Diana Adriano
Hace exactamente diez años, Ciudad Juárez se encontraba sumida en una ola de violencia sin precedentes que había paralizado la vida nocturna de la ciudad. El miedo y la incertidumbre eran el pan de cada día, y las calles y parques se habían convertido en territorio de traficantes y cárteles de droga. La extorsión a los negocios tenía a todos temiendo por sus vidas, y la violencia indiscriminada se apoderaba de la vida cotidiana de los ciudadanos.
En medio de este panorama desolador, los salesianos se propusieron devolver la alegría que tanto se necesitaba en los barrios más pobres y peligrosos de Ciudad Juárez.
Inspirados en la visión de San Juan Bosco, decidieron utilizar una de sus herramientas más poderosas: los juegos al aire libre. Así nació en 2012 la Brigada de la Alegría, un proyecto de los oratorios salesianos que tenía como objetivo principal devolver la infancia que se estaba perdiendo en las nuevas generaciones.
Así lo compartió el padre Ernesto Hernández, coordinador de la Obra Salesiana en Ciudad Juárez. “La Brigada de la Alegría se convirtió en un rayo de esperanza para la ciudad”, dijo.
Luz de esperanza
Esta iniciativa se expandió como un circo itinerante, llevando la alegría a casi una veintena de zonas afectadas por la violencia. Los juegos al aire libre, las actividades recreativas y la convivencia en comunidad se convirtieron en un bálsamo para los niños y jóvenes que habían perdido la oportunidad de disfrutar de una infancia libre de miedo.
El pasado 23 de septiembre, la familia Salesiana celebró con gran alegría y emoción el décimo aniversario de este proyecto. La celebración culminó con una brigada masiva en la Zona Centro de Ciudad Juárez, en la que decenas de niños, jóvenes y familias se reunieron para conmemorar este esfuerzo de transformación.
El padre Ernesto, expresó su gratitud a todos los que han apoyado este proyecto a lo largo de los años y destacó la importancia de continuar trabajando juntos para construir un futuro mejor para Ciudad Juárez.
«Hemos demostrado que la alegría puede vencer al miedo, y seguiremos trabajando incansablemente para que nuestros niños y jóvenes puedan crecer en un entorno seguro y lleno de oportunidades», afirmó.
Impacto positivo
Daniel Méndez, vocero de Desarrollo Juvenil del Norte A.C., dijo que la brigada por el 10 aniversario también se llevó a lugares estratégicos como el Parque Central, el Parque Borunda, el Albergue Leona Vicario y el Parque Oriente. Sin embargo, el punto culminante de la celebración tuvo lugar en el Centro Histórico.
“Un componente fundamental de la Brigada de la Alegría es el momento de refrigerio, en el que la comunidad se reúne y comparte alimentos. En esta ocasión, se contó con la generosidad de Wendy’s, Trevly y la Fundación Pedro Zaragoza, quienes proporcionaron alimentos para compartir con todos”, añadió.
Destacó que la brigada ha contado con la participación de alrededor de 70 jóvenes voluntarios, cuyo compromiso y dedicación han sido fundamentales para el éxito continuo de la iniciativa.