Diana Adriano
Con el inicio de los cursos de Catecismo en diversas comunidades, el asesor de la Dimensión Diocesana de la Nueva Evangelización y Catequesis ha querido destacar la importancia de este sacramento en la vida de los niños y sus familias.
El padre Jorge Pablo Lozano explicó que el Catecismo es un proceso fundamental en la formación espiritual de los niños, donde comienzan a comprender y vivir su fe de manera más profunda.
Este espacio no solo enseña los fundamentos de la doctrina católica, sino que también inculca valores cristianos que los acompañarán a lo largo de su vida.
Al animar el inicio de un nuevo curso catequético para los niños, el sacerdote explicó las diferencias entre la catequesis tradicional, la catequesis infantil y el Catecismo del Buen Pastor.
Formación integral en la fe
Primeramente recordó que la catequesis es tan importante para los niños, como para sus padres, con el objetivo de formar cristianos comprometidos y bien fundamentados en su fe.
“El Catecismo como tal es el folleto con el cual se educa en la fe a los niños. Cada parroquia tiene su propio catecismo elegido como base por sus catequistas”, explicó el padre Jorge Pablo.
Pero aclaró que uno de los desafíos principales que se enfrentan, es lograr que los catequistas no se limiten al uso del Catecismo como un simple folleto de estudio.
“Les ayudamos a que no se basen solamente en lo que dice ‘el librito’, sino que complementen con otras cosas más amenas y apropiadas a sus grupos, niños y papás”, comentó.
Dijo que la catequesis debe ir más allá de una preparación para los sacramentos; debe inspirar y motivar a los niños y sus familias a seguir y conocer a Cristo en su vida diaria.
“Sobre todo formar a niños y adultos como discípulos de Cristo, que sigan al Señor”, enfatizó.
En este sentido, el desafío cada año es que se supere la idea de que la catequesis es solo un trámite para recibir sacramentos.
“Debemos cambiar la mentalidad de los papás y los niños, porque a veces esa es la idea que tienen”, declaró.
Catequesis familiar
El coordinador de catequesis señaló que, en muchos casos, los padres han olvidado o no conocen plenamente lo que implica la formación en la fe, lo que ofrece a la Iglesia una oportunidad para también evangelizar y catequizar a los padres de familia. De aquí surge la Catequesis familiar.
Destacó que los padres son los primeros responsables en educar a sus hijos en la fe, y es esencial que se involucren activamente en este proceso.
“En la Catequesis Familiar inmiscuimos a los papás y los hacemos que entren en esta misión que Dios nuestro Señor les pide”, compartió.
Se busca que los padres entiendan su papel fundamental y se comprometan a transmitir la fe en sus hogares.
“Ellos se preparan para que a su vez admitan la fe en sus hogares y en sus hijos, pero fortaleciéndo el vínculo padres- hijos -fe cristiana”, puntualizó.
Catequesis tradicional
En la catequesis tradicional, momento importante en la vida de un niño católico, el menor aprende sobre la fe católica, los sacramentos, la oración, la importancia de la comunidad cristiana y, sobre todo, la vida de Jesús.
Se trata de una formación muy importante pues el niño tendrá su primer encuentro con Jesús en la Sagrada Hostia.
Las catequistas reciben a los niños, que permanecen sin la presencia de sus padres.
En la diócesis local este sistema era el más tradicional en años pasados, y aunque ahora la mayoría de las parroquias ya cuentan con catecismo familiar, aún hay algunas que lo siguen utilizando.
Hay además otros esfuerzos, como el catecismo que se ofrece a niños con capacidades diferentes, tal y como ocurre en la parroquia San Vicente de Paúl.
Mientras que los niños que estudian en algunos colegios católicos, como parte de sus materias de tercer grado, se les imparte la formación catequética previa a su primera Comunión.
Catecismo del Buen Pastor
El Catecismo del Buen Pastor, inspirado en el método Montessori, es un enfoque innovador en la formación religiosa de los niños, que se ha ido adoptando en algunas escuelas y parroquias.
Este método se centra en el crecimiento espiritual de los niños a través de experiencias sensoriales y actividades prácticas, que les permiten explorar su fe de manera significativa.
“En el Colegio Teresiano me invitaron a conocerlo, es una dinámica muy interesante de la mano con la educación Montessori,” explicó el padre Jorge Pablo.
El Catecismo del Buen Pastor se basa en tres o cuatro áreas clave que incluyen el uso de material didáctico, el significado de los signos litúrgicos y la oración, todo diseñado para que los niños desarrollen una relación personal y profunda con su fe.
Este enfoque permite que los pequeños no solo aprendan sobre la religión, sino que la vivan activamente, participando en los rituales y prácticas cristianas.
“Este método ha encontrado su lugar principalmente en escuelas, como el Teresiano, y en parroquias como La Sagrada Familia, donde se ha implementado con éxito”, dijo el sacerdote.
Asimismo, destacó la importancia de este tipo de catequesis que, al estar en armonía con el desarrollo natural de los niños, les permite integrar la fe en su vida diaria de una manera más orgánica y efectiva.
Responder a la misión
De acuerdo al coordinador diocesano de catequesis, la gran mayoría de las parroquias ya han adoptado la catequesis familiar, en la que, como se ha explicado, los padres participan junto a los niños en el proceso de formación en la fe.
“La gran mayoría tenemos catequesis familiar, eso dependerá de catequista y párroco, pero lo que yo he visto es que todos tenemos catequesis familiar”, comentó.
Dijo que durante la última sesión de formación de catequistas, se reflexionó sobre la necesidad de superar los métodos tradicionales de enseñanza religiosa, que ya no responden completamente a las necesidades actuales.
“Vimos que esta ‘catequesis de antaño’ tiene que ser superada y tenemos que dar entrada a una formación más completa, con más elementos”, explicó.
Finalmente, el presbítero hizo un llamado a los padres para que asuman la misión que Dios les encomendó desde el Bautismo de sus hijos.
Invitó a las familias a llevar a sus niños a la Catequesis, donde se prepararán para recibir los sacramentos, pero más importante, conocerán al Señor Jesús para llevar una vida cristiana de congruencia.
“Este encuentro con la fe es fundamental para que los niños puedan seguir el camino cristiano con convicción y compromiso”, dijo.