Diana Adriano
Como cada año, con motivo de la Fiesta de santa Clara que la Iglesia celebra el 11 de agosto, las Hermanas Clarisas Capuchinas realizaron su vigilia ‘40 horas de adoración al Santísimo Sacramento’ en el Monasterio de Cristo Rey, la cual concluyó justo en la fiesta de su santa patrona y fundadora.
La vigilia ininterrumpida comenzó el pasado miércoles 9 de agosto en un ambiente de paz y reflexión en el monasterio ubicado en la Colonia Chaveña. Durante estas 40 horas se realizaron momentos de adoración, alabanza y plegarias, en un ambiente de recogimiento y conexión espiritual.
La comunidad religiosa abrió sus puertas a los fieles y visitantes que quisieron unirse a esta experiencia de fe, muchos de quienes acudieron para participar en los momentos de adoración y para encontrar un espacio de calma en medio de la agitada vida cotidiana.
Santa Misa
El acto de adoración culminó de manera significativa con la celebración de la Santa Misa en la parroquia Cristo Rey a las 8 de la mañana de ese viernes 11 de agosto.
Celebrada por el obispo don José Guadalupe Torres Campos, la Eucaristía se llevó a cabo en un ambiente de solemnidad y reverencia, brindando a todos los presentes la oportunidad de unirse y recibir la bendición.
En su homilía, el obispo compartió reflexiones acerca del amor consagrado y la relación entrañable entre Santa Clara y Jesús.
«Ese amor que es consagrado, un amor entrañable entre Clara y Jesús, en aquel signo sencillo que desaparece todas las ataduras para encontrarse con el Señor», dijo al comienzo de su mensaje.
Vivir en el amor
Don Guadalupe enfatizó la relación de amor que Santa Clara mantuvo con Jesús, señalando cómo su entrega y renuncia al mundo material y a los lazos familiares, fueron un ejemplo inspirador de devoción.
«Esa renuncia al mundo, a lo material, a la familia, no fue porque no los quisiera sino por entregarse. Ese amor con Jesús, un amor a la humanidad, nos invita a vivir en el amor», señaló el obispo destacando la importancia del amor como clave fundamental para la vida cristiana.
“La clave para el cristiano es el amor, amor a Dios, a Cristo, a entregarnos totalmente a Él, como Santa Clara, que renunció a muchas cosas», abundó.
El mensaje resonó en las integrantes de la congregación religiosa, recordándoles la necesidad de cultivar un amor genuino y profundo hacia Dios y hacia los demás.
El obispo concluyó su homilía alentando a los fieles a buscar la inspiración en la vida de Santa Clara, cuya renuncia y amor a Cristo la condujeron hacia una relación íntima con lo divino.
«Sigamos el ejemplo de Santa Clara, permitiendo que su amor consagrado nos guíe en nuestro propio camino de fe», puntualizó.
Tras la celebración de la Santa Misa, la comunidad expresó su agradecimiento a las hermanas clarisas capuchinas por brindar esta oportunidad de conexión espiritual y por su ejemplo de devoción y entrega en la oración que realizan por toda la comunidad.