Diana Adriano
El presbiterio de Ciudad Juárez vivió una jornada de fe y devoción con motivo de las fiestas Guadalupanas, al realizarse la tradicional peregrinación hacia la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, el pasado martes 03 de diciembre.
Encabezada por la imagen de la Virgen Morena, la procesión fue acompañada por sacerdotes del presbiterio, seminaristas, laicos de la parroquia San Francisco de Asís y el obispo, don José Guadalupe Torres Campos.
Durante el recorrido, los peregrinos rezaron el Santo Rosario, elevando plegarias por la intercesión de la Virgen en favor de las comunidades y de la ciudad.
Agradecer a María
El padre Salvador Magallanes, presidente del presbiterio, destacó la importancia espiritual de esta procesión para los sacerdotes y fieles.
“Es un día muy significativo para nosotros. Venimos a agradecer a María Santísima por sus favores y a pedir su fortaleza como madre espiritual. Ella es nuestra intercesora y nos guía con su amor en nuestro ministerio y en nuestras comunidades”, expresó.
Los sacerdotes aprovecharon esta oportunidad para pedir por la protección de la diócesis, especialmente en estos tiempos de retos y desafíos.
“Como decanatos ya nos hemos organizado para que finalmente se realicen las diversas procesiones y podamos agradecer a María Santísima sus favores. María para nosotros es un signo nacional, algo que no se puede desvincular de nuestra identidad como mexicanos”, declaró el padre Salvador.
El presbítero también hizo un llamado especial a los jóvenes, animándolos a acercarse más a la oración y a confiar en la intercesión de la Virgen como guía en su vida espiritual y humana.
A los pies de María
Los sacerdotes caminaron desde la Calle Mejía, frente al obispado, continuando por la calle Honduras hasta la calle José Borunda, para seguir por la calle Francisco Villa hasta el corredor peatonal que lleva a la Catedral.
Esta tradicional peregrinación culminó con un emotivo recibimiento en la parroquia Madre, donde el padre Eduardo Hayen, párroco, roció a los peregrinos con agua bendita como símbolo de purificación y bendición.
Todos los peregrinos se dispusieron a vivir con devoción la Santa Misa Panamericana, punto central de esta celebración.
Encontrar a Jesús
En su homilía, el obispo reflexionó sobre la preparación espiritual que marca el tiempo de Adviento. “Nos preparamos porque el Señor viene con todo su poder y majestad», dijo para luego destacar el simbolismo de la peregrinación hacia la Catedral, señalando que, a través de la Virgen de Guadalupe, los fieles encuentran a Jesús.
«Peregrinamos para llegar a los pies de nuestra Madre Santísima, la Virgen de Guadalupe, para encontrarnos con ella y, a través de ella, con el Rey que viene con todo su poder. Vemos a María hermosa y bella, agradecemos su amor maternal y, como Juan Diego, nos dirigimos a ella con sencillez», expresó.