La comunidad de la parroquia Jesús Principe de la Paz ha logrado llevar grandes bendiciones a su colonia gracias a la Adoración.
Con un sitio de Jericó, una procesión con el Santísimo y una misa, la comunidad de la parroquia Jesús Príncipe de la Paz conmemoró 15 años de adoración al Santísimo, promovida por el entonces párroco, el padre Juan Aguilar.
La conmemoración inició el pasado 8 de noviembre cuando fue expuesto el Santísimo Sacramento para su adoración durante siete días, tiempo en el que fieles y servidores se organizaron en grupos para mantenerse en oración durante las 24 horas.
Durante ese tiempo, los asistentes pusieron ante Jesús Eucaristía su agradecimiento por los dones recibidos durante esos 15 años de presencia en la comunidad así como sus intenciones personales, familiares y de toda la comunidad.
Procesión
Para la clausura de ese momento especial de adoración, la comunidad salió la tarde del 14 de noviembre en procesión llevando al frente al Santísimo Sacramento.
En su trayecto por las calles del sector, los fieles elevaron rezos y alabanzas mientras los vecinos se percataban de su presencia.
Metros antes de llegar al templo parroquial, las campanas comenzaron a sonar anunciando el arribo de Jesús Sacramentado, y al llegar al atrio del templo, el padre Daniel López, párroco de la comunidad, y fieles, rezaron el Padre Nuestro, se encomendaron a la protección de San Miguel Arcángel e invocaron la presencia del Espíritu Santo.
Inmediatamente después se dispusieron a participar de la Eucaristía, donde el padre Daniel agradeció a Dios por los 15 años de adoración.
“Los invito a ofrecer esta Eucaristía por los adoradores al Santísimo, por el padre Juan Aguilar, quien fue el promotor de la adoración y por toda la parroquia. La presencia del Santísimo es bendición para todos. Pidamos por las necesidades tan grandes de la parroquia, por la purificación del sector y por las familias”, pidió el padre Daniel al inicio de la Misa.
En su homilía, el sacerdote resaltó el valor de la oración y la bonita experiencia de vivir el Sitio de Jericó.
“La palabra de Dios tiene poder, pero no actúa solo, se vale de su pueblo. Nosotros tenemos la responsabilidad de hacer lo que nos toca. Venir ante el Señor es reconocer que solo el puede hacer las cosas, pero nos toca orar con toda confianza ante Él”, expresó.
Y agregó: “Son 15 años del Señor con nosotros, realizando milagros en esta parroquia a pesar de la maldad y la violencia. Este templo tenía todo para ser cerrado por la inseguridad pero la obra de Dios lo mantiene”.
Después de la homilía, el padre Daniel mostró a la comunidad una pequeña custodia que adquirió para ser utilizada en algunos momentos de adoración. Enseguida la bendijo para que pudiera ser utilizada.
Al concluir la celebración de acción de gracias, la comunidad compartió un vaso de chocolate y un pan dulce como signo de fraternidad.