Arquidiócesis de México
Diciembre es un mes en el que comúnmente gastamos demasiado, y ahora tenemos que hacer frente a todos esos gastos. Y aunque muchos de estos gastos fueron a meses sin intereses, si sumamos todos, resulta que cada mes tendremos que pagar fuertes cantidades de dinero.
Si a lo anterior le agregamos los impuestos anuales que se pagan en el primer trimestre del año, los nuevos impuestos y el alza de precios en un sin fin de productos (muchos de ellos d necesidad básica), la cuesta de enero ¡claro que cuesta!
Por eso, aquí presentamos cinco consejos para hacerle frente en familia.
- Hablar con los hijos
Es bueno que nuestros hijos estén enterados de los problemas familiares. Es recomendable hablar con ellos–de acuerdo con la edad de cada uno–, para explicarles que es tiempo de ahorrar y de austeridad.
La austeridad nos da la oportunidad de formar a nuestros hijos en las virtudes, ya que nos permite fomentar la paciencia, la tolerancia y el compartir con los demás.
Cuando la familia se encuentra en estas condiciones de austeridad, en lugar de comprar a los hijos un dulce o postre para cada uno, compramos uno para todos y para compartir. De esta manera se ahorra y ellos valoran más lo que tienen.
- Piensa en qué puedes ahorrar
Estamos acostumbrados a hacer pequeños gastos que no parecen mucho, pero si los juntamos resultan una gran carga; por ejemplo, los refrescos y los postres a la hora de la comida, los cigarros o los chicles.
Con mis hijos he llegado al acuerdo de que, cuando vamos a hacer la despensa al supermercado, sólo compro lo que llevo anotado, porque es común que al llegar a la caja se les antoja todo lo que ven.
- Haz un plan de comidas
¡Claro! Así no compraremos de más. Y si llevamos una lista de los ingredientes y las porciones que vamos a necesitar para la comida semanal, podremos ahorrar mucho, ya que no tendremos fugas económicas a causa de los antojitos.
Yo ya tengo un plan de comidas de dos semanas, así lo hago variado y económico. Comer bien no es sinónimo de comer caro.
Incluyo frutas de temporada, que son más baratas, verduras, poca carne, y mi ingrediente favorito es la soja, ya que es muy barata, muy nutritiva y fácil de guisar. Se puede combinar con todo y a mis hijos les encanta.
- Cuida la salud de tu familia
En esta época de frío, otra forma de ahorrar es evitando las visitas al doctor y las medicinas que son muy caras. En lugar de esto, podemos darles a nuestros hijos alimentos que les refuercen el sistema inmunológico, como los cítricos y el brócoli. También podemos estar al pendiente de que estén bien tapados y que no respiren el aire frío.
Con mis hijos he logrado que se vistan por capas, es decir, una camiseta térmica, una playera, un suéter, una sudadera, y por último, una chamarra. Y si hace mucho frío, un gorro y bufanda. Esto ayuda a que, conforme va subiendo la temperatura, ellos se puedan ir quitando prendas sin quedar completamente destapados, evitando así que se enfermen por los cambios bruscos de temperatura.
- Organízate para pagar tus deudas
Es necesario tener muy claras y en orden todas las deudas que tenemos, y saber cómo vamos a pagar cada una de ellas. Yo terminé por comprar sobres, y a cada uno le puse el nombre de una cuenta por pagar y las fechas de pago respectivas. A cada sobre le voy metiendo dinero conforme tengo, y así puedo ver que me alcance para todo.
Cuando logro ahorrar en algo, meto el dinero que junté en alguno de los sobres. Y cada vez que hago un pago lo marco. Así veo como voy avanzando.
La verdad es que muchas veces sentimos que el dinero no nos alcanza, pero si nos organizamos en familia, para ahorrar en lo posible, seguro que las cosas nos serán más fáciles.
Publicado en Desde la Fe/ Arquidiócesis de México