Continuamos la reflexión sobre las violaciones que padecen los niños a su dignidad, con base en las trece realidades que el Papa Francisco denuncia en su más reciente declaración apostólica. Aquí los flagelos del aborto y la pobreza
Ana María Ibarra/ Diana Adriano
A unos cuantos días de que se celebre en México el Día del Niño, instituido para reafirmar los derechos de los niños y lograr uina infancia feliz para su desarrollo pleno como ser humano, Periódico Presencia busca reflexionar sobre realidades que impiden y a los infantes este anhelado desarrollo y felicidad.
Son muchas las situaciones que enfrentan niños y niñas en el mundo, las cuales atentan contra su dignidad como personas. Las que denuncia el Papa Francisco en su más reciente declaración “Dígnitas Infinita”, en la senda de la encíclica Fratelli tutti, son solo algunas de ellas.
Así, algunas personas que trabajan con niños en diversos contextos, comparten su visión al respecto y a la vez muestran cómo la Iglesia y algunos grupos de inspiración católica responden a estas realidades a través de servicios parroquiales y otros esfuerzos.
El aborto
Otro de los puntos que el papa Francisco denuncia en Dígnitas Infinita como realidades que violan la dignidad humana, es el aborto.
Los niños y niñas padecen esta problemática, por ejemplo, daado el incremento de casos de embarazo en menores, lo cual es una cruda realidad en Ciudad Juárez. Sea por violación o consensuado, en el embarazo las menores son orilladas o ellas mismas buscan en el aborto “una solución a su problema”.
Un sector que padece esta realidad es el ubicado al sur de la ciudad, en las colonias llamados “kilómetros”, donde la presencia de la Iglesia, aunque con sus limitantes, ha logrado enfrentar esta y otras realidades.
Fue el padre Raúl Vega (qepd) quien en su servicio descubrió que muchas niñas y adolescentes, menores de 18 años experimentaban embarazos prematuros.
Su visión fue que hubiera un consultorio donde atenderlas ya que la mayoría estaba en riesgo.
La doctora Suky Quintana, del Comité de Damas del Club Rotario de Ciudad Juárez fue en quien se apoyó el sacerdote para el proyecto.
Entrevistada por Presencia, la doctora recuerda el caso de una niña de entre unos 13 y 14 años que tuvo un embarazo complicado y fallecieron ella y su bebé.
“No me tocó darme cuenta de niñas que abortaran, pero sí saber de niñas que fallecieron por el parto, o en otros casos el bebé fallecía. El desarrollo de las niñas no está preparado para tener un bebé. Así que la niña se nos murió en el camino”, recordó la doctora.
Ese caso fue impactante para Suky quien abrazó el anhelo del sacerdote de construir un centro comunitario para dar los primeros auxilios en caso de emergencia y dar seguimiento a embarazos.
Ahora se ha agregado otra batalla: la drogadicción en menores.
Tanto los embarazos a temprana edad, como el consumo de drogas en menores son consecuencias de problemas que viven las familias como son el divorcio, el incesto y la poligamia.
“Los niños y niñas están mucho tiempo solos. Son dos horas las que se hacen de los kilómetros a otros lados de la ciudad. Los padres de familia trabajan en maquila, salen a las cinco de la mañana de sus casas y regresan a las siete u ocho de la noche, ¿a qué horas atienden a sus hijos?”, cuestionó Suky.
Presencia católica
Hoy es el padre Luis Soriano quien está presente con las familias de esta zona.
Tanto en las capillas como en el Centro Comunitario Jesús de Nazareth se busca atender estas realidades.
“Les hemos dado platicas a los niños y a sus madres. Hemos hecho ferias de la salud para capacitar a los niños, hablarles de la sexualidad, del valor de su cuerpo, que nadie los toque. Atendemos a niños y niñas de cinco a quince años”, compartió la doctora.
Reconoció que las niñas de entre 13 y 14 años son agresivas, porque las mamás las quieren llevar a la parroquia y ellas quieren actuar como adultas.
«Es consecuencia de que la mamá trabaje y las niñas mayores cuidan a sus hermanitos. Pero con el centro comunitario como dispensario hemos visto que hay muchos niños que ya se acercan a la iglesia, he visto más asistencia”, dijo.
“Buscamos que la niñez y la juventud viva su vida, pero que no adelanten etapas. Su pensamiento ya es otro, ya no se sienten una ciudad perdida, ya nos sienten más cercanos”, añadió.
Ayuda necesaria
Pero una necesidad que la doctora logra palpar es la falta de sacerdotes, ya que considera es mucho trabajo para el padre Luis. Igualmente hace falta apoyo de la comunidad.
“Es cuestión de tenerle amor a la Iglesia y a las personas. Ahorita nos estamos ayudando de la parroquia Nuestra Señora de la paz”, señaló, pero aclaró que es necesaria una ayuda constante.
Por ello hizo un llamado a donar tiempo.
“Médicos, psicólogos, maestros de manualidades, salgan de su comodidad y compartan sus talentos con quienes lo necesitan, eso es muy satisfactorio. Dar de uno mismo es parte del servicio al que Dios nos llama. Quien quiera aportar económicamente está bien, pero hay que ser constantes”.
Niños en la pobreza
Para Marco Torres, director del Banco de Alimentos de Ciudad Juárez, una realidad que atenta contra la dignidad humana es sin duda la pobreza extrema, estrechamente ligada a la desigual distribución de la riqueza.
Esta es la realidad citada en el número uno de la declaración Dignitas Infinita del Papa Francisco, y sin duda, es más que patente en Ciudad Juárez.
Entre quienes más padecen el fenómeno de la pobreza en esta frontera están los niños migrantes, y aquellos con una alimentación deficiente, algunos de quienes atiende el Banco de alimentos.
“Según datos del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (2019), el 74% de los mexicanos que nacen en situación de pobreza están destinados a permanecer en ella durante toda su vida. Esta alarmante estadística pone de manifiesto la persistencia de la pobreza intergeneracional en México, una situación que afecta de manera desproporcionada a la niñez y los adultos mayores”, explicó el director.
Dijo que en este contexto, la pobreza alimentaria emerge como una de las problemáticas más urgentes, con consecuencias devastadoras para la salud y el desarrollo integral de los niños.
Explicó que la desnutrición y la falta de nutrientes esenciales pueden comprometer el desarrollo cognitivo de los niños, limitando su capacidad para concentrarse, aprender y retener información.
Además, la pobreza alimentaria puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas y otras complicaciones de salud -inclusive mental- en la edad adulta.
Ante esta realidad, el director del Banco de Alimentos de Ciudad Juárez -una iniciativa de inspiración católica- consideró fundamental que se implementen políticas y programas efectivos que aborden las causas subyacentes de la pobreza y promuevan el acceso equitativo a alimentos nutritivos y de calidad para todos los niños.
“Es imperativo adoptar medidas urgentes y efectivas para garantizar a los niños el derecho a una alimentación adecuada’, puntualizó.