Ana María Ibarra
Después de 10 años de arduo trabajo, la comunidad de la capilla San Jerónimo, perteneciente a la parroquia San Vicente de Paúl, finalmente fue testigo de la bendición de su nueva capilla el pasado 13 de octubre, día en que también celebraron su fiesta patronal con una kermés.
Ser Iglesia
Con gran alegría, e incluso nostalgia, la comunidad de San Jerónimo participó en la Eucaristía donde el obispo, don J. Guadalupe Torres Campos bendijo el nuevo templo, ya que hace más de 10 años, la antigua edificación fue destruido por las llamas en un incendio.
Después del saludo inicial, el obispo bendijo con una oración especial y con agua bendita cada rincón del templo. Roció con el agua los muros, la sacristía, la capilla del Santísimo, el altar, el ambón y a la feligresía.
“Estamos aquí para agradecerle a Dios su misericordia, para pedirle que bendiga las familias. Nuestra iglesia es un lugar de encuentro con Dios, con su palabra, con la comunidad. Hoy que bendecimos nuestra iglesia, le agradecemos a Dios. Los invito a seguir construyendo la Iglesia en la parroquia, el decanato, en la diócesis, trabajar en comunión en el plan pastoral”, invitó el obispo en su homilía.
Luego señaló el compromiso de ser Iglesia.
“Es dar la vida, trabajar con empeño, ser generosos en la entrega, en el servicio. Que esta fiesta nos una y nos fortalezca en la fe.
Alegría comunitaria
Antes del ofertorio, el obispo incensó el altar, que se encontraba descubierto. Enseguida, el párroco Alejandro Martínez y su diácono Jesús Martínez, pasaron por los pasillos incensando el templo. Mientras tanto, integrantes del equipo de liturgia revistieron el altar, colocando los cirios y la flores, para enseguida ser presentados los dones.
Después de la Comunión, la comunidad se puso de rodillas para adorar a Jesús Sacramentado, que era reservado en el tabernáculo que fue colocado a la derecha de la entrada del templo. El obispo oró e incensó el Santísimo.
Momentos antes de finalizar la celebración, el padre Alejandro felicitó a la comunidad.
“Me siento muy feliz, especialmente porque esta capilla se ha hecho por ustedes, por su trabajo y su esfuerzo. Hoy se bendijo la obra de sus manos. ¡Qué felicidad! Lleven esta felicidad a quienes iniciaron este trabajo y ya no están en este sector. Y también hasta el cielo a los que han partido”, dijo el sacerdote.
El sacerdote agradeció al coro formado por integrantes de los distintos coros de la parroquia y que fueron ese día acompañados por el maestro Eduardo Belmonte. Igualmente dio las gracias al obispo y al padre Leonardo García, quien asistió para apoyar la Liturgia de tan especial celebración.