Claudia Iveth Robles/ Presencia
El martes 10 de agosto, en la fiesta de San Lorenzo, el obispo diocesano don J. Guadalupe Torres Campos hizo una misa virtual de envío, para dar por iniciados los trabajos hacia la Asamblea Eclesial diocesana que se celebrará tentativamente en marzo de 2022, en seguimiento al itinerario marcado por el propio Papa Francisco, así como por la Conferencia del Episcopado Mexicano en su Plan Global de Pastoral.
La idea de esta asamblea, que se replicará a nivel latinoamericano en noviembre próximo, es escuchar a toda la Iglesia católica cercanos y alejados, para poder construír programas que le permitan enfrentar adecuadamente los desafíos de los tiempos actuales.
En entrevista, el obispo don Guadalupe explica a nuestros lectores los esquemas y alcances de esta Asamblea.
¿Qué es esto de la Asamblea eclesial?
Haciendo un poco de historia, cuando vino el papa a visitar a México, nos pidió a los obispos que con mucha seriedad hiciéramos un proyecto pastoral nacional. Los obispos nos dimos a la tarea de hacer este proyecto pastoral, el cual ya tenemos varios años trabajándolo. Es un proyecto que llamamos proyecto pastoral global PGP, hacia el 2031-2033 para celebrar los 2 mil años de la redención y los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe, y el papa recientemente nos pidió que hiciéramos una asamblea nacional, que estaba programada para el próximo noviembre, pero como se empata con la asamblea latinoamericana, decidimos hacer nuestra asamblea nacional en marzo.
Cada obispo tiene que hacer una asamblea, un encuentro eclesial diocesano y desde hace un mes hemos estado trabajando los sacerdotes, el consejo de Pastoral con el padre Mario Manríquez y los decanos, con su servidor, preparando nuestro encuentro, nuestra asamblea eclesial diocesana que será en dos momentos: la primera etapa a nivel decanato y la segunda etapa a nivel diocesano. Nos estamos preparando para encontrarnos todos.
¿Por qué hacer una asamblea, un encuentro diocesano?
Por fidelidad a Cristo y a su evangelio, por fidelidad a la Iglesia y su misión, por fidelidad a las personas y su desarrollo integral, como nos pide Jesús en el Evangelio de San Mateo, capitulo 18 19-20: “donde dos o tres se reúnen, ahí estoy yo en medio de ustedes, todo lo que pidan en mi nombre, mi padre se los concederá”.
Sabemos que habrá una misa de envío en la diócesis para la Asamblea eclesial ¿Cuándo y cómo será?
Tenemos la misa de envío que será virtual, será en la fiesta de San Lorenzo el día martes 10 de agosto a las 12 del medio día, en la solemnidad de San Lorenzo, para el arranque de nuestra asamblea, tanto de decanato, como diocesana, aprovechando que ese día los diáconos permanentes, renuevan su diaconado delante del obispo.
¿Hay algún itinerario en este proyecto?
Hay dos palabras claves en estas asamblea nacional y por consecuencia diocesana y decanal: el diálogo y la escucha.
Es importante escuchar a todos, dialogar y abrir nuestra mente y nuestro corazón a todos. Es un encuentro eclesial donde queremos involucrar a todas las personas para ver qué es lo que la gente está viendo en nuestro país, de todo lo que ve y percibe, qué siente en su corazón, lo que piensa, y qué es lo que sueña. Son cuatro verbos que tenemos que trabajar en estos diálogos: lo que la gente ve, lo que la gente siente, lo que la gente piensa y lo que sueña.
Se trata de conocer nuestra realidad como país, como diócesis, como ciudad y ver los retos, los desafíos, para poder responder mejor como Iglesia a estos desafíos.
¿Cuáles son los criterios para la participación de los fieles?
El primer paso es la misa de inicio; el segundo paso sería los encuentros por decanato. Los criterios son: convocar a todos, por ejemplo de un número de 100 personas, 30 van a ser entre sacerdotes, religiosas y seminaristas, diáconos, 30 laicos comprometidos que trabajan en la pastoral, otros 30 de laicos que no están trabajando en la pastoral, pero que son afines a la Iglesia, y los últimos 10 de otra religión, de otros movimientos que no son afines a la Iglesia y así convocar a todos. Cubrir la parte eclesial, la parte de laicos comprometidos, laicos afines a la Iglesia y gente no afin a la Iglesia. Esto para que haya la mayor participación por decanato. Así convocar a todos.
Y cuando se realice la asamblea diocesana, tendría que ser con esos mismos porcentajes.
¿Cuáles serán las fechas?
La asamblea diocesana la tenemos programada para el 02 de octubre, estamos tratando de conseguir el Gimnasio de Bachilleres que es amplio, para que podamos asistir 2 mil personas, esperamos se nos facilite y tener esta asamblea eclesial diocesana.
Por otra parte, las asambleas de decanato serán entre la ultima semana de agosto y la primera semana de septiembre y cada decanato define la modalidad, los días y los tiempos.
Es un momento de gracia el que estamos viviendo en todo México, todos los obispos. Es para una conversión, como nos pide el Plan Global de Pastoral, convocar a todos, mirar juntos el país.
Los invito a todos los que sean elegidos para participar, tanto en las asamblea de decanato como en la asamblea diocesana, en ese espíritu sinodal, abierto, eclesial.
¿Qué mensaje quisiera dar a los fieles de nuestra diócesis a propósito de este evento?
Primero cumplir con lo que Cristo nos dice: salir, llevar el evangelio, ser una Iglesia abierta, en salida, como también nos dice el papa.
Muchas veces trabajamos hacia lo interno, nada más los que van, los que asisten, decidimos unos cuantos, pero se trata de hacer una Iglesia abierta, escuchar a otros a todos sectores. Por eso el papa en Fratelli Tutti nos marca estos criterios acercarnos a todos.
Que todos tengan la posibilidad de expresarse, escuchar a todos, conocernos todos en ese esfuerzo de comprendernos, comprender la realidad, los retos del mundo de hoy para una conversión, para una respuesta más eficaz en al evangelización… y la palabra clave es el diálogo.
Una asamblea no es discutir dogmas de fe, es simplemente escucharnos, lo que la gente ve, siente, piensa y sueña, para crear esa colegialidad con el papa, con los obispos.
Somos pueblo de Dios y lo que hoy el papa nos pide es sinodalidad, es decir, convocar a todos, hombres, mujeres, jovenes, niños, cercanos y lejanos. Todos.
Debemos conocer nuestra ciudad, nuestra diócesis, nuestro México, y compartir, porque después mandaremos a la Secretaría del Episcopado el resultado de la asamblea diocesana, y luego prepararnos para nuestra gran asamblea nacional, tentativamente en marzo.
Vamos a participar con generosidad, esperemos que todo se desarrolle con alegría y con el espíritu al que el papa nos invita.
En frase…
Son cuatro verbos que tenemos que trabajar en estos diálogos: lo que la gente ve, lo que la gente siente, lo que la gente piensa y lo que sueña.
En frase…
Se trata de conocer nuestra realidad como país, como diócesis, como ciudad y ver los retos, los desafíos, para poder responder mejor como Iglesia a estos desafíos.
En frase…
Los invito a todos los que sean elegidos, para que participen tanto en las asamblea de decanato como en la asamblea diocesana, en ese espíritu sinodal, abierto, eclesial.