Ana María Ibarra
En un gesto de solidaridad, la Iglesia Diocesana se hizo presente en los Puentes de cruce internacional donde, desde hace dos semanas se encuentran cientos de familia mexicanas en busca de asilo politico, esperando ser atendidos por las autoridades norteamericanas.
Bendición
El obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, atento a la reciente situación de los migrantes mexicanos que han llegado a la frontera procedentes de estados como Michoacán, Zacatecas, Guerrero, San Luis Potosí e Hidalgo, decidió visitarlos en los distintos puentes, el pasado 26 de septiembre.
Acompañado del padre Javier Calvillo, director de La Casa del Migrante, el obispo arribó en primer lugar al Puente Santa Fe, donde les hizo saber su solidaridad como padre y pastor.
“Aquí estamos para acompañarlos, bendecirlos y animarlos a seguir adelante para que, primero Dios, les abran las puertas. Pedimos para que no se construyan muros, sino que se abran puertas”, expresó el obispo ante decenas de migrantes.
El obispo ofreció apoyo en nombre de la Iglesia que pastorea, efectivo a través de la Casa del Migrante.
En un signo de fe, y el obispo dio su bendición a niños, jovenes y adultos que se encuentran en las aceras, padeciendo los cambios de temperatura de esta ciudad fronteriza.
Esperanzados y sintiendose acogidos, los migrantes recibieron las palabras de apoyo y la bendición del pastor diocesano.
Apoya Casa del Migrante
El padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante, propuso a las familias enlistarse en grupos de cincuenta personas para ser llevadas a la Casa del Migrante donde puedan descansar, bañarse, alimentarse y recibir atención médica, especialmente los niños.
A pesar de que en días pasados, las familias de migrantes se habían negado a dejar los puentes por el temor de perder su lugar, en esta ocasion aceptaron la ayuda por lo dificil que se torna la situación.
Hasta el momento, son aproximadamente dos mil personas las que se encuntran en los distintos cruces internacionales en busca de asilo político.
“No los vamos a dejar solos. Estamos aquí para apoyarlos. No tengan desconfianza. Ustedes organicense y nosotros venimos en camionetas para llevarlos a la Casa del Migrante y puedan descansar”, expresó el padre Calvillo.