Diana Adriano
Con profunda devoción y sentido comunitario, la comunidad mazahua asentada en la Colonia , celebró a su santo patrono Santiago Apóstol, en una fiesta litúrgica y popular en la que reafirmaron su fe católica y su compromiso con la preservación de sus raíces culturales.
La comunidad forma parte de la parroquia Virgen de la Luz y, año con año, organiza esta festividad, que para ellos no solo es un acto religioso, sino también una expresión viva de identidad, memoria y resistencia cultural.
Recibieron sacramentos
En esta ocasión la celebración tuvo un matiz especial al realizarse durante la Santa Misa la administración de los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación a un grupo de jóvenes de la comunidad, quienes dieron un paso más en su camino de fe.
La celebración eucarística fue presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos, quien en su homilía dirigió palabras de aliento especialmente a los jóvenes, animándolos a permanecer firmes en su vida cristiana, a confiar en Dios y a ser testigos del Evangelio en sus familias y comunidades.
“Dios no se olvida de su pueblo. Que Santiago Apóstol siga intercediendo por ustedes para que su fe no se apague, y para que sigan caminando con esperanza y alegría”, expresó.
Concelebró la misa el padre Luis Escudero, párroco de la comunidad, quien también felicitó a los jóvenes que recibieron los sacramentos y agradeció la presencia del obispo, destacando la importancia de su cercanía.

Seguir adelante
Al concluir la misa, miembros de la comunidad dirigieron un mensaje de agradecimiento al obispo. Uno momento emotivo fue la participación de Helena Hernández Núñez.
“Estamos cumpliendo 29 años que hemos estado celebrando esta fiesta patronal. En las oraciones seguimos pidiendo por don Renato (qepd), que fue quien nos animó desde el principio. Le pedimos a Dios que no se pierdan nuestras costumbres, nuestros valores, porque nuestra lengua se está acabando, y eso me duele”, dijo Helena.
“Pero también me da gusto ver que seguimos adelante, que nuestros jóvenes participan y que seguimos defendiendo lo que somos. Muchas gracias por acompañarnos, señor obispo, todo esto es muy valioso para nosotros”.
La jornada culminó con una convivencia fraterna entre los fieles, donde se compartieron los alimentos y la música, reflejo del espíritu alegre y acogedor de esta comunidad.


































































