Jugadores acudieron a misa previo al inicio de la nueva temporada.
Claudia Iveth Robles
Jugadores y directivos del Club de futbol Bravos de Ciudad Juárez se encomendaron a Dios en el inicio de la nueva temporada de futbol que comenzó el pasado sábado 16 de julio.
Fue el pasado miércoles 13 de Julio cuando la escuadra fronteriza visitó la Misión de Guadalupe, donde fueron recibidos por el padre Eduardo Hayen, párroco de la Catedral, quien les explicó que en torno a la Misión de Guadalupe fue fundada Ciudad Juárez en 1659, conocida originalmente como Paso del Norte.
Tras detallarles parte de la historia de la región y del edificio, el sacerdote explicó a los visitantes detalles del interior de la Misión, que contiene madera tallada y les explicó que bajo el altar descansan los restos de los primeros pobladores.
Luego del recorrido, los futbolistas y sus familiares se dispusieron a escuchar la Santa Misa celebrada por el padre René Murillo, capellán del equipo.
El sacerdote aconsejó a los jugadores mantener una actitud de humildad y sencillez, ya que “no lo saben todo”.
“Se require humildad para escuchar al cuerpo técnico, para poder crecer… hay que ser sencillos como nos pide el papa… todos requerimos de esa sencillez, que es el camino de la bendición”, expresó.
El sacerdote pidió a Dios por todos y cada uno de los jugadores y por sus familias.
“Vamos a pedir al Señor su fuerza, su espíritu, su gracia para entrar con el pie derecho con todo, para buscar el campeonato”, dijo.
Finalizó pidiendo a los jugadores esfuerzo y perseverancia y los encomendó también a la Virgen de Guadalupe, patrona de Ciudad Juárez.