pandemia nos enseñó, fue un instrumento: la vida digital, pero ahora sentimos que abusamos de la vida digital, estamos en el otro extremo y nos falta ubicar a nuestros padres de familia y alumnos a volver a usarla como herramienta, pero no como un fin.
Todas esas situaciones no nos permiten trabajar como se debe en unas matemáticas bien, en una operación mental y de cálculo, que es en lo que estamos mal, y en esa lecto escritura que estamos volviendo a la campaña de lectura en inglés y español; (en el caso de los colegios bilingües) porque es lo que tiene que poco a poco ayudarnos a elevar el nivel.
Y repito, la prueba Pisa es un instrumento para ubicar y comparar, pero no puede predecir los resultados en cuanto a que en cada país es diferente.
Lo que nos queda como experiencia es que con la Nueva Escuela Mexicana los instrumentos de evaluación y enseñanza respecto a las matemáticas y lecto escritura, no son tan precisos, a los maestros, junto con los papás, nos queda aplicarnos en las matemáticas, en esas operaciones básicas, en ese cálculo mental y en la lecto escritura, en ese apoyo a leer más y al manejo que como consecuencia nos da una buena ortografía y una buena comprensión lectora.
Prof. Rubén Villalobos/ Director de Colegios Independencia e Ignacio Zaragoza
Obviamente este tema debe ser tratado por especialistas en el campo de la educación y la pedagogía. En esta opinión, el tema de la educación de los niños y jóvenes es un asunto muy delicado y controversial, hay quienes dicen que se trata de tan solo mantener y preparar la fuerza laboral del país para mantener el modelo económico en turno; hay quienes dicen que se trata de un asunto que debe ser exclusivo de las escuelas y quienes dicen que debe descansar en la casa, en el seno familiar. Un servidor se inclina en que debe partir desde casa, ser reforzado en la escuela y así preparar a los niños y jóvenes para la vida y no solamente para el trabajo, mismo que desde el paradigma de la Revolución industrial y del Capitalismo, este ha sufrido de superespecialización, despersonalización y en, estos tiempos de automatización, gran competencia entre humanos vs humanos y entre humanos vs máquinas. Pero para esas tres áreas que abarcó la Prueba PISA 2022 (matemáticas, ciencias y lectura) ¿De dónde debería partir la educación? Aquí debe ser un ir y venir entre ambas: Escuela-hogar-escuela.
El hogar, el seno de la familia, la célula del Tejido Social, como lo definiera Augusto Comte, desde ahí también se originan los actuales profesores y profesoras de los niños y jóvenes de hoy ¿Cómo anda el interior de esos hogares, de esas familias? Esto es tema delicado y de urgente necesidad de atención. Desde la óptica de la OCDE, los jóvenes mexicanos de 15 años obtuvieron muy baja calificación en la prueba PISA 2022, debemos tomar en cuenta que tanto madres, padres, profesoras y profesores son personas cuyas edades se pueden ubicar en el rango 35-45 años de edad (años menos, años más) pero por lo menos podemos inferir que nacieron en la década de los años 70 y 80 ¿Cómo andaban los hogares, las familias en esos años? Los resultados de la prueba PISA 2022 no son muy diferentes a los obtenidos en la prueba del año 2012. El problema no es nuevo. Las familias mexicanas “tradicionales” o incluso las de diversidad que hoy se pregonan, han tenido que competir, doblar turnos, soñar y trabajar con el modelo tradicional del “éxito” dentro de un país que tiene 50 millones de personas en situación de pobreza ¿Habrá tiempo para dedicarlo a que las hijas, los hijos, refuercen sus conocimientos en matemáticas, ciencias y lectura? Los resultados dicen que algo falla. Si las madres y padres de familia no pueden dedicar tiempo ¿Qué pasa entonces en las escuelas? También los docentes deben entrar en la vorágine de la competencia y de los sueños del “éxito” Y más allá de esas tres áreas, que pueden ser cuestionadas como precursoras de éxito, más allá de la OCDE ¿Qué pasa con otras áreas de la vida?
Dr. Gilberto Lizàrraga Bustamante/ Investigador COLEF