Con motivo del día del párroco que se celebra hoy por la fiesta del Cura de Ars, fieles de la diócesis fueron consultados por Presencia sobre cómo se puede mejorar la labor de los párrocos en sus comunidades… esto dijeron…
Diana Adriano
Con motivo de la fiesta de San Juan María Vianney, que se celebra el 4 de agosto, la Iglesia conmemora el Día del Párroco en honor a aquel sacerdote que dedicó su vida a la conversión de su comunidad de fieles.
Para celebrar esta fecha, fieles de la diócesis fueron consultados por Presencia sobre cómo se puede mejorar la labor de los párrocos en las comunidades.
Más tiempo a la comunidad
Feligreses algunas comunidades parroquiales expresaron algunas sugerencias que tienen para sus párrocos, que ellos ven como áreas de oportunidad en las cuales mejorar.
Una de las inquietudes se refirió a sacerdotes que deben atender dos comunidades o varias capillas a la vez. Aunque comprenden la dificultad de atender fieles en estas circunstancias, debido a la falta de sacerdotes en la diócesis, consideraron ideal que el párroco estuviera más pendiente de cada grupo y dedicara más tiempo a la comunidad. Y para eso se necesita que se dedique sólo a una parroquia, opinaron.
Al referirse a su párroco en particular, fieles también resaltaron:
“Que no cambie su manera de trabajar y de tratar a la gente, siempre con respeto y sabiduría, y que siga pendiente de cada grupo de la parroquia”.
Amabilidad y empatía
Otros feligreses compartieron su inquietud sobre la manera en que algunos párrocos tratan a las personas.
“Los sacerdotes poseen distintas y admirables virtudes, pero una que pueden acrecentar es la virtud de la amabilidad”, dijo uno de ellos.
También sugirió a los párrocos emular virtudes de San Francisco de Sales, como el habla suave y la afabilidad.
Igualmente, consideran importante que el párroco se dedique a fortalecer las actividades y servicios ofrecidos por la parroquia para apoyar a toda la comunidad y buscar una mayor cercanía con los fieles en general.
“No me refiero a las relaciones que tiene el párroco con los servidores, sino con el resto de la comunidad. Sería positivo recibirlos, saludarlos y platicar brevemente con los demás fieles que asisten”, comentó.
Mejoras materiales
Otros feligreses consultados mostraron preocupación por la situación de las instalaciones parroquiales, y consideraron que el párroco debe enfocarse también en ese aspecto, que aunque parece meramente material, impacta en lo espiritual.
“Me gustaría que el templo estuviera abierto por más tiempo, así como una mayor capacitación y formación espiritual para los grupos parroquiales. También sería beneficioso crear espacios dedicados a matrimonios y familias”, dijo este feligrés.
…Y espirituales
También hubo feligreses que pidieron al párroco, tener un mejor trato con los feligreses “en especial con los adultos mayores, a quienes les debemos mucho, ya que varios de ellos incluso contribuyeron de diversas formas al sostenimiento de la parroquia, tanto en lo material, como espiritual y sacramental”
Y que se garanticen los derechos de los trabajadores de la parroquia.
Lamentablemente hubo quienes, consultados al respecto, consideraron necesario para mejora del párroco “cumplir con la obligación en lo relativo a la misa diaria, pues así lo manda el canon 904 del Código de Derecho Canónico”, recordó uno de los feligreses.
Fieles satisfechos
Ángel Rafael Sosa, feligrés de la parroquia Dios Padre, expresó su satisfacción con el trabajo de su párroco, señalando: “Llevo un año de conocerlo e interactuar con él dentro de la parroquia. Durante este tiempo ha demostrado ser un pastor preocupado por sus feligreses y que ha sabido ganarse el amor de toda su comunidad. No creo que haya algo sustancial en lo que pedir mejoría alguna”
El entrevistado destacó los aspectos positivos de la labor pastoral de su párroco.
“Le pediría que siguiera guiándonos tal como lo ha hecho hasta ahora: nutriéndonos en la fe mediante catequesis, actividades y con un ejemplo vivo del ser cristiano. La formación espiritual e intelectual son como pilares robustos para la fe de toda una comunidad, por lo que tener día con día el alimento espiritual de la Eucaristía, la Hora Santa y las clases de teología que nos ofrece, son una gran bendición que alimenta nuestra comunidad y la conforma desde su raíz.
Agradecerles y orar por ellos
Una joven de otra comunidad destacó que, aunque todos los seres humanos tienen áreas en las que podrían mejorar, ella prefiere resaltar las virtudes de su párroco .
Agradeció especialmente la cercanía que el sacerdote ha mostrado hacia los jóvenes de la parroquia.
“Con su testimonio, nos ha acompañado, guiado, motivado e invitado a la disciplina, pero también a la cercanía con el hermano”, comentó.
La joven también destacó cómo el sacerdote ha inculcado en la comunidad que la fe es un estilo de vida.
“Ser discípulos de Jesús nos lleva a vivir en comunidad y a encontrar la plenitud en Él”, expresó.
Añadió que la espiritualidad de su párroco ha sido fundamental para ella, enseñándole a tener una mayor conciencia de la presencia real de Jesús a través de las Eucaristías y Horas Santas.
Reconoció que el compromiso de todo laico es orar por el sacerdote, para que Dios le conceda el discernimiento necesario para reconocer sus áreas de mejora.
“Le pediría a mi párroco y a todos, que sigan confiando en la juventud y que tengan presente en sus oraciones a todos los jóvenes, especialmente a los que somos líderes juveniles en las comunidades”
Pedir por ellos
Laura Nolasco, de la parroquia Nuestra Señora del Refugio, compartió sus pensamientos sobre el trabajo de sus sacerdotes, Misioneros de la Natividad de María.
La entrevistada destacó el carisma especial de estos sacerdotes, quienes se dedican a la cooperación con el desarrollo del Reino de Cristo y la santificación de las almas.
Para Laura, algo que sería beneficioso para su párroco y vicario es descansar un poco más.
“Celebran muchas misas, muchas confesiones y muchos sacramentos, y atienden a los grupos parroquiales y a las cinco capillas. Sé que me dirán que no pueden, porque el tiempo no les alcanza, pero les sugeriría que se dieran tiempo para al menos comer con más calma”, expresó.
La servidora resaltó la importancia de cuidar de los sacerdotes y rezar por ellos, a pesar de las limitaciones de tiempo y esfuerzo que enfrentan.
“Atender uno de los territorios más grandes de la diócesis requiere mucha voluntad, energía y el deseo de servir hasta el cansancio, como ellos lo hacen. Yo no les pediría más, al contrario, nosotros como servidores deberíamos cuidar de nuestros sacerdotes y pedir todos los días por ellos”.