Ana María Ibarra
Ante la creciente negativa que existe en los jóvenes de contraer matrimonio y adquirir el compromiso de formar una familia, dos matrimonios de parejas jóvenes comparten su testimonio de que vale la pena comprometerse con una familia, siendo Dios la clave principal para lograr mantener su amor.
Inicio difícil
Con nueve años de casados, Daniela Fernández y Raúl Gutiérrez han descubierto en Dios y en la vida en comunidad, la fortaleza para continuar con su matrimonio y enfrentar los desafíos que se les presentan.
Para ellos, los primeros años de vida conyugal fueron una época difícil, sobre todo con la llegada de la pandemia.
“En la pandemia perdimos a nuestros papás, Raúl en noviembre y yo, en enero. Estábamos encerrados, viviendo dos duelos, pero si no hubiera sido por Dios y nuestra comunidad, muy probablemente hubiéramos llegado al divorcio. Solo con la ayuda de Dios a través de nuestra comunidad pudimos sobrellevar ese momento”, dijo Daniela.
“Era Dios que nos mantenía, no estábamos solos y no queremos soltarlo, porque Él, a través de la comunidad, nos impulsa a continuar”, agregó Raúl.
La búsqueda
Daniela y Raúl habían encontrado providencialmente la comunidad de Matrimonios Jóvenes de Nuestra Señora de la Paz, en una búsqueda por continuar alimentándose de Dios, pues en su soltería habían sido servidores en grupos juveniles.
Al casarse, sintieron la necesidad de continuar con el servicio, pero ya con su pareja.
En su parroquia ellos encontraron una comunidad de matrimonios que se reunía semanalmente, sin embargo, eran mucho mayor que ellos.
“Buscábamos una comunidad y esas parejas eran mayores, ya con hijos de nuestra edad. Nosotros lo que necesitábamos era una comunidad de matrimonios jóvenes, con problemática similar a la nuestra”, indicó Daniela.
En esta búsqueda, Daniela encontró un aviso en una red social sobre la comunidad de matrimonios jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de la Paz y aunque su deseo era acudir presencialmente, la pandemia los obligo a integrarse de manera virtual.
“Encontramos parejas jóvenes, buscando acercarse a Dios y vivir los primeros años de matrimonio con Él. Nos recibieron bien, y en los momentos difíciles nos apoyan con oración y nos acompañan, ya que tienen las mismas dificultades, como ser papás primerizos, establecerse económicamente, la familia política. Aquí encontramos a Dios”, señaló Raúl.
Herramientas para la vida
En este grupo, Daniela y Raúl han aprendido herramientas para enfrentar sus dificultades matrimoniales.
“Hemos recibido herramientas que vienen de Dios a través de temas que afectan a parejas jóvenes”, comentó Daniela.
“Escuchar el testimonio de otras parejas nos nutre y nos fortalece, porque sabemos que no estamos solos, que existe esa fraternidad y esa hermandad. Aquí encontramos lo que no tenemos en los trabajos o en otros ámbitos de la vida: a Dios, y nos ayuda a ir contra corriente”, agregó Raúl.
Lucha por el matrimonio
Conscientes de los ataques que existen en contra de la familia y del matrimonio, esta pareja sabe que la única manera de mantener su relación, es confiando en Dios.
“Las parejas que nos acompaña creen en el matrimonio, eso nos ha fortalecido, y juntos luchamos para que otros jóvenes vean en el matrimonio una vocación fincada en el amor”, concluyeron.
Poner a Dios en el centro, clave del éxito
Procedentes de Querétaro, Jocelin García y César Trujillo llegaron a Ciudad Juárez queriendo encontrar una comunidad dónde seguir creciendo como matrimonio, pues en aquella ciudad ya pertenecían a una y, con su nueva vida en esta frontera, sabían que necesitaban estar cerca de Dios y de otras parejas para fortalecerse.
“Vamos a cumplir cinco años de casados. Una amiga pertenecía a esta comunidad y cuando llegamos a Juárez vimos el anuncio y nos integramos”, dijo Jocelin.
“Teníamos la inquietud de tener aquí una comunidad que nos ayudara en el acompañamiento en la cotidianidad y en las cosas que nos pasaban. Ver a otras parejas pasando por lo mismo, que comparten nuestros valores y para quienes Dios es el centro de su vida, fue enriquecedor para nosotros”, añadió César.
La pareja considera que conforme pasa el tiempo en el matrimonio, cada prueba va siendo más pesada, y la llegada de los hijos es un gran reto.
“Tenemos dos niños y han sido las dos pruebas más difíciles, hasta ahorita, en el matrimonio. El secreto es permanecer juntos en Dios y no perder el compromiso que iniciamos frente al Altar. Cada prueba puede ser algo que nos puede separar, pero es un reto que puede sacar a la luz lo negativo de nosotros como personas y debemos trabajarlas”, señaló César.
“Hemos aprendido a aceptar que el matrimonio no es ser feliz todo el tiempo, sino que van a existir retos y cruces, y esas cruces con Dios se pasan mejor. Unidos con Dios en el centro, y ahora como familia, podremos superar lo que venga”, expresó Jocelin.
Fortalecidos en Dios
En el grupo de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, Jocelin y César han adquirido herramientas para fortalecerse como pareja y no dejar que el amor se apague.
“Una de esas herramientas es la oración. Siempre platicar con Dios, ir a misa y al Santísimo, participar en eventos que son para Dios. El diálogo es otra herramienta importante”, dijo César.
Añadió que también es importante el conocimiento de la fe a través de documentos de la Iglesia que enseñan cómo llevar el matrimonio sacramental.
La pareja se dijo consciente de que en su vida matrimonial encontrarán dificultades y pruebas más grandes, pero están convencidos de que podrán vivirlas mejor con Dios en el centro.
“Las adversidades se viven distinto cuando se tiene un compañero de vida, con la familia que vamos formando y con Dios en el centro. Es como formar un equipo”, expresó Jocelin.
“El matrimonio es un compromiso para toda la vida, pero con problemas fuertes es fácil una separación sin Dios. Dios nos fortalece”, agregó César.
A pesar de llevar poco tiempo de casados, la pareja dijo estar convencida de que vale la pena formar una familia.
“Hacen falta más parejas jóvenes comprometidas a cambiar el mundo. Es fácil decir que el mundo está muy feo y que no hay que traer hijos al mundo, pero el cambio inicia en la familia y para ellos hay que formar familias deseosas de cambiar el mundo”, señaló Jocelin.
“Estamos viendo a una sociedad sin valores y hoy más que nunca necesitamos reforzar esos valores que se van perdiendo… y esto se hace a través de la familia”, concluyó César.
Consejos para fortalecer el amor conyugal
Parejas del grupo Caná, de Nuestra Señora de la Paz, compartieron esta lista de tips.
- Acercarse a Dios. La comunidad es una oportunidad para acercarse a Dios, así como las visitas al Santísimo y vivir la Eucaristía.
- La comunicación. Estar en sintonía, no una comunicación técnica, sino profunda sobre el sentir y el caminar en pareja.
- Alimentar el amor. Los detalles son importantes. No olvidarse del porqué decidieron llegar al altar.
- Estudiar la Palabra de Dios y los documentos de la Iglesia sobre el matrimonio.
- Hacer a Dios el centro del matrimonio. Dar el primer lugar a Dios y no a lo material.
- Oración en pareja. Momentos de encuentro frente a Dios orando juntos.