Integrantes del Apostolado de la Divina Misericordia caminaron para luego atravesar la Puerta Santa y ganar indulgencia, en los ultimos meses que quedan al Jubileo de la Misericordia
Para formar parte del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, integrantes del Apostolado de la Divina Misericordia realizaron una procesión el pasado sábado 6 de agosto, para atravesar la Puerta Santa dispuesta en la parroquia El Señor de la Misericordia.
Con imágenes de El Señor de la Misericordia y de Sor Faustina Kowalska, alrededor de 300 personas caminaron en los alrededores del templo, partiendo de la calle Simona Barba, para dar vuelta por la Valentín Fuentes y seguir otras calles en el fraccionamiento Villa Hermosa.
Luego de recorrer varias calles, la procesión ingresó al estacionamiento del templo, donde los caminantes fueron recibidos por el párroco, padre José Solís, quién los roció con agua bendita mientras entonaban el canto “Por su dolorosa Pasión”.
Al atravesar la Puerta Santa, y habiendo cumplido con las disposiciones para el efecto, los caminantes recibieron la indulgencia plenaria que se puede ganar en el Jubileo de la Misericordia.
Reflejar a Dios
Martina Ambriz, coordinadora diocesana del Apostolado de la Divina Misericordia, dijo que se hizo la invitación a todas las integrantes del apostolado, pero también fue una invitación abierta a toda la comunidad, con el fin de que más personas se acercaran a recibir indulgencia por el Año Jubilar de la Misericordia.
“Nos sentimos contentas, no somos nosotros, es mi Padre Dios quien los llamó”, expresó la coordinadora.
Ya en el templo, los participantes rezaron la Coronilla de la Divina Misericordia y enseguida el padre Julian Badillo dirigió una Hora Santa y la Santa Misa.
En su homilía, el sacerdote invitó a los peregrinos a reflejar no misticismo, sino aprender a ser personas y reflejar a Dios “en nuestra humanidad”.
“Porque ¿de qué sirve una espiritualidad si nuestra humanidad está fallando, de qué sirve?…¿De qué sirve sabernos todas las oraciones si humanamente no perdonamos, no somos sensibles?”, cuestionó el sacerdote.
“No sabemos ayudar criticamos, juzgamos, metemos chismes, ¿de qué sirve la Coronilla, la misericordia cuando nosotros en nuestra humanidad, no somos reflejo de lo que verdaderamente es ser persona?”, agregó en el mismo tono.
El padre Julián invitó luego a los presentes a pedir a Dios tener gestos de misericordia, como lo pide el Papa Francisco, así como salir a las periferias en la búsqueda del hermano.
“Llevemos la misericordia de Jesús a conquistar muchos corazones”, puntualizó.