Este fue el mensaje del obispo don J. Guadalupe Torres Campos, en la misa celebrada con motivo de la XXX Peregrinación Anual Diocesana…
Presencia
Alegres por presentarse ante los pies de la Virgen de Guadalupe y llevarle sus intenciones personales y las de la comunidad, fieles de la Diócesis de Ciudad Juárez llegaron a la Insigne Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, donde participaron en la misa con motivo de la Peregrinación Anual diocesana.
Mil peregrinos
Los peregrinos salieron el miércoles 17 de julio, para llegar el jueves al templo de Cristo Rey, en el Cerro del Cubilete en Silao, Guanajuato, y fue el viernes 19 cuando se encontraron frente a la Morenita junto con el obispo don J. Guadalupe Torres Campos, los sacerdotes, diáconos y servidores que este año participaron en la visita.
Este año viajaron aparte feligreses de las parroquias San Pedro y San Pablo, y Mater Dolorosa, y allá se unieron en la santa Misa celebrada a las 10 de la mañana.
“Esta mañana decimos ‘mi corazón se alegra’ y expresamos de muchas maneras esa alegría, cantando, peregrinando, caminando, orando”, dijo el obispo en su homilía.
Tres aspectos
Desde el hermoso presbiterio de la Basílica, don Guadalupe convocó a reflexionar sobre tres aspectos importantes que, dijo, deben iluminar la fe de la Iglesia que peregrina en México y en Ciudad Juárez: Camino, luz y esperanza.
Lo escuchaban alrededor de mil peregrinos ahí presentes, y muchos otros que siguieron la celebración a través de la transmisión en Redes Sociales por parte de la misma Basílica de Guadalupe, así como por Radio Guadalupana.
Sobre el primer aspecto, el obispo dijo que Jesús es el camino y nos invita a seguirlo.
“Nuestra Madre Santísima se hace camino para llevarnos a Jesús y nosotros hoy le decimos aquí: estamos a tus pies para seguirte con tus consejos, con tu mirada y ternura”, dijo.
Sobre el segundo aspecto, la luz, el obispo afirmó lo que Cristo dice: “Yo soy la luz”, pero también recordó que dice: “Ustedes son luz del mundo”.
En este sentido, pidió a los fieles estar atentos a falsas luces que se presentan en la modernidad, como ideologías, falsos mesías…y no dejarse encandilar, sino buscar la verdadera luz, que es Cristo, Camino, Verdad y Vida.
“Y nuestra Madre Santísima María de Guadalupe, que lleva a su Hijo, nos trae la Luz. Hoy venimos a sus pies para pedirle: Madre, danos a tu Hijo y danos la valentía para ser luz en el mundo, en nuestro México lastimado y con tantos signos de muerte”, expuso.
De esta manera, convocó a los fieles a cada uno ser luz en la justicia, en la verdad, en la paz, en la fraternidad y en la reconciliación.
Sobre el último aspecto, la esperanza, el obispo recordó que es necesario caminar en la esperanza, y hacerlo junto a la Virgen.
“Ella es esperanza para nosotros. Contemplarla esta mañana nos debe llenar de confianza en Dios, no caer en la desesperanza, sino fortalecernos en la fe”.
Finalmente, el obispo oró para que la Virgen de Guadalupe interceda para que la Iglesia de Ciudad Juárez camine en la luz, y para que con tu trabajo y servicio, sea esperanza para los demás.
Frase…
“Vamos a regresar contentos, fortalecidos, con un compromiso de poner a Dios en el centro de nuestra vida, dejarnos llevar por la presencia de nuestra Madre que nos acompaña …y ser luz para dar esperanza”.