Con esta misa concluyó la visita de las reliquias del santo libanés a Ciudad Juárez
Diana Adriano
Ciudad Juárez cuenta con una capilla dedicada a san Charbel. Y aunque aquí no se celebra usualmente el Rito Maronita, el pasado 23 de junio, la comunidad de esta capilla, perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, tuvo el honor de participar en una Misa Maronita.
Esto en el marco de la recepción de las reliquias de tres grados de su santo patrono, como parte de la visita que se realiza por todo territorio mexicano, en un programa que incluyó a la Diócesis de Ciudad Juárez, como ya lo ha publicado en Periódico Presencia.
Misa maronita
La capilla que está bajo el patrocinio de San Charbel se vistió de gala para recibir tan preciadas reliquias. El programa incluyó una solemne misa de acuerdo con el rito maronita y fue presidida por el padre Jonathan Ángeles, sacerdote maronita y custodio de las reliquias, acompañado del padre Manuel Bañuelos, párroco de la comunidad, y el padre Daniel Samaniego, vicario.
Como se sabe, la misa maronita es un rito litúrgico propio de la Iglesia católica oriental. Esta liturgia se caracteriza por su rica simbología, su profundo sentido de reverencia y su conexión con las tradiciones y la cultura del pueblo libanés.
La misa maronita se celebra en arameo, el idioma que era hablado por Jesús, lo que le confiere un aspecto histórico y una sensación de conexión directa con los tiempos bíblicos, explicó el sacerdote invitado.
Durante la celebración se utilizan rituales y gestos litúrgicos significativos, como el incienso, postraciones, reverencias y oraciones cantadas.
La música desempeñó un papel fundamental durante la santa misa, ya que los cantos litúrgicos son tradicionales y poseen una belleza melódica que enriquecieron la experiencia de la celebración.
Imitar virtudes del santo
En su mensaje, el sacerdote maronita destacó las virtudes y atributos esenciales que caracterizaron la vida san Charbel, quien es reconocido en la tradición cristiana por su humildad, pobreza y vida de penitencia, los cuales fueron pilares fundamentales en su búsqueda de una unión más estrecha con Dios.
“Dios nos llama a que a ejemplo de San Chárbel, siendo imitadores de Cristo. Vivir como buenos católicos y cristianos. Esto lo podemos lograr preguntándonos constantemente qué hubiera hecho el Hijo de Dios ante situaciones de tristeza, alegría, estrés, en las responsabilidades, en el trabajo, y con respecto a los demás”, destacó.
El padre Jonathan , también invitó a los presentes a no tener miedo de acercarse a la oración cotidianamente como una poderosa herramienta para liberar preocupaciones y penas, y para buscar la iluminación divina en la vida propia.
Concluyó recorrido
El sábado 24 de junio, las reliquias de San Chárbel partieron rumbo a Tijuana, Baja California, dando inicio a la última parte de su peregrinación «San Chárbel: bendiciendo y consolando a nuestra Patria», con una duración de 15 días.
El padre Manuel Bañuelos, encargado de coordinar la peregrinación en la diócesis local, explicó que los sacerdotes maronitas se encuentran en trámites para que las reliquias puedan quedarse permanentemente en México. Sin embargo, destacó que este proceso es largo y complejo, por lo que es probable que al finalizar el recorrido las reliquias regresen a su lugar de origen, en Líbano.
Para saber…
La Capilla san Charbel se ubica en:
Calle Hacienda las Vigas 9309
Fracc. Las Haciendas
Ciudad Juárez, Chihuahua. 32577
Los listones de San Chárbel
A propósito de la visita de las reliquias de san Charbel a Ciudad Juárez, es preciso explicar la costumbre, propia de México, de colocar listones de colores a una imagen del santo.
De acuerdo a información recogida en la página oficial de la Iglesia Maronita en la Ciudad de Chihuahua, en Líbano no se tiene esta costumbre, sino que es una devoción popular nacida en México específicamente en la Iglesia de Nuestra Señora de Balvanera, en la Ciudad de México, encomendada a la Orden Libanesa Maronita.
El origen de esta devoción tiene varias historias, una de ellas atribuída a los comerciantes: Ofrecían a San Chárbel un lienzo para que les fuera bien en su negocio de telas. Esta hipótesis es del Padre José Boustani, quien fue párroco de Balvanera desde 1960.
Por otra parte, monseñor Alberto Paul Meouchi piensa que como los fieles no podían colgar “ex-votos” en las figuras de san Charbel, colgaban un listón en los brazos extendidos del santo y ahí colocaban con alfileres sus medallitas. Tiempo después desaparecerían los “ex-votos” y sólo quedaría el listón; y más tarde se comenzaría la costumbre de escribir en ellos una oración, o un mensaje para el santo.
Igualmente se conoce la hipótesis del periodista Roberto O´Farrill, quien cuenta que un día una feligrés angustiada por su enfermedad entró a Nuestra Señora de la Balvanera, para orar y pedir misericordia a Dios. Al ver a la imagen de San Chárbel, le pidió ayuda y quiso dejarle su petición por escrito. La señora encontró un rollo de listón que acababa de comprar en una mercería y cortó un trozo de listón en donde escribió su petición al santo. Al regresar a la catedral para agradecerle a Dios porque la sanó por intercesión de San Chárbel y, como señal de gratitud, le dejó un nuevo listón donde escribió su agradecimiento. En cuanto otros devotos supieron lo sucedido, los listones empezaron a aumentar y la costumbre pronto traspasó fronteras.
Significado de los colores:
La devoción dice que estos colores corresponden a una petición:
Azul: por los enfermos.
Amarillo: el trabajo y estudio, las escuelas, empresas.
Naranja: por los niños, las mujeres embarazadas y los matrimonios que no han podido tener hijos.
Blanco: dar gracias por un favor recibido, por los que tienen algún vicio o están en la cárcel.
Rojo o rosa: noviazgo y matrimonios.
Morado: pedir perdón por los pecados y conversión de los pecadores.
Dorado: por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos consagrados. Institutos religiosos, movimientos y asociaciones eclesiales.
Negro: los que sufren pérdida de un ser querido, por los fieles difuntos.
Verde: deprimidos, perturbados, angustiados y los que han perdido la fe.
Café o marrón: Enfermos con alguna enfermedad psiquiátrica o mental.
Gris: los que han sufrido agresión física o moral, secuestro, violencia, bullying.
En el listón se escribe: lo que se pide, alguna oración a San Chárbel, el favor recibido y una acción de gracias. Pero la Iglesia católica indica que debe evitarse utilizar el listón como superstición o amuleto, ya que esto ofende a Dios, puede afectar también al culto al verdadero Dios. (Información de: www.icharbel.com)