Con una misa de acción de gracias realizada en el salón de actos, religiosas, estudiantes, maestros y algunos padres de familia agradecieron 1130 años de fundación de la Congregación de Carmelitas Misioneras de Santa Teresa y 78 años de vida del Instituto Teresa de Avila.
Fue el padre Istibal Valenzuela quien presidió la celebración y a ritmo de rap compartió como la comunidad escolar la importancia de la presencia de la congregación religiosa en Ciudad Juárez
“Toñita, Chonita, Teresa y Carmen gracias por fundar una nueva misión”, decía el rap del padre Istibal que luego corearon los alumnos ante la presencia de algunas religiosas de la Provincia que acudieron a la celebración.
El sacerdote recordó así a las hermanas Antonia, Soledad, Teresa y Carmen, quienes al fundar el instituto religioso dejaron una herencia muy fuerte: vivir la amistad con Dios y compartirla formando “amigos fuertes de Dios”, como reza el lema del instituto.
En su homilía, el párroco de San Isidro recordó que Jesús es la sal y la luz porque le pone sabor a lo que alimenta y con su Palabra alimenta y alumbra al mundo.
“Dios nos invita a que en todo lo que hagamos seamos sal y luz, que le pongamos todo el corazón. Cuando las fundadoras Antonia, Soledad, Teresa y Carmen vieron que habían que fundar una nueva misión y lo tenían que hacer de una manera atractiva, pusieron todas sus cualidades para hacerlo”, expresó.
en cierto momento, el sacerdote sacó una muñeca llamada “Camila”, con la que presentó el citado rap que todos entonaron.
A la hora de las Ofrendas, junto con el Pan y el Vino se presentaron un ramo de flores, un cirio, una biblia, una planta, y la historia documentada de la Congregación y del Instituto teresa de Avila, el colegio católico con más antigüedad en la Diócesis de Ciudad Juárez.
Actitud filial
La religiosa Rosa María Cisneros Lara, superiora provincial de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa dijo que cumplir 113 años como congregación ha sido todo un reto que han vivido con con alegría, generosidad y radicalidad, como hoy lo pide el Papa Francisco a las consagradas.
“Para nosotras como Carmelitas, este tiempo es de renovación. La espiritualidad nuestra nos invita a vivir así: en esa actitud filial y confiada con el Padre, por lo tanto la radicalidad es parte de nuestra exigencia de vida”, dijo.
Afirmó que enfrentan con alegría los retos que les presenta la educación en la era moderna, cuando insisten en la formación en valores “por que son algo que nunca pasa de moda” y hay que fortalecer.
“Es difícil hoy día por tanta negatividad o violencia, o rencor, sin embargo el Evangelio para nosotros siempre será un estandarte posible de proclamar en cualquier lugar”, expresó.
A la celebración del Instituto Teresa de Avila acompañaron a la superiora provincial las religiosas Aurora Nieves, responsable de la educación e Irma Herrera, responsable de la economía en la provincia.