Ana María Ibarra
Como una muestra de gratitud hacia María Santísima por los dones recibidos, la comunidad parroquial de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos celebró con distintos momentos su fiesta patronal.
Las celebraciones iniciaron el miércoles 13 de agosto y concluyeron el domingo 17.
El miércoles 13 de agosto la comunidad participó en una misa presidida por el obispo don Guadalupe Torres Campos, quien realizó la bendición de enfermos.
El jueves 14, la comunidad participó de una asamblea de alabanza y oración, además de una hora santa presidida por el padre Jaime Melchor, administrador parroquial.
Romería
El viernes, día de la Asunción de María, fecha en que se celebra la fiesta patronal de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, la comunidad realizó una romería, cuyo significado proviene de las peregrinaciones que los devotos hacían a Roma y a quienes se les llamaba romeros.
La romería, o peregrinación, dio inicio en la Catedral, donde se congregó la comunidad para partir rumbo al templo parroquial de Nuestra Señora de San Juan ubicada en la colonia Anáhuac.
Durante hora y media, los peregrinos caminaron aproximadamente cuatro kilómetros rezando el Rosario e invitando a los transeúntes a unirse.
Al llegar al templo, los peregrinos fueron recibidos por el repique de campanas y el agua bendita que el diácono permanente Pedro Ogaz esparció sobre ellos.
Misa
“Estamos celebrando la solemnidad de la Asunción de la Virgen María y como parroquia nos unimos para pedir por las intenciones de la comunidad”, expresó el padre Jaime al iniciar la misa.
En su homilía, el padre Jaime resaltó que María enseña al creyente a caminar en esta vida para poder llegar al reino de los cielos.
“María es presurosa cuando alguno de sus hijos tiene alguna necesidad. Esa es la fama que tiene Nuestra señora de San Juan de los Lagos y el milagro mayor que hace es la conversión de nuestros corazones. Hemos caminado, hemos hecho está romería desde Catedral y Nuestra Madre a su paso logra despertar en sus hijos esa devoción”, mencionó el padre Jaime haciendo alusión a la gente que encontraron en el camino y que al ver pasar a la Virgen hizo la señal de la cruz.
Cumplir mandas
Desde esa tarde, en el exterior del templo se llevó a cabo la venta de comida y, como atracción se colocaron juegos mecánicos.
El sábado 16 de agosto se continuó con rezo del Rosario y la presencia de matachines que honraron a María con su danza mientras que el domingo la fiesta continuó con dos misas durante el día y la kermés.
Paula Hernández y Francisco Olivas, coordinadores de la parroquia, compartieron que la iniciativa de este festejo durante varios días surgió para que la gente que no puede viajar a un santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, pueda cumplir sus mandas en la localidad.
“Esta fiesta es una muestra de gratitud. Queremos ofrecerle a la Virgen nuestro regalo, nuestro cariño y honrarla”, dijo el matrimonio.