Un espacio para recibir y apoyar a mujeres embarazadas en desamparo o situación vulnerable…
Ana María Ibarra
Con el objetivo de brindar ayuda a mujeres embarazadas que no cuenta con apoyo económico durante su período de gestación, especialmente a mujeres en desamparo o situación vulnerable, se encuentra ya lista para habitar Casa Mater Filius.
Miriam Lechuga, quien coordina este proyecto junto con su esposo Pablo Pérez, compartió las casas Mater Filius son de espiritualidad mariana, por lo que el trabajo que se realiza a través de estas se ofrecen a María Santísima.
Su llegada a Juárez
Fue hace 18 años cuando la Asociación Mater Filius abrió una casa en la Ciudad de México y a partir de entonces se fueron abriendo más hasta llegar a un total de 22 casas a nivel mundial.
“Son casas de acogida en que la niña o mujer adulta llega en cualquier etapa de su embarazo y puede quedarse ahí hasta ocho meses después de nacido su bebé. Como parte del apoyo, se les monitorea por 10 años, fuera de la casa”, explicó Miriam.
En Ciudad Juárez se inició este proceso hace cuatro años, siendo el primero paso solicitar autorización al obispo para después formar una comunidad y ser consolidada como asociación civil.
“Se requiere abrir una cuenta bancaria y en todo este transcurso, la comunidad recibe crecimiento espiritual y capacitación pro vida”.
Esta iniciativa surgió en el corazón de Miriam y Pablo, su esposo, hace más de cuatro años, al conocer el trabajo de Mater Filius, por lo que decidieron comunicarse a la sede en la Ciudad de México.
“Queríamos servir en ese apostolado, sin saber que íbamos a quedar como responsables, lo que asumimos con mucho amor. Todos los que participamos en la comunidad Mater Filius somos voluntarios, no hay sueldo”, resaltó.
Después de cumplir con todo el proceso, la comunidad Mater Filius se dedicó a buscar un inmueble, hasta que encontraron la casa idónea para este servicio.
“Estamos en los preparativos finales. Realizamos actividades para acondicionar la casa, somos una familia, con nuestros hijos apoyando. Es una sensación placentera ver la generosidad y el servicio”, expresó Miriam.
El servicio
La coordinadora explicó que en Casa Mater Filius se podrá atender hasta diez mujeres embarazadas, incluso se recibirá a quienes tengan hijos menores de cinco años.
“Tendremos un área infantil y de cuneros. Se les dará a las mujeres formación para que al salir de ahí puedan trabajar y en la casa se le cuidará el bebé los primeros meses, después de ocho meses deberán tener un lugar donde vivir”.
En la casa, las huéspedes estarán acompañadas por otras mujeres que harán el servicio de madres cuidadoras, y serán quienes estén al pendiente de la disciplina y las actividades de las embarazadas.
“Habrá una persona entre semana y una el fin de semana. Cada mujer en gestación tendrá una madrina espiritual, que la ayudará a ser madre. Ellas las visitarán una vez a la semana y las acompañarán para que hagan un proyecto de vida. Habrá otra persona que las preparará para los sacramentos, tanto para ellas como para sus bebés”.
La casa, agregó Miriam, cuenta con un oratorio a disposición de las beneficiarias.
Para tener acceso a este servicio, el único requisito es que las mujeres se encuentren embarazadas y en situación de desamparo o violencia.
“Puede ser que su entorno familiar sea peligroso y la intención es sacarlas de ese ambiente, explicó.
La entrevistada aclaró que Mater Filius se rige bajo el lema: “Defendemos con amor la vida”, lo cual, dijo, no es lo mismo que salvarla.
“No salvamos vidas, solo somos instrumento para que esas vidas se salven. Buscamos que se desarrolle el maternaje, que estas mujeres descubran el amor de nuestra Madre del Cielo y ellas desarrollen el maternaje. Nuestra última opción es la adopción, pero nosotros no lo tramitamos”, aclaró.
Con apoyo, listos para abrir
Según palabras de la directora, la Casa Mater Filius ha sido posible gracias a una comunidad católica laica que defiende la vida desde la concepción hasta su término natural.
“Nos han apoyado el grupo Misión del Amor de Dios por todo el Mundo, quienes aportaron para la capilla; los Doce por la Vida, con los cuneros; De Campa Jóvenes, con la terraza, y otros particulares, así como grupos de comunidades”, mencionó.
Ante la necesidad que existe en esta población vulnerable, aun sin abrir sus puertas, Mater Filius ha apoyado a 41 muchachas con ayuda en especie y orientación.
“La casa, de manera sencilla, está lista para habitar, pero se necesita quien apadrine mensualmente para los gastos operativos. La ayuda en especie ya está cubierta para abrir. Pero faltan los padrinos para el pago de la renta mensual. Antes de semáforo rojo estábamos listos para abrir, sólo faltaba la misa de envío. Tenemos lo funcional”, dijo.
Esperan envío
La comunidad Mater Filius espera una oportunidad para que el obispo, don J. Guadalupe Torres Campos, o el padre Eduardo Hayen puedan hacer el envío a través de una misa, sea presencial o virtual, y así iniciar el servicio.
“Ya estamos preparados para abrir la casa. Entendemos la situación y no queremos forzar nada, sabemos que las cosas suceden cuando debe ser”, dijo confiada en Dios.
Miriam motivó a la comunidad que tengan confianza en Mater Filius, pues cada voluntario ha dado un “Sí” a María para este servicio.
“Estamos conscientes que no es una obra fácil, pero lo sentimos como un llamado a servir. Quien sienta ese llamado es bienvenido, hay un lugar para todos”.
Frase…
“La Casa Mater Filius es un testimonio de amor. Quiero invitar a la gente a que de esa manera nos ayude. Pueden ir a la casa para que vean las instalaciones y decidan en qué les gustaría apoyar”
Miriam Lechuga/ Mater Filius
Para más información sobre donativos y apoyo
Facebook: Mater Filius Ciudad Juárez
Celular: 656 351 5198.