Con el flujo de migrantes por el programa MPP mediante el cual eran retornados a Ciudad Juárez, inició este proyecto de asistencia y acompañamiento hace más de dos años.
Ana María Ibarra
Un proyecto integral para el acompañamiento y la asistencia a migrantes realizan misioneros laicos y sacerdotes columbanos en Anapra, teniendo como sede las instalaciones de Catedral.
Alimento, vestido, atención legal y médica, son solo algunos servicios que se ofrece en este acompañamiento iniciado hace más de dos años.
“Por la pandemia tuvimos que cerrar, pero tenemos dos meses y medio atendiendo a la comunidad de Haití que acude todos los días a buscar ayuda humanitaria. La iglesia abrió sus puertas para recibirlos”, compartió Cristina Coronado, coordinadora.
Explicó que el trabajo consiste en ‘hacer un puente’ para que estos hermanos haitianos puedan asentarse en la comunidad.
“Abrimos martes y viernes para entrega de despensa: pañales, ropa, comida, cobijas; que es la parte humanitaria. Tenemos dos abogados miércoles y viernes para orientación legal y ayudarles con sus dudas o para el refugio en México”.
En conjunto con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, abrirán próximamente una escuela de español para las personas de Haití.
“Estamos también en pláticas con el OIM para atender necesidades materiales como camas, colchones. Los misioneros Columbanos, como parte de la Diócesis de Ciudad Juárez, y la pastoral de Movilidad Humana, los acompañamos en la búsqueda de vivienda y hoteles para que no duerman en la calle”.
Cabe mencionar que esta asistencia no es solamente para hermanos migrantes de Haití, sino también de Centroamérica: Honduras, El Salvador y Guatemala.
Siguen llegando
Cristina recordó que fue en el mes de diciembre pasado cuando se comenzó a ver por la ciudad a los migrantes haitianos, y tuvieron un primer contacto con ellos en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
“El padre Héctor Villa nos pidió apoyo para atender a nueve personas que llegaron a su parroquia. Los llevamos a la Casa del Migrante y luego abrimos Casa Anunciación (en Anapra) para hospedarlos, ahí podemos tener hasta 18 personas. Después se les consiguió un departamento y fue cuando decidimos abrir nuevamente este espacio en Catedral para asistirlos”.
Informó que el mayor flujo de migrantes haitianos se dio en enero y sigue llegando mucha gente ya que, según ellos mismos expresan, han encontrado en esta frontera mayor apertura que en otras.
Aunque ella misma reconoció que “sí hay racismo en Ciudad Juárez”.
Aquí han encontrado su casa
En estos meses, compartió Cristina, se han atendido a más de 300 familias migrantes de Haití, sin embargo, reconoce que existe un mayor número en la ciudad por lo que acuden a los distintos puntos donde se encuentran para conocer su situación.
“Hemos encontrado mucho abuso contra ellos, les cobran muy caras las rentas por espacios pequeños y sin equipamiento, y a veces insalubres. También hemos encontrado personas que les ofrecen empleo y a las dos o tres semanas los despiden sin darles un pago. Ya estamos tomando cartas en el asunto”, expuso.
Cristina señaló que, aunque la mayoría de las personas de Haití son cristianos protestantes, han señalado que en la Iglesia Católica han encontrado su casa.
“Es un ministerio muy hermoso, estamos recibiendo mucho de ese pueblo de Haití. Somos bendecidos por recibirlos”, expresó.
Son un Cristo negro que debemos acoger
El idioma y la falta de documentación son barreras para la estadía de los migrantes haitianos en Ciudad Juárez, y un gran reto para quienes los acompañan.
“Tendremos una feria del empleo para migrantes. Estamos en pláticas con OIM y con una empresa. Estamos en la recepción de documento y apoyando para que obtengan su RFC”, dijo al explicar que los migrantes traen como salvoconducto una tarjeta verde de visitante y muy pocos traen documentos de residencia.
“Algunos ya tienen su trámite y pueden trabajar, pero estamos en la búsqueda de que el gobierno asuma lo que le corresponde”, dijo Cristina refiriéndose a la lentitud con la que el gobierno otorga los documentos de estadía.
Un éxodo
Cristina informó que buscan también atender a mujeres migrantes embarazadas, y recordó que los migrantes requieren primeramente, como apoyo, la apertura de los fronterizos. Pero igualmente se puede ayudar de otras maneras:
“Estamos asumiendo el costo de las despensas. Repartimos 100 por semana. Si quieren donar leche, pañales, frijol, arroz, y todo alimento, además de ropa. Requerimos también voluntarios que puedan apoyarnos en algunos momentos ya que es mucho el flujo”.
“Esto es un éxodo. Es un Cristo negro que viene caminando y que requerimos acoger. Tenemos la oportunidad para encarnar los verbos que el Papa nos pide: acoger, proteger, promover e integrar. Ellos vienen a evangelizarnos, a mostrarnos qué Iglesia somos”, puntualizó.
Un llamado a la comunidad
“Repartimos 100 despensas por semana. Si quieren donar leche, pañales, frijol, arroz, y todo alimento, además de ropa. Requerimos también voluntarios que puedan apoyarnos en algunos momentos ya que es mucho el flujo”.