Diana Adriano
La comunidad de la parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos se congregó el pasado 15 de agosto para rendir homenaje a su santa patrona en una solemne misa.
En una jornada llena de fe y devoción hacia la madre de Dios, el evento fue presidido por el señor obispo don José Guadalupe Torres Campos, y concelebrada por el padre Jesús Tovar, quien es el párroco de la comunidad.
María Intercesora
Al caer la tarde, los fieles se reunieron en la parroquia, adornada con flores, la figura de la Virgen, vestida con ropajes resplandecientes, ocupó un lugar destacado en el templo, irradiando serenidad.
En su homilía, el obispo destacó la importancia de la Virgen María como modelo de fe y virtud para la comunidad, así como expresó su cercanía y afecto hacia los fieles congregados, subrayando la importancia de la devoción a la Virgen María en esta comunidad.
Describió a María como «la sencilla, la pobre, la esclava» a quien Dios eligió para ser la Madre de Dios y resaltó el acto de amor divino al elegirla, a pesar de su humildad y simplicidad. Esto, dijo es un ejemplo de cómo Dios ve más allá de las apariencias terrenales y valora la pureza de corazón.
Don Guadalupe también recordó la Asunción de María, que se conmemoró ese mismo día, y dijo que María, amada por el Padre, fue elevada a un estado celestial, donde intercede por la humanidad y sigue siendo guía espiritual para los hijos de Dios.
El momento culminante de la emotiva misa en honor a Nuestra Señora de San Juan de los Lagos fue cuando el obispo impartió su bendición especial sosteniendo la imagen de la santa patrona.
Ante la mirada de la comunidad parroquial, el obispo elevó la imagen de la Virgen María y con profunda devoción invocó las bendiciones divinas sobre todos los presentes.
Continuaron los festejos
La comunidad parroquial no dejó pasar la oportunidad de continuar su fiesta y el 20 de agosto todos se vistieron de gala para disfrutar de una gran kermés que incluyó una animada verbena con deliciosos antojitos mexicanos.
Desde la mañana, la parroquia y sus alrededores se llenaron de un ambiente festivo. Los miembros de la comunidad se unieron en una muestra de unidad y alegría, llevando consigo el espíritu de devoción que caracteriza a este lugar.
La gran kermés no solo fue una ocasión para disfrutar de la comida y la diversión, sino también para fortalecer los lazos de amistad y y el espíritu de fraternidad entre los miembros de la parroquia.