Con una asistencia de aproximadamente 300 personas, el pasado sábado 2 de abril se llevó a cabo la Marcha por la Vida, organizada por Caballeros de Colón y grupos pro vida.
La marcha salió del Parque Borunda rumbo a Catedral. Con pancartas, mantas y globos blancos y amarillos, los asistentes, entre ellos varios jóvenes, caminaron con el objetivo de mostrar a la comunidad su convicción en la defensa de la vida.
Los caminantes fueron acompañados por el padre Eduardo Hayen Cuarón, coordinador de la Dimensión de Vida en la diócesis y párroco de Catedral, y el padre Miguel Cisneros, párroco de La Divina Providencia.
A su llegada a la Catedral, el padre Hayen celebró la Eucaristía en la que definió la Marcha por la Vida como una celebración gozosa y una respuesta al evangelio que ese día se leyó: “Vayan por todo el mundo y prediquen a toda creatura”.
“Hoy con nuestra marcha hemos querido ser un signo para toda nuestra ciudad, queremos ser el pueblo que proclama, que celebra, que festeja a Aquel que es la vida y que ha resucitado”, expresó el padre Hayen.
Añadió que al manifestarse con la marcha a favor de la vida “vamos haciendo que nuestra comunidad tome conciencia de las atrocidades que se cometen contra la vida humana, las leyes a favor del aborto o de la legalización de las drogas. Estamos en contra de muchas cosas que van minando la vida y promovemos una cultura de la vida”, afirmó.
Y agregó: “Cuando marchamos como lo hemos hecho hoy, estamos ayudando a toda nuestra comunidad a tomar conciencia del valor tan importante que tiene la vida y estamos contribuyendo a que se creen leyes que protejan a nuestros bebes, niños, jóvenes y personas mayores”.
Causa social
El padre Eduardo resaltó que la promoción de la vida no trata de imponer una idea religiosa sobre los demás, sino promueve el respeto, la vida digna al que todo ser humano tiene derecho.
“El respeto a la vida humana es un derecho fundamental que tenemos todos los seres humanos y es el principio básico de una convivencia social”.
Agregó que sin el respeto a la vida la democracia se convierte en una mentira donde los más poderosos deciden quién nace y quién no.
“Eso solo lo hacen los dictadores y los tiranos. Así la sociedad se va deshumanizando completamente. Nuestra causa por la vida es también fuera de los templos. No solo es tomar conciencia del valor de la vida sino promoverla en la esfera pública”, afirmó.
Por lo tanto, dijo, son los laicos quienes han adquirido es misión.
“Ustedes como laicos tienen la visión de elevar y darle a la vida social valores humanos y cristianos que hagan una mejor convivencia entre todos, de esta manera construyen una cultura de la vida”.
Los asistentes se fueron ese día con el compromiso de motivar a más personas a asistir a la siguiente marcha el año próximo.
Grupos participantes
Jóvenes por la Vida,
Vifac,
Centro de Ayuda para la Mujer Juarense (CAMJ),
Centro Las Alas, de El Paso, Texas
Jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de la Paz.