Diana Adriano
Con alegría y júbilo, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora del Pilar, ubicada en el corazón de Zaragoza, se reunió el pasado lunes 7 de octubre con gran entusiasmo para honrar a su santa patrona, conmemorando también sus 57 años de vida comunitaria.
La celebración fue presidida por el obispo José Guadalupe Torres Campos, y concelebrada por el padre Fernando Valle, párroco de la comunidad, quienes guiaron a los fieles en una misa solemne.
El templo, ubicado entre las calles Cristóbal Colón y Francisco Villa, se llenó de laicos y servidores que se unieron en oración y alegría, reafirmando su devoción y amor a la Virgen del Pilar.
Aunque la festividad oficial de la Virgen del Pilar se celebra el 12 de octubre, este año la comunidad decidió adelantar la conmemoración al lunes anterior. Esto debido a compromisos en la agenda diocesana, lo que permitió que el señor obispo pudiera presidir la celebración.
Cálido mensaje
Durante su homilía, el obispo se dirigió cálidamente a los fieles:
“Celebramos nuestra fe, celebramos a Cristo, el Señor, celebramos a María nuestra Madre, Madre de Dios, con mucho cariño celebramos 57 años de nuestra parroquia”, dijo mientras los fieles mostraron su alegría por la presencia de su pastor.
El obispo destacó la importancia de la figura de María, recordando que «no podemos separar a Cristo de María, y a María de Cristo».
Enfatizó que en los Hechos de los Apóstoles la presencia de María entre los discípulos simboliza su rol fundamental en la comunidad de fe, sugiriendo su figura como punto clave de unidad y fortaleza en la vivencia del Evangelio.
Fe y unidad
El obispo recordó a los asistentes que la celebración no solo es un homenaje a la Virgen del Pilar, sino también una reafirmación del compromiso de la comunidad con Cristo y con lo que han construido a lo largo de los años.
“Deben ser una comunidad parroquial firme en su fe, que conoce y ama a Jesús, que hace lo que Él pide: sean sencillos, humildes, ámense unos a otros”.
Instó a los fieles a convertirse en una comunidad misionera, enfatizando la necesidad de prepararse e informarse con la vista puesta en Dios.
“Jesús con María siempre nos alienta y nos fortalece”, remarcó.
Al finalizar la celebración, la comunidad de Nuestra Señora del Pilar disfrutó de un pequeño convivio en el que se partió un pastel por los 57 años de la parroquia, simbolizando no sólo la celebración de su historia, sino también la unidad y el amor que comparten.
Para saber…
Según una antigua tradición, el Apóstol Santiago, en su misión evangelizadora por la península Ibérica, recibió una aparición de la Virgen María de pie sobre un pilar. Este encuentro dio origen a la devoción que ha perdurado a lo largo de los siglos como símbolo de la hispanidad católica.