Diana Adriano
En medio de la atmósfera festiva en la tradicional kermés anual del Seminario Conciliar, el programa artístico agregó alegría y diversión a los asistentes a este magno evento del Corazón de la diócesis.
El sábado 23 de septiembre el público atestiguó el vibrante debut de «Semistereo», un grupo de seminaristas apasionados por la música que cautivaron a todos con su presentación.
En el primer día de kermés, la expectativa de los asistentes crecía a medida que se acercaba la hora de las presentaciones musicales, y «Semistereo» estaba en boca de todos.
Al llegar el momento, el escenario se iluminó con energía vibrante. Los integrantes del nuevo conjunto musical tomaron el micrófono y con entusiasmo palpable iniciaron su actuación que incluyó un amplio repertorio de canciones del recuerdo, interpretadas con gran maestría vocal e instrumental.
Javier Villegas, líder de «Semistereo», compartió la experiencia única de debutar con su banda durante la kermés del Seminario.
“Unos minutos antes de subir al escenario estábamos en los camerinos poniéndonos de acuerdo para las canciones. Ya subiendo al escenario y pasando una o dos canciones, lo comenzamos a disfrutar bastante», dijo.
Su origen
El génesis de «Semistereo» se remonta a una reunión de planeación de la kermés, realizada en abril pasado.
“El padre Arturo Veleta nos invitaba a que tratáramos de involucrarnos de formas distintas pues -nos decía- la gente estaba acostumbrada a vernos cargar cosas, sirviendo, pero dijo que sería bueno que nos involucráramos de forma diferente y que la gente conociera nuestros talentos”.
Como encargado del programa de espectáculos, Javier Villegas tuvo la visión de aprovechar el talento musical de sus compañeros.
“Pensé en un grupo haciendo honor a los ‘Semisónicos’ -2019- y otros grupos de música que han existido antes de seminaristas. Pensé que había el talento suficiente para generar este grupo y tratar de que saliera algo», expresó.
Gran espectáculo
En su presentación, el grupo logró no solo entretener, sino también dejar una impresión positiva en el público.
Javier aprovechó la ocasión para transmitir un mensaje importante sobre la integración de las pasiones y talentos en la vida de aquellos que han elegido el camino hacia el sacerdocio.
«Es importante que los jóvenes y la sociedad en general nos demos cuenta de que la vida o la vocación específica en camino al sacerdocio no está deslindada de todo lo que engloba la vida humana. La música es algo que disfrutamos mucho y no va en contra de la vida de fe y el discernimiento», reflexionó.
Admitió que quizás no son los más preparados ni los más talentosos, pero subrayó la importancia de disfrutar lo que hacen y trabajar juntos para lograr sus objetivos.
Finalmente, Javier recordó el llamado a la comunidad a seguir orando por el Seminario y las vocaciones que alberga.
«Sigan orando mucho por el Seminario, por las vocaciones que ya se encuentran dentro de él y las que están por surgir en los jóvenes»