En la misa se realizó el envío de catequistas para que vayan a anunciar la Buena Nueva a todos los rincones de la Provincia Eclesiástica de Chihuahua.
Con gran entusiasmo, alrededor de mil 500 catequistas acudieron al Segundo Encuentro Provincial de catequistas realizado el domingo 3 de abril en el Gimnasio Universitario.
Asistieron catequistas de la Arquidiócesis de Chihuahua, y de las diócesis de Ciudad Juárez, Cuahutémoc, Nuevo Casas Grandes, Parral y la Tarahumara, quienes arribaron a la ciudad desde el pasado viernes 1 de abril y fueron hospedados en diferentes comunidades parroquiales de la diócesis anfitriona.
Los catequistas empezaron a congregarse en el recinto sede desde temprana hora y se colocaron por diócesis en sus sitios, diferenciados por los colores de sus camisetas.
El padre Jorge Pablo Lozano, coordinador de Dimensión Diocesana de Catequesis dio la bienvenida y presentó al obispo don José Guadalupe Torres Campos.
“Bienvenidos todos ustedes… vamos a participar con gozo, con fe, aquí estamos para lo que se ofrezca, para servir con gran alegría”, dijo el obispo.
Enseguida el padre Amadeo Ruiz, párroco de Todos los Santos, entró con el Cirio, símbolo de la presencia de Cristo, Luz del Mundo y luego se entronizó la Biblia como signo de que es la Palabra de Dios hecha Carne, la que acompaña al pueblo de Dios.
Con el canto de la Guadalupana se entronizó en el evento la imagen de la Virgen de Guadalupe y luego comenzaron los temas y dinámicas en la que aprendieron las 14 obras de misericordia corporales y espirituales que fueron escenificadas una a una.
Catequistas misericordiosos
Dado que el Encuentro de Catequistas fue dedicado a reflexionar sobre la misericordia, en el marco del Año Jubilar convocado por el Papa Francisco, se impartieron temas alusivos, entre ellos “Ser testigos de la Misericordia y el perdón”, impartido por el obispo de Parral, monseñor Eduardo Carmona.
“La misericordia de Dios es el amor de Dios que, ante nuestra maldad, ante nuestra perversión no se hace para atrás, al contrario, se hace más empeñado, mas necio para salvarnos”, expresó el obispo en su ponencia.
Habló también a los catequistas sobre la urgencia de testimoniar la misericordia de Dios en este tiempo.
“Debemos alejar la imagen y las actitudes que no trasmiten la ternura de Dios. La misericordia es lo único que puede salvar al mundo. La sociedad cree que ha avanzado en cuanto a derechos y legalización, pero en la vida real no es así”, dijo el obispo refiriéndose a la legalización del aborto en algunos países y de la droga.
Por otra parte, el obispo invitó a los catequistas a reflexionar si su catequesis se encuentra en una zona de confort o si es una catequesis en salida, como pide el papa.
Reflejo de alegría
El padre Salvador Magallanes, párroco de San Judas Tadeo y asesor de la Pastoral Juvenil, impartió el tema “Misioneros y anunciadores de la alegría del perdón” y con su muy peculiar estilo invitó a los asistentes a ser catequistas alegres, que contagien de paz y alegría a los demás.
“Estamos llamados a ser Iglesia alegre”, dijo y aseveró que los grupos de catequesis deben ser unidos y fuertes para evitar ser dañados o dañar, así como invitó a los catequistas a analizar qué tanto reflejan alegría y optimismo en su misión.
“No busquemos pretextos, la alegría me la inspira Dios y tenemos en los niños la referencia de alegría …hay que aprender de ellos”, puntualizó.
El evento finalizó con la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo de Ciudad Juárez y concelebrada por el obispo de Parral, así como por sacerdotes de las diferentes diócesis asistentes.