Ana María Ibarra
Después de una preparación espiritual y material, la comunidad de la parroquia La Asunción de María celebró con gran entusiasmo su fiesta patronal, iniciando el 6 de agosto con el novenario y concluyendo el domingo 17 con la gran kermés.
Preparativos
Un novenario con el rezo del Santo Rosario y la celebración de la Eucaristía en distintos hogares del sector parroquial, fue la preparación que la comunidad de la Asunción de María tuvo previamente para celebrar la solemnidad que da el nombre a dicha parroquia.
El jueves 14 de agosto, se llevó a cabo -en el templo parroquial- la misa de gallo, seguida por las mañanitas que la comunidad dirigió a María Santísima.
Con la misa solemne y el inicio de la kermés parroquial, la comunidad comenzó los festejos el viernes 15 de agosto, mismos que continuaron el sábado 16 y el domingo 17.
Dentro de los festejos, la comunidad ofreció a los visitantes diversos antojitos mexicanos y música en vivo con grupos locales.
Enviados
Además, el domingo 17, el padre Ricardo González, párroco de dicha comunidad desde hace casi dos años, quien presidió las misas, celebró una de ellas con la presencia de jóvenes coordinadores del próximo curso de confirmaciones, a quienes envió como portadores de la Verdad.
“En esta misa enviaremos a estos jóvenes a predicar la fe. Los temas que impartirán pueden ser difíciles en estos tiempos, temas que deberán anunciar con fuerza y para ello deben estar convencidos. Ustedes irán a esa oscuridad a llevar la luz del Cristo. Ustedes son la voz de profetas que incómoda”, expresó.
Acompañado por María
Sintiéndose cobijado por la Virgen María, el padre Ricardo compartió que la Asunción de María es la primera comunidad que pastorea como párroco.
“Desde vicario en Nuestra Señora de la Paz, la Virgen María me ha acompañado como sacerdote, me ha estado fortaleciendo”, mencionó.
El también decano del decanato Espíritu Santo invitó a los fieles, tanto del decanato como de la diócesis, a estar abiertos a visitar y conocer otras comunidades pues, dijo, todas llevan una misma fe.
“La invitación es a visitar otras comunidades para que conozcan, acudir a las kermeses, no solo para dejar un poco de lo que Dios les ha dado, sino para que pasen un momento agradable. Nuestra kermés no es solo para recaudar fondos, sino para atraer a las familias, a los jóvenes y a aquellos que se han retirado para que se vuelvan a integrar”, señaló.